DINASTIAS
Los Campoy & los Cibrián
“Después de haber
pisado un escenario, todo estado es pobreza”.Mimí Pons, Clarín, agosto 2020.
Familias ensambladas: raíces españolas, residencia y actividades en
España, en México y en la Argentina con escapadas a Portugal y a Cuba. La mayor
parte de ellos de una gran popularidad, asentada sobre talentos interpretativos
ciertos y por demás demostrados.
Los Campoy
Salvo error u omisión, todo parece haber comenzado con los hermanos Pepita Campoy, soprano, y Ernesto Campoy, apuntador,
representante de artistas y en ocasiones actor, como cuando en 1917 integró la
compañía de Ernesto Vilches. Ernesto casó con Anita Tormo (-1940), quien “a sus grandes aptitudes de actriz, une
el privilegio de ser también una excelente escritora de temperamento sencillo y
sensible, candoroso como la nobleza que se refleja en su rostro” (Diario Marroquí, 21.11.1928): el
cronista se refería a Una comedia para
mujeres, estrenada por la compañía que Tormo encabezaba con Antonio
Dieguez. Fue “Ophelia” en una producción de Hamlet
montada por la compañía de Ricardo Calvo (Costa Rica, 1925), y en el cine
destacaba en el doblaje en los primeros años del sonoro: en el único film en el
que consta su actuación fue fotografiada por José María Beltrán, quien luego
destacaría en el cine argentino.
Campoy y Tormo parieron dos
hijas actrices, cuyas carreras ofrecen un tajante contraste. Sin ánimo de
menosprecio, es un hecho cierto que en toda familia de artistas en cualquier
lugar del mundo siempre hay alguien que queda a un costado de la ruta en la
eterna carrera por el éxito. En este caso fue la menor, la valenciana Carmen Campoy (1930-2023), quien debe
ser considerada como una actriz argentina pues hizo aquí toda su carrera en
personajes secundarios, mayormente en teatro y TV con menor destaque en el
cine, medio en el que debutó siendo una niña, en ¡Nosotros somos así! (1936), cortometraje de orientación anarquista
en el que era presentada en el 2º puesto entre un grupo de niños: el film fue
producido por la SIE Films, división del Sindicato de la Industria del
Espectáculo barcelonés, que también produjo Aurora
de esperanza y Barrios bajos,
films en los que actúan otros miembros de esta dinastía.
El destino de su hermana mayor sería bien distinto. Nacida al acaso de una gira, Ana María Campoy (Bogotá, Colombia, 26.7.1925 / Buenos Aires, 8.7.2006) llegó a ser una súper estrella del cine de habla castellana, pero ya en su primer film, en 1936, figuraba en el 4º puesto en los títulos de crédito, mientras su padre aparecía en el 11º. En más de un reportaje insistió en que en Europa había filmado 27 largometrajes, pero lo cierto es que fueron 17, incluyendo uno que hizo en México: acometió personajes secundarios en la mayor parte de ellos, hasta que Ladislao Vajda fue quien mejor canalizó sus aptitudes convirtiéndola en estrella. Su primer protagónico lo hizo en Portugal, en el espléndido melodrama Cais de Sodré. Sin embargo, su filmografía argentina no solo es escasa sino, salvo un par de excepciones, irrelevante, en especial si se la compara con la enorme cantidad de piezas teatrales y ciclos televisivos en los que intervino, por lo general en pareja con (o dirigida por) su esposo. Sin duda alguna, el mejor de todos sus films locales resultó Especialista en señoras, que hizo a poco de haber llegado al país: su personaje, “Mónica Cramer”, es el más estable de los variados “asuntos” del médico Juan Carlos Thorry, cuyo fulminante casamiento (con otra, claro está) desata su furia (“¡¡Tú ya me conoces...!!”, amenaza); allí, Campoy despliega todo su enorme talento para la comedia, siendo memorable su escena del ataque de locura, que el director acompaña con un travelling que permite a la actriz jugar libremente su desborde.
