[Esta tarde, el Festival de Cannes exhibirá, en su sección Cannes Classics, una copia restaurada de la obra maestra de Hugo del Carril, emprendimiento llevado a cabo en colaboración entre la compañía productora original –Argentina Sono Film–, la Sociedad por el Patrimonio Audiovisual que lideran José Miguel Onaindia y Fernando Madedo, y una empresa especializada. El artículo que sigue es un reestreno del que publiqué en este blog con fecha 15.2.2025, que fue el primero y, mucho me temo, nadie leyó entonces. Por ello, aquí va nuevamente].
FILMS
Más allá del olvido
festeja sus 70
años en Cannes
En el principio está el belga Georges Rodenbach
(Georges-Raymond-Constantin Rodenbach; Tournai, provincia de Hainaut, Bélgica,
16.7.1855 / París, Francia, 25.12.1898), abogado, periodista, poeta, cuentista,
dramaturgo y novelista radicado desde 1888 en París, donde fue originariamente
publicada en 1892 en las páginas del diario Le Figaro, en forma de
folletín, la novela que devendría su obra mejor conocida, Bruges-la-morte. Ese texto de alguna manera continúa un asunto
dramático al que podría sintetizarse como “hombre pierde a la mujer amada y la
reemplaza por otra que se le parece”, tal vez inaugurado por el dramaturgo y
poeta italiano Teobaldo Ciconi (1824-1863) con su pieza teatral en cinco actos
y un prólogo La statua di carne, estrenada tan sólo en 1877: allí, un
marinero enviuda por accidente la misma noche de bodas, se entrega al alcohol y
en un prostíbulo conoce a una mujer idéntica a la suya, a la que lleva a vivir
consigo; cuando la ve con un vestido de la difunta, la mata. El asunto fue
llevado al cine en dos oportunidades: véase OBS.
En el caso
de Rodenbach hay un hombre llamado Hugues Viane que tras la muerte de su mujer
se muda a Brujas, donde, apenas acompañado de una sirvienta, se dedica a recordar
a “elle” –que carece de nombre– a
través de objetos que le pertenecieron, en especial unos cabellos en forma de
trenza, venerándola hasta el sufrimiento. En uno de sus habituales paseos por
la ciudad descubre entre la multitud a una mujer que se parece a la muerta:
sorprendido, la sigue hasta averiguar que es una vedette llamada Jane Scott, “bailarina de teatro” y “una mala
mujer” a la que adopta como amante instalándola en otra casa en las afueras. No
hay más personajes salvo dos, incidentales, una amiga de la sirvienta y un
sacerdote. El final es inevitablemente desolador y trágico. Sin embargo, el
auténtico protagonista de la novela no es el viudo, sino Brujas, ciudad soñada
a la que Rodenbach insufla “un cristianismo como infiltrado en el aire y en las
piedras” porque “a una esposa muerta le correspondía una ciudad muerta
también”.
Aunque el texto no alcanzó un nivel de popularidad masiva, sí se lo reconoce como muy influyente. En 1920 experimentó una adaptación al formato operístico con el título Die tote Stadt, compuesta por Erich Korngold sobre libreto de Paul Schott, pseudónimo de Julius Korngold, padre del compositor: son tres actos estrenados el 4.12.1920 al mismo tiempo en dos ciudades, el Stadttheater de Hamburgo y la Opernhaus de Colonia, lo que indica el interés que el asunto suscitaba, convirtiéndose en un éxito a nivel internacional, mereciendo incluso el dudoso honor de ser prohibida su representación por el nazismo. En la Argentina fue estrenada muy tardíamente con el título La ciudad muerta el 19.9.1999 en el Colón, con dirección musical de Stefan Lano, puesta en escena de Roberto Oswald y actuación principal de Cynthia Makris y Carlos Bengolea. En 1954 los franceses Pierre Boileau (1906-1989) y Thomas Narcejac (1908-1998) publicaron su novela D’entre les morts reconociendo que su fuente de inspiración había sido Bruges-la-morte: aquí hay asimismo un hombre obsesionado por su amada a la que cree muerta y una sosías vulgar a la que intenta modelar a su gusto, pero la diferencia es que la mujer es la misma. También esta novela mereció una adaptación al cine: véase OBS.
