DINASTIAS
Los Quiroga
El
señor Héctor Gutiérrez Quiroga (Zárate, Buenos Aires, 26.6.1886 / Buenos Aires,
14.4.1963), actor, director y empresario de teatro y de cine que por lo general
utilizaba como nombre artístico Héctor
G. Quiroga, fue una figura insoslayable en la historia de los escenarios:
había egresado en 1905 del Conservatorio Labardén pero muy tempranamente
abandonó sus aspiraciones actorales produciendo no sólo montajes para su mujer
y para otras compañías sino también importando, con derechos para varios
países, espectáculos de todo tipo, por ejemplo una gira de los Coros Nacionales
Ukranianos, publicitados como “la orquesta sinfónica humana”, que debutaron en
junio 1923 en el Coliseo, y, ya siendo veteranísimo, promotor de la actuación
en Buenos Aires del conjunto Teatro de México en América, que con dirección de
Luis G. Basurto se presentó durante septiembre y octubre 1961 en el General San
Martín. El hombre al que un cronista de La Razón calificó en octubre
1923 como “joven, activísimo, sagaz y prudente” también fue dueño y/o
empresario de sala de, por ejemplo, el prestigioso teatro Odeón, sucediendo
entre 1924 y 1928 a su antecesor Faustino Da Rosa, quien ejerció ese cargo
durante los anteriores 27 años, así como del viejo San Martín, del Ateneo, este
último hecho construir expresamente para su esposa, y en su vejez del Argentino.
Su paso por el primer cine aborigen fue breve pero destacado. En 1915 contrató en Francia al actor y director Paul Cappellani y al técnico Georges Benoît y de inmediato produjo dos largometrajes, entre ellos el clásico Juan sin Ropa. La actividad cinematográfica de Quiroga estuvo acotada a la etapa muda: en tanto director, lo fue de dos cortos cómicos adaptados de una historieta popular. Fue socio de las empresas Patria Film, Platense Film SA y Quiroga-Benoît Film. Murió sin la compañía de familiar alguno, puesto que su hija residía entonces en España: fue velado por sus pares y amigos en la Casa del Teatro. Quiroga fue en extremo generoso con su segundo apellido, el materno, como se verá a continuación.
La provinciana Camila Josefa Ramona Pássera Saltery
(Colonia Villa Libertad [luego Chajarí], Entre Ríos, 19.3.1893 / Buenos Aires,
28.2.1948) radicó desde muy jovencita en la big
city, donde comenzó a intervenir en elencos vocacionales hasta que fue
descubierta por la mirada alerta del dramaturgo y director Armando Discépolo.
Pronto casó con Héctor G. Quiroga y tomó su apellido, deviniendo para la
inmortalidad Camila Quiroga, uno de
los nombres mayúsculos e insoslayables en cualquier historia del teatro
argentino: un índice de su importancia
puede darlo la cantidad de avisos fúnebres en La Prensa, 27, incluyendo los de las empresas de los principales
teatros porteños. Ernesto Schóó la recordó en La Nación (28.3.2009), estimando que la
suya fue “una existencia consagrada al teatro:
sobre todo, a difundir el escrito en la Argentina y en Latinoamérica. […] Una
actriz notable, de vasta cultura, elegancia innata y sensibilidad atenta a los
complejos desafíos –y no sólo artísticos– de tiempos tormentosos”.
La señora de Quiroga fue pionera en recorrer el mundo al frente de su compañía, y no sólo la América de habla hispana, sino también Europa y los EEUU. En cambio, hizo muy poco cine, en su mayor parte cuando era mudo: sobre su actuación en ¿Hasta dónde..? el cronista de La Razón (26.2.1918) estimó que “la cinematografía local encuentra su intérprete más diestra y más rica en cualidades, ya sea para evidenciar estados de alma o para desempeñarse en los distintos episodios de la acción con entera naturalidad y, desde luego, con entera eficacia. Su papel es simpático, y la dirección ha sabido aprovechar sus aptitudes”. En Viento Norte resulta evidente el por qué no hizo carrera en el sonoro: su Malena resulta demasiado teatral, pero al encabezar los credits antes que Muiño y Alippi demostró el enorme prestigio del que todavía gozaba.