Los Cibrián
Mientras tanto, en un pueblo en la zona española de la región llamada
País Vasco, nacía Benito Cibrián (Benito
Cibrián Azcárate; San Pedro, Navarra,
1889 / Buenos Aires, 1974), activo desde 1905 cuando, siendo aún adolescente,
fue contratado para integrar la compañía de Enrique Arellano y Angela Tesada. También
escritor, ha publicado el “juguete cómico” La
coma es un punto (1926) y estrenado varias piezas teatrales, por una de las
cuales, El paraíso fascista (1937),
fue condenado a muerte (en ausencia) por el Tribunal Especial para la Represión
de la Masonería y el Comunismo, organismo creado por el dictador Francisco
Franco. Cibrián casó con Pepita Meliá
(Josefina Meliá Vidal; Alicante, Alicante, 1893 / Buenos Aires, 29.10.1990),
que actuaba como tiple del teatro
Eslava en la primera década del siglo XX y como tal le cupo el honor de
integrar el elenco que estrenó la célebre zarzuela La corte de faraón.
Ya desde antes de la boda Cibrián y Meliá actuaban juntos, y en la segunda década del siglo XX se registra su paso por la Argentina, integrando compañías españolas en gira permanente: la de Rogelio Juárez (debut: 16.4.1914 en el Teatro de la Comedia) que, entre otros, integraban Dolores Membrives –cuando aún no era Lola–, su esposo Juan Reforzo y nadie menos que el futuro escritor Miguel Mihura; la de Miguel Lamas (debut: 12.1.1916 en el Teatro de la Comedia), que produjo en su torno un acontecimiento social, puesto que el miércoles 2.2.1916 “a las 2 de la tarde” contrajeron enlace Meliá y Cibrián, artistas ambos “que pertenecen al Comedia y cuentan con simpatías entre el público”, según un suelto en la sección Teatros y Artistas del diario Tribuna del día siguiente; y otra vez la de Juárez (debut: 1916 en el Teatro de la Opera), con Membrives, María Tubau y Amparo Astort. En medio de esas fatigosas, interminables giras, Benito debutó en cine, en la producción muda Tierra argentina.
Durante la República, la
compañía Cibrián-Meliá fue conocida bajo el rubro Compañía de Comedias del
Frente Popular, algunas de las cuales escribía Benito mismo. Con el triunfo del
franquismo, emigraron a México primero y a la Argentina no mucho después.
[Acerca de la actividad teatral de la pareja, se recomienda la lectura del dossier “Crónica teatral de las
compañías republicanas en México durante la Guerra Civil Española: Díaz-Collado
y Meliá-Cibrián”, por Rosa Peralta Gilabert, en www.resad.es/acotaciones/acotaciones25/cronicas_r_peralta_g.pdf]. En México hicieron teatro y algo de cine,
muy poco: el afiche de El amor abrió los ojos define a Pepita como la
“máxima actriz del teatro español”.
A la Argentina llegaron
siguiendo a su hijo y a su nuera, a comienzos de los 50: ya en julio
encabezaron una gira nacional haciendo el mega éxito de aquellos días, Los árboles mueren de pie, secundados
por Myriam de Urquijo y Andrés Mejuto. Benito desarrolló una carrera paralela
como director de puesta en escena de las compañías Elina Colomer-Alberto Dalbes
(Patagonia, 1956) y Diana Cortesina-Alfonso Estela (Pequeño Teatro, 1961),
entre otras; además, le cupo el honor de dirigir la obra con la que el
11.10.1961 fue inaugurado el teatro Castelao (Moreno 2180, del Centro Gallego),
La mariposa y el ingeniero, de
Joaquín Calvo Sotelo. Hicieron un puñado de films, además, en personajes
secundarios: él destacó en Esta tierra es
mía; ella, sin que a nadie pareciera importarle su marcado acento español,
fue nada menos que la condesa Vronski de Tólstoi en Amor prohibido.
