sábado, 5 de julio de 2025

NO-FILMS

La vida del gran Sarmiento
+ Renée Oro

Se trata de otro film argentino que nunca terminó su rodaje, principalmente por impericia del debutante director José D. Alfaro, con quien parece conveniente comenzar a desmenuzar esta historia. Se llamaba José Domingo Caderaro (Buenos Aires, 1908 / ¿?) y “era un muchacho aún cuando comenzó a actuar con don Roberto Arata en una empresa de cine industrial. Se vinculó más tarde a la productora Valle, donde adquirió conocimientos de laboratorio, cámara e iluminación. Actuando como cameraman y por su exclusiva cuenta se dedicó a la producción de películas documentales, registrando en cintas de celuloide aspectos de gran parte de nuestra tierra. Luego, y por espacio de cinco años, desempeñó distintos puestos en Argentina Sono Film”, de acuerdo a un artículo publicado en Cine Argentino en abril 1940.

   Alfaro había ingresado a la Sono en 1936, contratado por el viejo Mentasti para que fuera asistente de dirección de ¡Goal!, filmado en julio de ese año; luego lo fue de otros títulos de la casa. La reestructuración impuesta a la empresa por los jóvenes Mentasti determinó que Atilio resultara director general de Producción secundado por un asistente general de Producción que se encargaría de llevar adelante cada rodaje siguiendo sus indicaciones; esto es, más o menos la misma estructura que Hollywood aplicaba a sus estudios. Alfaro fue, así, el primer asistente general de Producción que tuvo la Sono, y su debut en ese cargo se verificó en Madreselva. Al abandonar ese puesto para lanzarse a la aventura de dirigir fue reemplazado por Juan Sires.

   Alfaro, mientras tanto, quiso volar con alas propias pero su vuelo resultó más que corto. En abril 1940 inició en Calingasta (San Juan) el rodaje de La vida del gran Sarmiento, primera producción de la pomposamente denominada Sociedad Argentina de Grandes Films que, entre otros, integraba Roberto Arata, su antiguo mentor, quien le confió la dirección de ese film que, claro está, abordaría aspectos de la vida de Domingo Faustino Sarmiento, rol que fue ofrecido a Enrique Muiño y que, al este declinarlo, recayó sobre Juan Bono, el otro actor argentino parecido a Sarmiento. Otros actores que filmaron en San Juan fueron Héctor Coire y Eduardo Otero, que animaron a Sarmiento cuando era joven y cuando era niño, Ilde Pirovano, Max Citelli, Herminia Mancini, Juan Ortiz y la niña Pochita Patricios. El rodaje preveía más localizaciones en Barreral y en la mismísima Cordillera de los Andes, mientras los interiores se filmarían en los modestísimos estudios NIRA de la calle Potosí al 4100. Todo colapsó con rapidez debido a la absoluta nulidad del director primerizo y el film quedó inconcluso. En marzo 1948 Alfaro se encontraba en Los Angeles, enviado por Argentina Sono Film para realizar gestiones diversas, y nunca más trascendieron noticias sobre su persona.

Juan Bono en la sala de maquillaje

   En julio 1940 se anunció que Isidoro Navarro se haría cargo de la dirección: faltaban tomar los interiores; que Carlos López Buchardo compusiera la partitura musical; que ésta fuera dirigida por George Andreani; y que el elenco sumara a Tita Vidal, Paquita Vehil, Nelo Cosimi y Marino Seré. Pero en octubre 1940, un decreto del Ministerio de Justicia e Instrucción Pública retiró a la compañía productora la autorización para su funcionamiento, al comprobársele irregularidades administrativas: la Sociedad Argentina de Grandes Films tenía como presidente a Arturo Bullrich y otros socios se llamaban Renée Oro de Arata, Juan Nagel, Rebeca Bendahan de Vega, Juan B. Apprezzato, Antonio B. Liberti y Horacio Bustos Morón.