Héctor y Camila concibieron a Nélida
Gutiérrez Pássera (Buenos Aires, 27.12.1909 / Madrid, España, 3.2.1982), quien,
por supuesto, adoptó para sus actividades artística el nom d’art Nélida Quiroga.
Siendo apenas una niña apareció en una producción familiar, se presume que “de
facto”, esto es, sin su aprobación, pero ya crecida se convirtió en una actriz
profesional, principalmente en los escenarios, mayormente en la compañía de sus
padres, y ocasionalmente en la radiofonía, siguiendo el ejemplo de su madre, a
quien rindió homenaje creando en 1950 un elenco de aficionados completamente
desconocidos bajo el rótulo Teatro Experimental Camila Quiroga. Está claro que
nunca alcanzó la jerarquía ni la condición estelar de su madre, pero a cambio
ha trabajado con intensidad y auténtica vocación. El 3.7.1950, en el teatro
Argentino de su padre, encabezó una “velada extraordinaria” representando Gigoló en homenaje a la memoria de su
autor, Enrique García Velloso: al día siguiente, la compañía inició una gira
nacional que tocó Rosario, Río Negro, Villa María y Mendoza. La actriz trabajó
de manera sostenida en esa sala de la calle Bartolomé Mitre 1448, inaugurada en
noviembre 1907 sobre las ruinas del antiguo Teatro de la Zarzuela e incendiada
por terroristas el 1.5.1973, cuando se estrenaría una versión del musical Jesus Christ Superstar. Su
última temporada allí la inició el 19.10.1956 al frente de una denominada
Compañía Cómica Española dirigida por Joaquín García León (que, sin embargo,
estaba integrada por actores locales, entre ellos Juan José Yñurri, Elías
Herrero, Germinia Samsó y Jorge Morales) que, eso sí, ofreció un repertorio de
autores hispanos como Julia Maura y Tono. Por compromisos ya tomados, esa compañía
mudó desde el 1.1.1957 al Smart, donde estrenó piezas de Antonio Quintero y
Pascual Guillén sumándose Fanny Brena y Alberto Contreras hasta su final el
17.2.
En esos últimos años suyos en la Argentina, Clarín ofreció una información que no he podido comprobar: Nélida Q. contrajo matrimonio con el actor Daniel de Alvarado: tal vez tuve una alucinación debida a la fatiga de revisar diarios viejos en soporte de microfilm, tal vez fue una broma de periodistas aburridos en un día con pocas noticias. En su edición del 12.9.1959, La Prensa publicó que la actriz acababa de partir hacia Lima, llevando un repertorio de ocho piezas y un elenco de otros ocho actores, de los cuales los únicos nombres (relativamente) conocidos eran su hijo Tito y Omar Aranda. Ese fue el punto de no retorno de la actriz con su patria: luego de Lima se sucedieron actuaciones en Guayaquil, Quito, Bogotá, Caracas, Puerto Rico, La Habana, México DF y Nueva York. Sólo en Bogotá permaneció quince meses de actuación ininterrumpida, ocasión en que al elenco fueron sumados Eduardo Cuitiño e Irma Roy para sendos montajes de El rosal de las ruinas de Belisario Roldán y Lady Windermere’s fan de Wilde. Desde abril 1961 radicó en España, donde desarrolló una enorme carrera ligada al teatro, desde los escenarios y por la TV, y además animando personajes secundarios en una veintena de films: abundante información sobre este último período puede encontrarse en esateledeayer.blogspot.com/2012/05/nelida-quiroga.html.