En 1939 el director francés Pierre Chenal –nacido en Bélgica– se interesó por el asunto: “Yo me proponía filmar la novela Brujas, la muerta de Georges Rodenbach, con Raimú y Marlene Dietrich, cuando estalló la guerra y fui puesto bajo bandera”, recordó ante el periodista argentino Guillermo Vilela (La Razón, 20.10.1986). Y en 2018 la novela original es mencionada y hasta comentada (“Brujas no es una mujer, es una ciudad”) en el capítulo 3 de la serie televisiva italiana L’amica geniale, como un texto que las amigas deben leer en la escuela.
Se ignora
cómo la obra de Rodenbach llegó a manos de los dueños de Argentina Sono Film,
aunque se supone que, como tantos otros textos que invadieron la industria del
cine argentino desde los años 40, comprados en paquetes y cada uno de ellos en
espera del destinatario adecuado. En este caso específico Atilio Mentasti lo
visualizó como un apropiado vehículo para su otra gran estrella de los años 50,
Laura Hidalgo, quien competía escote-a-escote con su rival Zully Moreno.
Encargó entonces la adaptación a Eduardo Borrás, hombre experimentado en esos
menesteres: lo primero que hizo fue crear una historia visible donde no la
había más que sugerida; luego, eliminó la cargazón religiosa que Rodenbach
adjudicaba a Brujas como atributo distintivo de la ciudad e, imposibilitado de
recrearla, trasladó la acción a un lugar sin dirección que ya no es ni siquiera
una ciudad, tampoco un pueblo, sino una imponente mansión en el medio de la
nada en algún lugar del universo pero rodeada de parque y tocada con un puente.
Borrás desarrolló al viudo (Hugo del Carril) como un aristócrata felizmente
casado con una mujer a la que adora (Laura Hidalgo): cuando ella enferma y
muere, él entra en una severa depresión, viaja para curarse y en el extranjero
–París, concretamente– conoce a una muy ordinaria artista de variedades (Laura
Hidalgo) idéntica a su mujer, con la cual se casa y a la que lleva a vivir
consigo y con el debido recelo de la vieja criada; cuando por fin comienza a
apreciarla por sí misma y no como un reflejo de la muerta, reaparece su antiguo
cafisho, que la mata.
La preproducción del film atravesó diversos avatares: en un principio Mentasti ofreció la dirección a Carlos Schlieper, pero éste, hombre inteligente y lector perspicaz, decidió que no era un asunto para él y prefirió hacer otra de sus deliciosas comedias (Alejandra, 1955). El productor contempló entonces otra posibilidad: Leopoldo Torre Nilsson había hecho para la empresa Para vestir santos (1954), comedia dramática popular con Tita Merello, y estuvo de acuerdo en dirigir a Laura Hidalgo y hasta llegó a elegir a Lautaro Murúa para el principal personaje masculino. Sin embargo, Mentasti derivó a Nilsson a otro proyecto (Graciela, 1955) y contrató en cambio a Hugo del Carril en su doble condición de actor y director. También el título del futuro film se vio sometido a varios cambios, siendo mencionados “Brujas, la muerta”, “La sombra” y “Desde el fondo del pasado” hasta que Borrás (¿quién, si no?) prestó atención a una línea del texto de Rodenbach que dice respecto de Hugues Viane que “sus ojos, cansados, miraban lejos, muy lejos, más allá de la vida”. Entonces fue, para siempre, Más allá del olvido.
Iniciado
el 20.6.1955, el rodaje debió ser suspendido tras la jornada del 21.10: luego
del golpe de Estado militar de septiembre que derrocó al Presidente Juan
Domingo Perón, Hugo de Carril (peronista confeso desde los albores del
movimiento) fue detenido con una excusa absurda y pasó casi dos meses en la
cárcel de la avenida Las Heras, por cierto en compañía de Atilio Mentasti. El
2.12 reanudó la filmación, que completó justo antes del final del año. Aunque
siempre fue considerado principalmente un realizador de films de contenido
social, como Surcos de sangre (1949-1950), Las aguas bajan turbias
(1951-1952), Las tierras blancas (1958) y Esta tierra es mía
(1960), Hugo del Carril (1912-1989), en verdad, solía asumir esos temas como
telón de fondo: su film más famoso, Las aguas bajan turbias, visto en su
exacta dimensión, es un frondoso melodrama que tiene como subtema el de la explotación
de los trabajadores rurales. Por ello, resulta singular, al menos curioso, que
su obra maestra, su film más cuidado desde lo estético y también el más
profundo, no contenga ni una pizca de lo que suele denominarse “realidad
social”. Más allá del olvido es sin duda un melodrama desatado, el mejor
que haya salido de un estudio argentino en toda su historia, seguido de cerca
por Puerta cerrada (Luis Saslavsky, 1938) y Pobre mi madre querida
(Homero Manzi y Ralph Pappier, 1947).
