TEMAS
Armando e Isabel en Brasil
–Parte 1: Tentação núa
Desde su primer film conjunto, El trueno entre las hojas (1956, lanzado en 1958), Armando Bo e
Isabel Sarli se enfrentaron invariablemente, entre otras iras, a la de los
censores de turno, que exigían cortes y modificaciones a cada uno de sus
siguientes largometrajes, con el resultado de que el espectador argentino casi
nunca tenía acceso a los mismos tal y como su autor los había elaborado. La
gota que colmó el vaso sobrevino cuando el Ente de Calificación Cinematográfica
(ECC) prohibió la exhibición de Fuego,
realizado en 1968-1969: furioso, Armando declaró que no filmaría más en la Argentina
y lo haría sólo en el extranjero. Aceptó, entonces, el ofrecimiento de un
poderoso exhibidor brasileño, Magalhães Rodrigues Lucas, cuyas más de ochenta
salas de cine en todo el país programaban con frecuencia sus films, con los que
había hecho excelentes recaudaciones. Magalhães y su socio José da Costa
Cordeiro atendían sus negocios, que incluían la distribución y en ocasiones la
producción, a través de una empresa denominada Distribuidora de Filmes Urânio
Ltda. (fundada en 1966 por Cordeiro) desde una modesta oficina en el primer
piso de un viejo edificio de la rua
Vitória 244, en el barrio popularmente conocido como Boca do Lixo (algo así
como “centro de la basura”) por la marginalidad y prostitución que lo
caracterizan y hasta adornan.
Convinieron la realización de tres films, cifra que terminó reducida a dos (el segundo fue Mulher pecado, estrenado en la Argentina como Embrujada): el arreglo otorgaba a la pareja amplia libertad en la elección de temas, equipo técnico y actores. Los productores, por su parte, solicitaron (y obtuvieron) crédito a la por entonces poderosa Empresa Brasileira de Filmes SA (Embrafilme): Bo y Sarli retendrían los derechos legales del film para su país. En esas condiciones viajaron ambos, en agosto 1969, acompañados de un reducido grupo de técnicos de su confianza, como el jefe de producción Juan Pitrau (que aparece como uno de los clientes de la heroína), el asistente de dirección Carlos Galettini, el director de fotografía Ignacio Souto (quien no fotografiaba a Isabel desde Favela, en 1960, asimismo filmado en Río de Janeiro), el cameraman Francisco Mirada “Miradita”, el foquista Francisco Espósito y el reflectorista Cayetano Promencio, además de un somero pero muy apropiado vestuario que le había proporcionado su modisto habitual, Paco Jamandreu; no fueron de la partida, en cambio, los maquilladores Orlando Viloni y Jorge Bruno, ya que en esos días filmaban con Leopoldo Torre Nilsson El Santo de la Espada (“Me maquillé yo misma”, contó Isabel). El resto del equipo técnico se integró con un puñado de profesionales brasileños, entre ellos el sonidista Júlio Peres Caballar.
Así filmaron Tentacão núa en apenas trece días de septiembre
1969 en locations en las playas de
Guarujá y en el centro de la ciudad portuaria de Santos. Isabel interpreta a
una prostituta sometida a un cafishio (el argentino Miguel Angel Olmos), quien
la envía a la solitaria playa en la que vive un viejo amigo pescador (Bo), con
el resultado de que éste y la mujer terminan enamorándose; reaparece entonces
el cafishio intentando recuperar su mercadería, pero tras una feroz pelea en la
que ambos hombres se la disputan triunfa el buen pescador. Bo y Sarli no eran
afectos a ver cine ajeno, por lo que es imposible acusarlos de copiar el nudo
argumental de The painted woman (La mujer pintada, John G. Blystone,
EEUU, 1932), en el que una cabaretera se casa con un honesto pescador hasta que
reaparece su antiguo amante…
El material filmado fue llevado a Buenos Aires, donde, en los laboratorios Alex, Bo hizo un rápido montaje grueso, que luego envió a Magalhães. El resultado tuvo tres diversas versiones.
> La original brasileña fue doblada al portugués
por especialistas de ese país. Los títulos de crédito fueron alterados para
complacer la papelería exigida por la Embrafilme: así figuran Costa Cordeiro
como director y argumentista, Egydio Eccio como montajista, Edward Freund como
director de fotografía y operador de cámara, Paulo R. Novães como asistente de
dirección y João Bento Rodrigues “Bentinho” como director de producción; estos
dos últimos participaron efectivamente en el rodaje. La banda de sonido incluyó
partitura original de Iván Paulo y canciones por Agostinho dos Santos, algunas
de las cuales se escuchan también en la versión argentina. Todos esos nombres
provocaron una enorme confusión a críticos, investigadores e historiadores de
diversos países, uno de los cuales pudo corregir sus propias inexactitudes
iniciales en tanto otros –ver www.cinemateca.com.br, www.cinenacional.com y
www.imdb.com– persisten en sus errores y con seguridad persistirán hasta que el
mundo acabe. Los datos ofrecidos por la Cinemateca Brasileira son en verdad extravagantes,
incluyendo entre sus actores nombres brasileños que no tuvieron participación
alguna y hasta los argentinos Juan José Míguez, Oscar Valicelli y Víctor Bo y
el uruguayo Aníbal Pardeiro, que nunca actuaron en este film aunque sí en su
casi homónimo argentino La tentación desnuda (1966).