En 1932, en la catedral de Burgos “y ante la
imagen del Santo Cristo de Burgos”, Nélida Q. casó con el actor español Pepe Castro (José González Castro), que
poco antes había sido contratado para sumarse a la gira europea de la compañía
de sus padres. En principio, vale reconocer que el hombre tuvo el buen tino de
no cambiar sus apellidos a Quiroga. “Era
un actor de verbo fácil, que declamaba bien el verso, pero al mismo tiempo fue
un actor versátil, que hacía el Tenorio todos los años pero también comedia […]
Un secundario de lujo, un galán cómico al estilo Valentino”, se dijo de él.
Comenzó en las variedades, firmando como José G. de Castro. Nació en Ceuta,
ciudad-puerto ubicada en Africa pero de dominio español, y todas las fuentes
consultadas se niegan obstinadamente a suministrar sus fechas de nacimiento y
de muerte, excepto una que medio arriesga que “falleció a las 65 años en Buenos
Aires, en su casa de la calle Piedras 907”.
Su primer trabajo profesional data de 1927, cuando integró la compañía de Pepita Meliá y Benito Cibrián, pero ya al año siguiente pasó a la de los Quiroga, con la que debutó en la Argentina en 1935 en el San Martín. Interin, se produjo la Guerra Civil Española y Castro decidió quedarse, con categoría oficial de exiliado. Su trayectoria local en el teatro puede ser confundida con la de un homónimo que actuaba en los 20 y en los 30. Alternando temporadas con sus suegros, Castro también participó en las compañías de César Ratti, Mecha Ortiz, Pepe Arias, Miguel Faust Rocha-Nicolás Fregues y Luisa Vehil-Esteban Serrador. Filmó una veintena de largometrajes, destacando como el padre de Agustín Irusta en Fortín Alto y como Juan Gaussin, uno de los artistas “amigos” de la protagonista de Safo. Ya en 1944 y en Besos perdidos hacía de “invitado viejo”, tanto como para dar una idea de la edad que podría tener. Sus dos últimos films los hizo en 1961-1962 en sendas comedias protagonizadas por José Marrone.
El
último eslabón en la cadena de los Quiroga, al menos en el plano artístico, fue
el fruto del matrimonio
entre Nélida Q. y Pepe Castro, un español que, al crecer y sin dudarlo, adoptó
el apellido artístico familiar, propiciando así una tercera generación de
actores. Héctor Quiroga (Héctor Manuel González Gutiérrez; La Coruña, La
Coruña, 1933 / Nueva York, Nueva York, EEUU, 23.8.1984), apodado Tito, destacó
como comentarista deportivo por la TV, especializado en el básquet, tanto así
que se dijo de él que “el pelotazo del baloncesto en España no se entiende sin
Quiroga” (Mike Mestre, en la web). A
pesar de que “lucía buena dicción de leve dejo lejano desde un rostro algo
huesudo pero amable, de ojos bien abiertos, entradas y claro pelo domado”, el
hombre no sólo aparecía en la pantalla casera sino que hizo de actor en una
buena cantidad de films europeos de los 60, en algunos de los cuales coincidió
con su madre. El único contacto suyo con el cine argentino se registra en Pampa salvaje (Hugo Fregonese, 1965),
coproducción de mayoría hispana en la que interpretó a “Pepe”, acreditado en el
14º lugar. Su hijo, Jorge Quiroga, le salió periodista asimismo especializado
en el básquet, pero por fortuna no aspiró a ser actor.
[En el elenco de Juan sin Ropa figura la niña-actriz Haydée Pássera, quizás una sobrina de Camila Q.].
FILMOGRAFIAS
Héctor G. Quiroga:
Mariano Moreno y la Revolución de Mayo (Enrique García Velloso, 1915:
actor, en el rol de Juan José Castelli), Aventuras de Viruta y Chicharrón
(1915: director), Viruta y las mujeres (1915: director), El triunfo
de las almas (Carlos A. Gutiérrez, 1916: productor asociado), Los
habitantes de la leonera (Enzo D’Armensano, 1916: productor), Viviana
(Alberto T. Weisbach, 1917: productor asociado), ¿Hasta dónde..? (Paul
Capellani, 1917-1918: productor y actor) y Juan sin Ropa (Georges
Benoît, 1918: productor y actor).