Conscientes del todavía espeso clima político que se vivía en la Argentina del primer semestre de 1956, los Mentasti decidieron tentar el terreno ofreciendo un preestreno en provincias, previsto para el 23.4.1956 en la ciudad de Santa Fe. Tenían razón, tal como lo demuestra un despacho publicado al día siguiente por el corresponsal del diario Noticias Gráficas: “La actriz Laura Hidalgo y Hugo del Carril fueron objeto de una estruendosa silbatina al presentarse en esta ciudad para asistir, en el cine Ideal, al estreno de la película titulada Más allá del olvido, por ellos protagonizada. Los artistas nombrados llegaron en automóvil guiado por el actor, alrededor de las 22 y un crecido número de personas que ocupaba el hall y la acera del cine los recibió con vivas a la libertad y gritos de repudio «por su colaboración con la dictadura». Ante semejante recibimiento y seguramente temiendo una agresión de hecho, Hugo del Carril aceleró el vehículo para huir de contramano, lo que motivó un choque contra otro automóvil. No obstante, el actor logró seguir la marcha y desaparecer. Enseguida, las personas que repudieron [sic sic] a los artistas mencionados entraron en la sala forzando las puertas de acceso y explicaron de viva voz lo ocurrido, lo que determinó al público al retiro en orden, por lo cual se suspendió la función”.
Tan sólo
dos meses más tarde, con los ánimos populares un tanto calmados, se produjo el
estreno porteño. Al día siguiente, las críticas fueron tibias, y no resulta
para nada una pérdida de tiempo transcribir –en vista de lo que la patina d’il tempo pondrá en su justo
lugar– algunos comentarios de los críticos porteños. “Se ha obtenido con decoro
artístico una fiel y colorida visión de los seres novelescos y humanos del
libro” (La Nación, 15.6.1956); “Está
bien realizada y, dentro de un lenguaje clásico, en términos correctos de cine”
(Roland en Crítica, 15.6.1956);
“Dentro del tono de melodrama, con más apelación a la meditación psicológica o
a la filosofía de los sentimientos que a las lágrimas, ésta es una muestra
digna, realizada con estatura formal” (Clarín,
15.6.1956), “Excelente conjunción de valores” (Noticias Gráficas, 15.6.1956); “Es evidente el decoro y el cuidado
en los detalles y enfoques de época” (La
Razón, 15.6.1956); “Esa demora en el curso narrativo no se ve compensada
por un clima o una tensión dramática que la justifique y, además, se ve
perjudicada doblemente por un diálogo de escasa calidad y por una música
insoportable […] aunque tiene aciertos de realización que nacen, más que nada,
de la sobriedad con que Hugo del Carril ha encarado su trabajo equilibrando, en
cierto modo, deficiencias notorias” (La
Prensa, 15.6.1956); “Firme paso de avance para nuestro cine… Es inobjetable
la síntesis argumental… Una cuidada composición de ambiente forma en todo
momento la sólida base en que se apoya la interpretación” (El Mundo, 15.6.1956); y “Excelente melodrama romántico” (Heraldo del Cinematografista,
20.6.1956), sin olvidar el insensato ninguneo practicado con más iracundia
adolescente que conocimiento del tema por David José Kohon en su crítica para Mundo Argentino (27.6.1956). Pos
estreno, merecen destaque las opiniones contrastantes de Domingo Di Núbila
–“Hay sentido del tempo y del valor de las imágenes”, en su Historia del cine argentino, II, 1959– y
de José Agustín Mahieu –“Melodrama romántico y envejecido”, en su Breve historia del cine argentino,
1965–. En resumen: todo bien, pero de obra maestra, nada.