Cuatro de los
brasileños involucrados fueron también realizadores y/o productores: el pernambucano
José da Costa Cordeiro (1933-2000) produjo el film de culto O bandido da luz vermelha (Rogério
Sganzerla, 1968); el paulista Egydio Eccio (1929-1977), además de ser un
popular actor –que aquí interpreta a “Carlos”–, dirigió media docena de films
menores; el polaco Edward Freund (1927-1982) trabajó en el cine italiano y
radicó en 1947 en Brasil, donde se inició en la productora Vera Cruz y fue
sucesivamente cameraman, iluminador,
productor, actor, argumentista y director, en este último caso de films de
géneros populares; el paulista Bentinho (1937-2004), que en este film
interpreta al “cliente 5º, el mimoso”, se inició como actor en la TV y con su
nombre verdadero, João Bento Rodrigues, dirigió dos comedias en los años 80. Un
actor brasileño, Wilson Ribaldo, no figura acreditado pero anima al “cliente
4º, el jovencito”. Tentação núa tuvo su lanzamiento comercial en San
Pablo en agosto 1970, en los cines Maroccos, Premier, Republica, Grauna,
Júpiter, Piratininga, Center, Orly, Sabará y Jacymar, distribuido por la
Urânio.
> La versión estrenada muy tardíamente en la
Argentina, presentada como nacional ante el Instituto Nacional de Cinematografía
(INC) y así aprobada y publicitada, también incurre en algunas inexactitudes en
sus títulos de crédito, incluyendo como compañía productora a la Sociedad
Independiente Filmadora Argentina (SIFA) y dos canciones de Luis Alberto del
Paraná (Tomando y tomando y Pelé) que no se escuchan en momento
alguno (sí se incluyeron otras suyas, Extasis tropical y Rumor de
palmeras, por él mismo con su conjunto Los Paraguayos); en cuanto al
elenco, es presentado en este orden: Isabel Sarli / Armando Bo / Egidio
[Egydio] Eccio, Bentinho, Juan C. Olmos [Miguel Angel Olmos]. En esta versión
los actores brasileños fueron doblados, reconociéndose apenas a Aldo Barbero
poniendo su voz a la de Eccio. También incluye una secuencia (la protagonista
rezando en medio de una multitudinaria procesión religiosa) filmada en
Asunción, Paraguay, tan sólo en diciembre 1977. Esta versión fue estrenada en
Buenos Aires el 19.10.1978 en los cines Normandie, Rivera Indarte, Cuyo,
Belgrano, 25 de Mayo, El Plata, Gran Odeón y Rosedal + 22 suburbanos,
distribuida por la Columbia Pictures of Argentina Inc. con el título Extasis tropical, una duración de 78’ y
la calificación PM18, manteniéndose durante dos semanas en el Normandie.
> La versión internacional, o para exportación –como se decía en aquellos tiempos de censura– también fue editada por Armando y fue la que terminó siendo vendida a la señal de cable Volver. En ella ha desaparecido la secuencia paraguaya (de la que apenas restó una foto fija) y en cambio suma todas aquellas de sexo, con desnudos integrales de Armando y Bentinho, además, claro está, de Isabel. Esta versión fue estrenada en octubre 1970 en el cine Rialto, de Nueva York, distribuida por Haven International Pictures, Inc. con el título Tropical ecstasy y calificada X.
En cualquiera
de sus versiones, Tentação núa es una
página más en el habitual discurso narrativo de Armando e Isabel, pero ofrece
un par de extras singulares: “Mônica”
es consciente de su profesión, que asume con cierta resignación, pero también
del hastío que le provoca (“¿Otro?”, le dice a un cliente mientras enarbola un
rollo de papel higiénico: “No dan tiempo ni de ir al baño…”); su imagen caminando
por el barrio rojo de Santos, captada desde cierta distancia por una cámara
escondida dentro de un automóvil en movimiento, otorga a esa secuencia un
bienvenido aire documental; en otra, es enfocada desde arriba, deshecha sobre
la cama tras haber mantenido sexo, las piernas abiertas, una liga negra fuera
de lugar. Y también están las frases, maravillosas frases que Armando le hacía
disparar como si fueran las más naturales posibles: “Necesito amor, cariño,
ternura”, “Me has mandado llamar para que te atienda. Bueno: aquí estoy”, “Me
has arrastrado a lo más bajo, me has explotado”.
[Este
artículo cita a los técnicos y actores que realmente intervinieron en
el film, más allá de lo que digan títulos de crédito, gacetillas, avisos
publicitarios y libros y revistas de referencia. Fue supervisado en 2008 por
Isabel Sarli].
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