   En septiembre 1944, cuando La vida del gran Sarmiento ya era una historia nunca contada, Bendahan de Vega –que además era la autora del argumento original– se presentó ante el juzgado civil del doctor César Fauvety y entabló una demanda contra Ulyses Petit de Murat, Homero Manzi y Artistas Argentinos Asociados SRL reclamando indemnización por daños y perjuicios emergentes del plagio de su obra por la de Su mejor alumno (Demare, 1943), aduciendo que el actor Enrique Muiño tenía conocimiento del argumento de la señora de Vega al habérsele enviado una copia ofreciéndole interpretar a Sarmiento, oferta que el actor declinó (“Acusan por una película”, La Razón, 19.9.1944). El 21.9.1944, en el mismo diario, Petit y Manzi publicaron una solicitada, y lo propio hicieron al día siguiente Muiño, Petrone, Magaña, Demare y Faustín, socios de AAA. La revista Cine, en su edición del 6.10.1944, informó que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina había designado a Mario Soffici, Augusto César Vatteone, Alejandro Casona, Alejandro Verbitsky y Carlos Olivari, en tanto la Sociedad General de Autores de la Argentina (Argentores) hizo lo propio con sus socios José Antonio Saldías, Arturo Mom y Carlos Goicoechea, en ambos casos para que “estudien y den su punto de vista” respecto del supuesto plagio: en su edición del 30.11.1944, la misma publicación informó que ambas entidades dictaminaron que no lo hubo. Antes de este fallido rodaje había sido meneado otro proyecto biográfico sobre Sarmiento, anunciado en septiembre 1936, que tampoco prosperó, con argumento de Margarita Mougno de Escudero, guión de Enrique García Velloso, producción de Jean Goldstein para la Palatino Films, música de Carlos López Buchardo, asesoría de Juan Pablo Echagüe, actuación de Julio E. Giordano y dirección de Albert Arlis.

SIC     7 – La señora Renée Oro, que es fundadora y vicepresidenta de una nueva compañía donde están por filmar La vida de Sarmiento, llamó a sus oficinas a varios directores conocidos, ofreciéndoles de dos a cuatro mil pesos en acciones, que las pagarían cuando quisieran y siempre que quisieran, con tal de permitir que sus nombres figurasen en la empresa, pero hasta Moglia Barth rechazó. [“Siete informes del espía nº 31”, en Sintonía, nº 367, 1.5.1940].

Ha regresado de San Juan el grupo de directores, técnicos y artistas que fueron a la citada provincia andina para tomar los exteriores. [La Prensa, 12.5.1940: habían partido el 20.4].

Se para la filmación. [Cine Argentino, nº 374, 20.6.1940].

Coire se cortó el cabello. Perdió las esperanzas de volver a las tomas de La vida del gran Sarmiento. [Cine Argentino, nº 380, 1.8.1940].

Addenda: Renée Oro

Uno de los miembros de la Sociedad Argentina de Grandes Films no era una recién llegada al cinematógrafo. Renée Oro (Buenos Aires, 1900 / ¿?) desarrolló una abundante actividad en la época del mudo, cuando todavía no era la señora de Arata. Se había especializado en gestionar, producir y dirigir documentales de tono institucional, uno de los cuales, La Argentina (1922), hecho para informar al mundo sobre las riquezas naturales del país, ella misma se ocupó de llevar a España, Italia, Suiza, Francia, Alemania, Grecia y Rumania exhibiéndolo en embajadas y círculos culturales. Al parecer, la señorita Oro sostenía sólidos lazos con representantes del gobierno, además de dinero en abundancia para invertir en sus producciones y en los consiguientes tours europeos. En enero 1926 La Razón informó que la Policía Federal le había encargado un film, y días más tarde el mismo diario publicó que haría otro a cuenta del Comité Feria de Milán: el segundo encierra un enigma, pues poco después (3.3.1926) La Nación da cuenta de la exhibición privada de La Argentina, realizado “para la Asociación Argentina para las Ferias Internacionales (SA) con destino a la Feria Internacional de Milán” a realizarse en mayo siguiente. La duda es si hizo otro film de igual título que el de 1922 o se trata de aquel mismo: como sea, “constituye una revista de la capacidad agrícola, ganadera e industrial de nuestro país, instituciones más importantes, construcciones civiles, artísticas, riqueza natural, aspectos panorámicos y escenas de folklore, todo un conjunto interesante e ilustrativo, donde se pone de relieve, además, el acierto de su autora y directora, la señorita René Oro”.