Esa definición comenzará a ser tenida en cuenta veinte años más tarde. En su edición del 15.7.1975, la revista Antena dedicó cuatro páginas a publicar el resultado de una encuesta entre diez críticos e investigadores especializados: Roland, Salvador Sammaritano, Mahieu, Antonio A. Salgado, Néstor Romano, Alberto Tabbia, Carlos Ferreira, Jorge Miguel Couselo, Domingo Di Núbila y quien escribe estas líneas, a la postre el único que incluyó Más allá del olvido entre sus preferidos. El artículo se titulaba “De las nuestras, las mejores”. [Cuando fue estrenado, tenía apenas 10 años de edad. Creo recordar haber visto el film por primera vez en el cine América, de Villa Pueyrredón, en uno de sus “días de damas”, tres títulos argentinos a 80 centavos la entrada. Pero comencé a admirarlo años más tarde a través de sus frecuentes pasadas por TV: era como un imán, cada vez que lo anunciaban allí estaba yo, sentado frente al aparato. Así fue como fui reconociéndolo, saboreándolo, hasta llegar a la conclusión de que, sin duda alguna, se trataba de una obra maestra, una de las pocas que nos ha deparado el cine aborigen. Ya en mi rol de periodista profesional escribí algunos artículos laudatorios con la excusa de renovadas emisiones televisivas o de su exhibición en el Cine Club Núcleo].
Más
allá del olvido atesora, incluso más de medio siglo después, todos sus
valores. Director y guionista, a despecho de que se trataba de un encargo para
hacer lucir a Laura Hidalgo, sutilmente volcaron el protagonismo al personaje
masculino, al que convirtieron en un enfermo, físico y mental. No los asustó la
obvia comparación que de la segunda parte muchos establecerían con Rebecca
(Rebeca, una mujer inolvidable, EEUU, 1940), el clásico de Hitchcock, en
lo que la novela de Daphne Du Maurier (1938) tiene de parecido con la de
Rodenbach, una similitud apenas formal. Los estupendos climas, tocados por un
aire romántico y decadente, encontraron en el director de fotografía Alberto
Etchebehere a un traductor excepcional, aportando una envidiable gama de grises
fuertemente contrastados entre los blancos y los negros. No menos inteligente
es la partitura musical, en su mayor parte compuesta por Tito Ribero sobre el Vals
nº 3 de Chopin (que Enrique de Rosas ya había utilizado en su film Atorrante,
en 1939).
Mucho
después de 1975, el film de Hugo del Carril fue objeto de una bienvenida
revaloración. “Espléndido melodrama laberíntico y de concepción barroca”
(Claudio España, 1984), “Obra maestra incomprendida en su momento” (Gustavo
Cabrera, 1992), “Una obra maestra” (Horacio Bernardes, 2002) y “Uno de los
melodramas más fascinantes en la historia del cine argentino” (Jorge
Ruffinelli, 2003), con un pico de exageración vomitado por los tres autores de
un librito editado por el INCAA: escribieron, ellos tres, que Más allá del olvido es “el mejor film
del cine argentino”, opinión que vendría a ser la cara B de la de Kohon en
1956. Más sutil, como era habitual en él, Alberto Tabbia escribió que este film
es una “flor de invernadero más decadente de lo que la Bélgica de Rodenbach
hubiese podido delirar […] el film más personal de Hugo del Carril, excepcional
en todo sentido”. Años después comenzó a ser exhibido en ciclos dedicados al
melodrama en algunos festivales internacionales (San Sebastián 1989, Nantes
1996) y hoy ya nadie pone en duda sus valores. Se hizo justicia.
OBS La novela de Rodenbach mereció
versiones televisivas, la mayoría derivadas de la ópera de Korngold, y las
siguientes para los cines:
• Gryozy (RU, 1915,
MM), dir. Yevgeny Bauer, con Alexander Wyrubow, F. Werchowzewa (la esposa) y N.
Tserchnobajewa (la otra);
• Brugge, die stille (BEL, 1980), dir. Roland
Verhavert, con Idwig Stephane y, en ambos personajes femeninos, Eve Lyne.