A juzgar por la fecha de nacimiento de su hijo, tal parece que el casamiento fue “de apuro”, sin que este detalle signifique otra cosa (¡a estas alturas!) que, precisamente, un “detalle”. En efecto, José Cibrián (José Rafael Cibrián Meliá; Buenos Aires, 25.2.1916 / 28.12.2002) fue argentino porque sus padres estaban entonces actuando en Buenos Aires, aunque pasó su infancia en España e inició su carrera artística en México. En el DF filmó en abundancia y saltó a la popularidad tras su primer protagónico (el nombre antes del título) nada menos que haciendo a Jesucristo, lo que le valió una lluvia de contratos traducida en cinco largometrajes en 1943 y seis en 1944. Actor a tiempo completo, pero también director teatral y televisivo, empresario de compañía, animador televisivo, en su vejez ejecutivo del Canal 9 de TV, la trayectoria de Cibrián es impresionante e incluye algunos hitos: dirigió una versión de Othello (Canal 7, 1956), puso en escena My fair lady con Rosita Quintana y él mismo (El Nacional, 1961). En la Argentina continuó haciendo cine, por lo general comedias ligeras en las que destacaba por su timing y por la elegancia con que dotaba a sus personajes: ofreció un notable nieto vividor de Los árboles mueren de pie, pero fue Daniel Tinayre quien lo sacó de la frivolidad con sendos personajes dramáticos consecutivos en La patota, en La Cigarra no es un bicho y en Extraña ternura. Dicho sea de paso, fue primero esposo de Mirtha Legrand (en El pendiente) y luego su padre (en La patota).
Los Campoy-Cibrián
Se habían conocido siendo muy jovencitos, en España, pero fue al
coincidir en México cuando se inició el romance que culminaría en casamiento
(Guatemala, febrero 1947, en medio de una gira continental, por supuesto). Llegaron
a Buenos Aires en diciembre 1949 y muy pronto, el 10.3.1950, debutaron en el
teatro Buenos Aires con una producción de Una página en blanco, de
Enrique Suárez de Deza, que resultó un fracaso, de inmediato revertido con otra
comedia, y con otra, y con otra… Nunca pararon de trabajar, casi siempre juntos
en todos los medios disponibles. Fueron pioneros en la TV, con infinidad de
ciclos de comedias y de piezas teatrales, pero no se privaron de un programa de
preguntas y respuestas, Ser y no ser
(Canal 13, 1961) que él conducía mientras ella, con Esteban Serrador y Abel
Santa Cruz, integraba el panel de jurados, así mencionado por los diarios, “el
panel”: tal vez Campoy fue la primera panelista de la televisión, que hoy devinieron
plaga. Ella destacó haciendo la Candida
de Shaw (Canal 13, 19.8.1961), dirigida por David Stivel, y años después en el
de aquella actriz del montón que todo el tiempo aspiraba a hacer “un Chéjov”.
En medio de aquella gira
iniciada en México nació Pepe Cibrián
(José
Cibrián Campoy; La Habana, Cuba, 13.5.1948), “Pepito”, para diferenciarse de
“Pepe”, su padre. Actor, comediógrafo, director teatral, antes de cumplir sus 2
años ya vivía en Buenos Aires, donde se naturalizó argentino. La mayor parte de
su trayectoria la consagró al teatro, con especialización en la comedia
musical, en menor medida a la TV y en muchísima menor medida al cine, donde
durante el siglo XX sólo intervino como actor en un personaje episódico de una
producción mexicana protagonizada por la popularísima María Elena Velasco “La
India María”, verdadero fenómeno de taquillas en el interior de aquel país,
film en el que figura acreditado en el puesto nº 8. En el cine argentino, en
cambio, su presencia es irrelevante.
Aunque en su lejana vida juvenil se casó con una mujer (la actriz Ana María Cores), Pepe destacará, en su vida personal pero nunca privada, por erigirse en un referente de la mariconería del espectáculo aborigen, algo muy difícil de conseguir atendiendo la feroz competencia: fue pionero en lo que se ha dado en llamar “matrimonio igualitario” (que en su caso debería utilizar el plural), se ha echado encima toda la bijouterie heredada de su madre y de la tía Carmen –a la que, justo es rescatarlo, cuidó en su casa hasta que murió–, ha militado su preferencia sexual escribiendo la pieza ¡Habla marica!, pero –gran merecimiento gran– nunca quiso “autopercibirse” mujer.