   Más adelante presentó Las naciones de América (1927), mediometraje “filmado en varios países del continente”; El stati de Santiago del Estero (1927) y Salta, sus bellezas, costumbres y finanzas (1928), cortos cuyos títulos son lo suficientemente gráficos acerca de sus contenidos; Jira presidencial por las provincias del Norte (1931: en aquellos tiempos “gira” se escribía “jira”), documental de 45’ filmado durante la visita de José Félix Uriburu a Salta, Jujuy, Tucumán y Córdoba “incluyendo los festejos del acto inaugural del monumento a Güemes, el viaje al Volcán en el ramal a La Quiaca y excursión a Socompa (Huaitiquina), la recepción en el ingenio Concepción y la ceremonia inaugural del camino al Pan de Azúcar”, film estrenado con pompa y circunstancia el 6.4.1931 a las 21.30 en el cine Astral con la presencia de Uriburu, aunque se ignora si el Presidente del Gobierno Provisional –así se hacía mencionar el jefe de aquella dictadura militar– se quedó a ver el film estadounidense estrenado a continuación, Hell’s angels (Angeles del Infierno, Howard Hughes, 1930). Jira presidencial por las provincias del Norte continuó en el Astral en funciones normales con entrada paga durante varios días: La Nación del 2.4.1931 afirma que Oro “tuvo a su cargo la dirección” y La Razón del 8.4.1931 confirma que “ha sido filmada bajo la dirección de la señorita Renée Oro”, y ésas fueron las únicas oportunidades en las que se la consideró “directora” de alguno de sus films. También en 1931, desde mediados de julio, realizó La provincia de Buenos Aires en el cincuentenario platense, documental “autorizada por el interventor federal, don Manuel R. Alvarado”. Renée Oro fue de algún modo la antecesora de Alberto Larrán en el rubro services movies.

   En algún momento la señorita Oro casó con uno de los hermanos Arata, en cuya empresa (Arata & Pardo, que producía documentales) se habían iniciado, ella como empleada administrativa y José D. Alfaro como operador de cámara: según la revista Excelsior de 1931 ese Arata era Eduardo, pero en realidad casó con Roberto L. Arata, mejor conocido como “Tito” Arata, entre cuyos blasones figuran el haber sido director de la Compañía de Tranvías Anglo Argentina Ltda., de la Compañía Argentina de Petróleo Astra y de la Compañía Argentina de Teléfonos, así como director titular de La Continental SA Argentina de Capitalización y titular de la Confederación Argentina de Deportes. Su paso por la industria del cine incluye el haber sido presidente del directorio de la distribuidora de films europeos SA Franco Americana de Cinematografía (1932).


   La 37ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata (noviembre 2022) exhibió dos de sus films, rescatados del olvido: Las naciones de América y El stati de Santiago del Estero, al tiempo que fue presentado el libro Por las naciones de América –El cine documental silente de Renée Oro–, de varios autores.

Christine Daaé

La vida del gran Sarmiento
Argentina, 1940
35mm / B&N

EQ     CP: Sociedad Argentina de Grandes Films. D: José D. Alfaro. G: José Domingo Caderaro [José D. Alfaro], sobre argumento de Rebeca Bendahan de Vega. LOC: provincias de San Juan (Calingasta, Barreral) y Mendoza (Cordillera de los Andes) FR: comenzó el 23.4.1940.

I&P     Juan Bono ([Domingo Faustino Sarmiento]), Héctor Coire ([Domingo Faustino Sarmiento joven]), Eduardo Otero ([Domingo Faustino Sarmiento niño]), Ilde Pirovano, Max Citelli, Herminia Mancini, Juan Ortiz, Pochita Patricios (niña).

Filmografía de José D. Alfaro:

Asistente de dirección en ¡Goal! (Moglia Barth, 1936), Melgarejo (Moglia Barth, 1936), La casa de Quirós (Moglia Barth, 1937: acreditado como J. D. Alfaro) y El último encuentro (Moglia Barth, 1938: acreditado como J. D. Alfaro) / asistente de producción en Madreselva (Luis César Amadori, 1938: acreditado como J. D. Alfaro), Puerta cerrada (Luis Saslavsky, 1938), Alas de mi patria (Carlos Borcosque, 1938-1939), Doce mujeres (Moglia Barth, 1939), La vida de Carlos Gardel (Alberto de Zavalía, 1939), El matrero (Orestes Caviglia, 1939), El Loco Serenata (Saslavsky, 1939), Una mujer de la calle (Moglia Barth, 1939), Caminito de gloria (Amadori, 1939), ...Y mañana serán hombres (Borcosque, 1939), El haragán de la familia (Amadori, 1939: acreditado como J. Alfaro) y Huella (Moglia Barth, 1939-1940).

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