Otros films que caben en ese apartado temático:
• La statua di
carne (La estatua de carne, I, 1921),
dir. Mario Almirante, adaptado de la pieza teatral de Teobaldo Ciconi, con
Italia Almirante-Manzini.
• Le grand jeu (El gran juego, F, 1933), dir. Jacques
Feyder, sobre guión original de Feyder y Charles Spaak con Pierre Richard-Willm
como un joven abogado que, escapando de un escándalo provocado por su amante
Marie Bell, se alista en la Legión Extranjera y allí conoce a una prostituta
idéntica a la otra (Marie Bell, también).
• La statua
di carne (La estatua viviente, I,
42), dir. Camillo Mastrocinque, con Fosco Giachetti y Laura Solari, segunda
versión del drama de Ciconi.
• Le grand
jeu / Il grande gioco (El gran juego,
F/I, 1953), dir. Robert Siodmak, nueva versión del argumento de Spaak y Feyder,
ésta interpretada por Jean-Claude Pascal y Gina Lollobrigida.
• Vertigo (Vértigo –De entre los muertos–,
EEUU, 1957), obra maestra de Alfred Hitchcock con Kim Novak y James Stewart,
basada sobre la novela de Boileau y Narcejac.
• Più tardi Claire, più tardi... (I, 1967),
dir. Brunello Rondi, guión de Giuseppe Mangione, Vittoriano Petrilli y Rondi de
un argumento de Petrilli ambientado en las costas de Cornwall hacia 1910. Allí
toma vacaciones un matrimonio, y cuando la mujer (Rossella Falk) es asesinada,
el marido (Gary Merrill) busca una sosías (Elga Andersen) tan sólo para
visualizar la memoria de la amada difunta. El film –en cuyo elenco asoma Jorge
Rivier– nunca fue estrenado en cines en Italia, donde dos años más tarde fue
directo a la TV.
• El cazador es un corazón solitario (A,
2000), dir. Lorena Muñoz, cortometraje escrito por Muñoz misma en el que “un
fotógrafo [Fabián Talin] ha perdido a su mujer [Diana Santini] en un accidente
mientras le tomaba fotografías. Se siente culpable y deprimido. Pero un día,
por casualidad, conocerá a otra mujer [Diana Santini] muy similar a la
anterior, a la que intentará reemplazar”.
SIC Drama que gira en torno a un pintor que
pierde la vista, pero es una persona muy positiva. [Cecilia Castro, Infobae,
13.8.2024].
TAQ Con tres semanas en el Normandie, Más allá del olvido tuvo una discreta
carrera comercial: desde la 2ª semana (21.6) aparte el Normandie sólo apareció
en dos salas suburbanas, y desde la 3ª (28.6) ocupó la cartelera de los cines
Atlantic, Príncipe, Moreno, Alberdi, Palais Royal, Alba, Park, Sena, Nobel, Parque
y 9 de Julio. Luego, fue programado desde el 5.7 en el Asamblea, el Aesca y el
General Paz, y desde el 12.7 sólo en un suburbano. Tras desaparecer una semana
de toda cartelera, reapareció desde el 26.7 en dos salas del conurbano
bonaerense; desde el 2.8 en los cines Cecil, Caballito, Alvarez Thomas,
Canadian, Febo, Bijou, Odeón Palace, Roxy, Loria, General Urquiza, Parravicini,
Lima y San Telmo; desde el 9.8 en los cines American Palace, Ideal Monroe,
Olavarría, Follies, Real Palace, Avellaneda, Floresta y Argentino; desde el
16.8 en el Varela y el Devoto; desde el 23.8 en los cines Albéniz, Antártida
Argentina, Alas y Pompeya (en los tres últimos como complemento de Novia
para dos, estrenado ese mismo día); y desde el 30.8 en tres salas
suburbanas. De acuerdo al investigador Alberto Elena, obtuvo su licencia para
ser exhibido en España el 11.10.1960, pero su lanzamiento comercial “no
consta”.
El autor agradece
a Paco Díaz Alejo, quien gentilmente le prestó para su lectura la edición de la
novela por la prestigiosa colección Austral.