Y, como toda familia que se precie, también
ésta tuvo una “oveja negra”, Roberto Cibrián Campoy (n. 1958), quien nunca
aspiró, tampoco él, a “hacer un Chéjov”, ni tan siquiera “un Sofovich”: eligió
otro camino.
FILMOGRAFIAS
Ernesto Campoy
En España: Barrios bajos (Pedro Puche, 1936: no acreditado), Aurora de esperanza (Antonio Sau, 1936) y Aquel viejo molino… (idem, Ignacio F. Iquino, 1946).
Anita Tormo
En España: Barrios bajos (Pedro Puche, 1936).
Benito Cibrián
En la Argentina: Tierra argentina (Enrique Salas Urroca, 1915-1916) – En México: Su
gran ilusión (Su ilusión,
Mauricio Magdaleno, 1944) – En la Argentina: Pasó en mi barrio (Mario Soffici, 1951), Ellos nos hicieron así (Soffici, 1952), Sucedió en Buenos Aires (Enrique Cahan Salaberry, 1954), El amor nunca muere (Luis César Amadori,
1955: BC interviene en el 3º episodio), El
juramento de Lagardere (León Klimovsky, 1955), Las apariencias engañan (Carlos Rinaldi, 1955) y Esta tierra es mía (Hugo del Carril,
1960).
Pepita Meliá
En México: El amor
abrió los ojos (La galleguita, Raphael J.
Sevilla, 1946) y Los siete niños de Ecija y El secreto de Juan Palomo
(Miguel Morayta, 1946, filmados al mismo tiempo) – En la Argentina: El juramento de Lagardere (León
Klimovsky, 1955), Amor prohibido
(Luis César Amadori, 1955), Cubitos de
hielo (Juan Sires, 1956), Alamos
talados (Catrano Catrani, 1959) y Los
inocentes (J. A. Bardem, A/E, 1962).
Ana María Campoy
En España: Aurora de esperanza (Antonio Sau, 1936), La madre
guapa (Félix de Pomés, 1941), Su
hermano y él (Luis Marquina, 1941), Un
marido a precio fijo (idem, Gonzalo Delgrás, 1941-1942), Huella de luz (idem, Rafael Gil, 1942), Doce Lunas de Miel (idem, Ladislao Vajda,
1943), Tuvo la culpa Adán (Juan de
Orduña, 1943), Paraíso sin Eva
(Sabino A. Micón, 1944), Ella, él y sus
millones (Mi mujer es un negocio,
Orduña, 1944), Espronceda (Los amores de Espronceda, Fernán [Fernando
Alonso Casares], 1944) y El testamento
del virrey (idem, Vajda, 1944) – En Portugal: Cais do Sodré (Alejandro Perla, 1945) – En España: Un hombre de negocios (Mi tío de La Habana, Luis Lucía, 1945), Tierra sedienta (Gil, 1945), Es peligroso asomarse al exterior / E
perigoso debruçarse… (Alejandro Ulloa, E/POR, 1945) y Cinco lobitos / O Diabo são elas… (Vajda, E/POR, 1945) – En
México: Cinco rostros de mujer
(idem, Gilberto Martínez Solares, 1946) – En la Argentina: El extraño caso del hombre y la bestia (Mario Soffici, 1950), Especialista en señoras (Enrique Cahen
Salaberry, 1951), Siete gritos en el mar
(Enrique Carreras, 1954), Con el más puro
amor (Jorge E. Cromberg, 1955: AMC aparece en el episodio Historia del chivo), Cubitos de hielo (Juan Sires, 1956), Placeres conyugales / Las mujeres los prefieren
tontos (Luis Saslavsky, A/E, 1963), Las
pirañas / La boutique (Luis G. Berlanga, A/E, 1967), Juan que reía (Carlos Galettini, 1976) y Las lobas (Aníbal Di Salvo, 1986).