Camila Quiroga:
Mariano Moreno y la Revolución de Mayo (Enrique García Velloso, 1915), Tierra
argentina (Enrique Salas Surroca, 1915-1916), El triunfo de las almas
(Carlos A. Gutiérrez, 1916), Resaca (Atilio Lipizzi, 1916), Los
habitantes de la leonera (Enzo D’Armensano, 1916-1917), Viviana
(Alberto T. Weisbach, 1917), ¿Hasta dónde..? (Paul Capellani,
1917-1918), Juan sin Ropa (Georges Benoît, 1918), Viento Norte (Mario Soffici, 1937) y Veinte años y una noche (Alberto de Zavalía, 1941).
Nélida
Quiroga:
En
la Argentina: ¿Hasta
dónde..?
(Paul Capellani, 1917-1918) – En España: La busca (Angelino Fons, 1966), Bésame, monstruo / Küß mich, monster (Jesús Franco, E/RFA, 1967), El marino de los puños de oro (Rafael
Gil, 1968), Mañana en la mañana (Luis Revenga, 1968, corto), Junio 44: desembarcaremos en Normandia /
Giugno ’44: sbarcheremo in Normandia (Henry Mankiewicz [León Klimovsky],
E/I, 1968), Fortunata y Jacinta /
Fortunata e Jacinta (Fortunata y
Jacinta, Angelino Fons, E/I, 1969), Sin
un adiós (idem, Vicente Escrivá, 1970), Marta / ...Dopo di che uccide il
maschio e lo divora (Marta, memoria de la perversión, José Antonio
Nieves Conde, E/I, 1970), Vacío en el
alma (Sebastián Almeida, E/PR, 1970), Nada menos que todo un hombre
(idem, Rafael Gil, 1971), La llamaban “La
Madrina” (Mariano Ozores, 1972), Cinco
almohadas para una noche (idem, Pedro Lázaga, 1973), La femme aux bottes rouges / La ragazza con gli stivali rossi / La
mujer con botas rojas (Juan Buñuel, F/I/E, 1974), Polvo eres...
(Vicente Escrivá, 1974), Onofre
[reestrenado como Onofre el Virgo]
(Luis María Delgado, 1974), La joven
casada (idem, Mario Camus, 1975), Call
girl –La vida privada de una señorita bien– (Eugenio Martín, 1976), Las camareras (Joaquín Coll Espona,
1976), Adiós Alicia (Liko Pérez y
Santiago San Miguel, VEN/E, 1976), El
huerto del francés (Jacinto Molina, 1977), Cartas de amor de una monja
(idem, Jorge Grau, 1977) y La familia, bien, gracias (idem, Pedro Masó, 1979).
Pepe Castro:
Sólo en la
Argentina: La casa de los cuervos (Carlos Borcosque, 1941), Fortín Alto (Moglia Barth, 1941), Mamá
Gloria (Richard Harlan, 1941), Un hombre bueno (Carlos Torre Ríos,
1941), Ponchos azules (Moglia Barth, 1942: no acreditado), La hija
del ministro (Francisco Mugica, 1942), Safo –Historia de una pasión–
(Carlos Hugo Christensen, 1943: acreditado como José G. Castro), Besos
perdidos (Mario Soffici, 1943-1944), La dama duende (Luis Saslavsky,
1944), El capitán Pérez (Enrique Cahen Salaberry, 1945), Albéniz
(Luis César Amadori, 1946), Un marido ideal (Bayón Herrera, 1946), La
copla de la Dolores (Benito Perojo, 1947), El tambor de Tacuarí
(Borcosque, 1948), Don Juan Tenorio (Amadori, 1948: Pepe Castro), Sangre
negra –Native son– (Pierre Chenal, 1950: Pepe Castro), Cristóbal Colón
en la Facultad de Medicina (Julio Saraceni, 1961: Pepe Castro), El mago
de las finanzas (Saraceni, 1962: Pepe Castro).
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