Más allá del
olvido
Argentina, 1955
35mm / B&N / RCA / 93’ / PM16
EQ CP, CD: Argentina Sono
Film SACI. AP: Carmelo Vecchione. AYP: Luis Rey – L. [Leonardo
Duleide] Gutiérrez. D: Hugo del Carril. AD: Orlando
Zumpano – Felipe López. AYD: José Lagreca. G: Eduardo Borrás,
inspirado sobre [la novela] Brujas, la
muerta de Jorge Rodenbach [Bruges-la-morte,
de Georges Rodenbach]. F: Alberto Etchebehere. CM: Alberto
Curchi. JR: Juan Rocino. E: Gori Muñoz. DC: Luis Vanín. V:
Eduardo Lerchundi. MQ: Kurt Grun [Grün]. AMQ: Maruja Soto. PN:
Roley. S: José María Paleo. RG: Mario Fezia. C: Higinio
Vecchione. [AC: Antonio Lescano]. M: Tito Ribero, [en su mayor
parte compuesta sobre el Valse nº 3
en la menor opus 34 nº 2, de Frédéric Chopin]. IM: María Luisa
Ritterstein en solos de piano. [PUB: Boris Zipman]. EF, LS:
Argentina Sono Film SACI (Martínez]. LOC: GBA (quinta de la familia
Anchorena en La Lucila) y provincia de Córdoba. L: Laboratorios Alex
[SACI]. FR: 9.8.1955 al 21.10.1955 y 5.12.1955 al 30.12.1955. LC:
14.6.1956, cines Normandie, Roca, Gran Savoy, Güemes, Cuyo, Argos, Fénix,
Pueyrredon, Edison, Majestic, Gran Sud, Aconcagua, El Sol de Mayo, 25 de Mayo y
Parque Chás + 4.
I&P Laura Hidalgo (Blanca = “elle” o “la morte” en la novela – Mónica = Jane Scott), Hugo del Carril
(Fernando de Arellano, marido de Blanca = Hugues Viane) / Eduardo Rudy (Luis
Marcel, alias Mauricio Pontier) / Gloria Ferrandiz (ama de llaves Sabina
= Barbe), Ricardo Galache (médico profesor Santillán), Pedro Laxalt (Alvaro,
primo de Fernando), Francisco López Silva (mayordomo Esteban) / Ricardo de
Rosas (cochero Bernabé), Víctor Martucci (médico amigo del profesor Santillán),
Lily Gacel (mucama Herminia), Ramona Lloveras (esposa de Alvaro), Alberto
Barcel (conserje), Adolfo Meyer y Fedora Marini (padres de Alvaro), Alfredo
Almanza (detective), Rafael Diserio [PEL], Pedro Garza (mozo jorobado del
cabaret de París), Roberto Machado (detective apuñalado por Pontier), José
Rivas (ordenanza del teatro) / Selva (la perra Selva) / na Aída
Villadeamigo (espectadora en el cabaret de París).
F&P INC: 3º premio al film (ex aequo
con La Morocha y con El hombre señalado) y premio a la
escenografía / 37º Festival Internacional de Cine, San Sebastián, 15-23.9.1989,
sección Grandes Melodramas de América Latina / 7º Latino Film Festival, Nueva
York, 16-28.8.1990, sección Homenaje a Argentina Sono Film / 18º Festival de 3
Continents, Nantes, 19-26.11.1996, sección Les Grands Mélodrames Argentins / A
Passage to Argentina, Nueva York, 24.4-28.5.1998, sección Cine Clásico / 20º
Festival Internacional de Cine, Mar del Plata, BA, 10-20.3.2005, sección
Retrospectivas: Hugo del Carril / 3º Encuentro Cinematográfico
Argentino-Europeo “Pantalla Pinamar”, Pinamar, BA, 9-16.12.2006, sección El
Vals del Aniversario (en copia restaurada) / 28º Festival International du
Film, Amiens, 7-16.11.2008, sección Rétrospectives: Argentina Sono Film / 27º
Festival Internacional de Cine, Mar del Plata, BA, 17-25.11.2012, sección
Focos: Revisiones / 29º Festival Internacional de Cine, Mar del Plata, BA,
22-30.11.2014, sección Revisiones: Homenaje a Alberto Etchebehere / 30º Il
Cinema Ritrovato, Bolonia, 24.6-2.7.2016, sección Un’Altra Storia del Cinema
Argentino / 78º Festival International du Film, Cannes, 13-24.5.2025, sección
Cannes Classics.
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