José Cibrián:
En México: Amor de mis
amores (René
Cardona, 1940), Jesús de Nazareth (idem, José Díaz
Morales, 1942), Santa (idem, Norman Foster, 1943, reestrenado en la
Argentina en 1952 con otro título: El destino de una pecadora), El
hombre de la máscara de hierro (idem, Marco Aurelio Galindo, 1943), El
globo de Cantolla (idem, Gilberto Martínez Solares, 1943), Tribunal de
justicia (Alejandro Galindo, 1943), Así son ellas (idem, Martínez
Solares, 1943), La monja alférez (idem, Emilio Gómez Muriel, 1944), La
hija del regimiento (idem, Jaime Salvador, 1944), La trepadora
(idem, Martínez Solares, 1944), El secreto de la solterona (idem, Miguel
M. Delgado, 1944), Más allá del amor (idem, Adolfo Fernández Bustamante,
1944), Su gran ilusión (Su ilusión,
Mauricio Magdaleno, 1944), Soltera y con gemelos (idem, Salvador, 1945),
El desquite (Roberto Ratti, 1945), El puente del castigo (Chano
Urueta, 1945), La mujer que quiere a dos (Víctor Urruchúa, 1945), Los
maridos engañan de 7 a 9 (idem, Fernando Cortés, 1946) y No te cases con
mi mujer (idem, Cortés, 1946) – En Cuba: Como tú, ninguna
(Ratti, 1946) – En la Argentina: El
extraño caso del hombre y la bestia (Mario Soffici, 1950), Los árboles mueren de pie (Carlos
Schlieper, 1950), Escándalo nocturno
(Juan Carlos Thorry, 1950-1951), El
pendiente (León Klimovsky, 1951), Reportaje
en el Infierno (Román Viñoly Barreto, 1951), La noche de Venus (Virgilio Muguerza, 1954), Con el más puro amor (Jorge E. Cromberg, 1955: JC actúa en el
episodio Historia del chivo), Enigma de mujer (Enrique Cahen
Salaberry, 1955), Cubitos de hielo
(Juan Sires, 1956), La hermosa mentira
(Julio Saraceni, 1957), La patota
(Daniel Tinayre, 1960), La Cigarra no es
un bicho (Tinayre, 1962), Extraña
ternura (Tinayre, 1963-1964), Los
debutantes en el amor (Leo Fleider, 1969), Pájaro Loco (Lucas Demare, 1970) y Gran Valor en la Facultad de Medicina (Enrique Cahen Salaberry,
1981).
Carmen Campoy
En España: ¡Nosotros somos así! (Valentín R. González, 1936, mediometraje), La chica del gato (Ramón Quadreny, 1942) y Aquel viejo molino… (idem, Ignacio F. Iquino, 1946) – En la
Argentina: Especialista en
señoras (Enrique Cahen Salaberry, 1951), La casa grande (Leo Fleider, 1952), Por cuatro días locos (Julio Saraceni, 1953), Mi marido y mi novio (Carlos Schlieper, 1954-1955), Escuela de sirenas y tiburones (Enrique
Carreras, 1955) y Mi marido hoy duerme en
casa (Carreras, 1955).
Pepe Cibrián:
En México: El miedo no anda
en burro
(Fernando Cortés, 1973: acreditado como José Cibrián Jr.) – En la
Argentina: Se acabó el curro /
Compre antes que se acabe (Carlos Galettini, A/PE, 1983: letrista de la
canción A vos ciudad, con música de Luis María Serra (m), cantada por Dalma Millevos), Un día en el Paraíso (Juan Bautista Stagnaro, 2003: acreditado como Pepe Cibrián Campoy), Blackie –Una vida en blanco y negro– (Alberto
Ponce, 2011: testimoniante, acreditado como Pepe Cibrián Campoy) y El espejo de los otros (Marcos Carnevale, 2015).
No hay comentarios:
Publicar un comentario