jueves, 29 de mayo de 2025

CINEASTAS

¡Kitsch, camp, trash!
–El cine de Enrique Carreras–
Vida

10. EC accede al reino

En el libro Medio siglo de cine Claudio España traza una completa historia de Argentina Sono Film, una de las dos productoras-distribuidoras pioneras del cine argentino sonoro: la otra fue Lumiton. En sus páginas, Atilio Mentasti dice que pensó en incorporar a EC a su empresa tras ver Canción de arrabal. No hay por qué dudar de su palabra, pero ese ingreso finalmente ocurrió por casualidad y de apuro, como se explicará con lujo de detalles en la ficha de su film número 32, Los viciosos. Los Carreras ya habían tenido relaciones comerciales con los Mentasti, alquilando sus estudios de Martínez o dándoles la distribución de alguna de sus producciones. Pero es indudable que a partir de Los viciosos, en 1962, EC pasó a ser hombre de la casa en una relación que prescindía de exclusividades pero que se mantuvo muy firme hasta 1980, exactamente hasta su film número 78, Ritmo, amor y primavera. Cuando Atilio ya había fallecido, EC dio (en Página/12 del 27.7.1991) otra versión de la historia: “Un día vino Atilio Mentasti y me dijo: «La única forma de no tener rivales es contratándote»”.

Los viciosos: Jorge Salcedo e Irma Roy

   Hacia 1965, su estatus dentro de la estructura de producción de la Sono ya estaba consolidada: entregaba lo que se esperaba de él, esto es, productos industrialmente sólidos realizados en los tiempos pautados y dentro de los presupuestos establecidos. De los convenios por cada film pasó a ser contratado por cinco años primero y por diez años poco después. Su opinión tuvo cada vez mayor peso, especialmente en lo referido a la elección del argumento a ser realizado, que primero discutía con Atilio y que luego, una vez aprobado, Mentasti volvía a discutir en detalle con su hombre de confianza, Juan Carlos Garate. A pesar de los privilegios de los que disfrutó dentro de esa empresa, es conveniente recordar lo que René Mugica (que dirigió para Sono Hombre de la Esquina Rosada) dijo sobre Atilio al investigador Fernando Martín Peña y que éste transcribió en el libro Generaciones 60/90. Cine argentino independiente: “A él no le gustaba trabajar con gente a la que no pudiera manejar”.

   El principal aporte de EC a la Sono fue, indudablemente, el paquete de films protagonizados por Palito Ortega, quince en total, todos ellos éxitos de público sólo interrumpidos cuando Ortega decidió encarar empresa propia en 1976. La mayor curiosidad de esa colaboración reside en cómo EC mostraba en imágenes a un ídolo joven: apelando a historias viejas, fueran éstas adaptaciones de reaccionarias comedias teatrales españolas o argumentos originales hechos por libretistas de más de 60 años de edad. No resultaron films juveniles sino unos en los que había algunos personajes jóvenes vistos a través de una lente anticuada. El público de esos productos era, decididamente, el de 40 años hacia arriba, el mismo que también convertía en éxitos los de su competidor Sandro: la diferencia entre ambos ídolos residía en que Sandro se animaba a encarar historias más dramáticas y se mostraba decididamente sexy, algo imposible en el caso de Ortega, incluso si se lo hubiera propuesto.

Mi primera novia: Palito Ortega y Aída Luz

   En Argentina Sono Film, Enrique disfrutó de presupuestos más generosos de los que estaba acostumbrado a manejar. También, de un estatus mucho más conveniente a su aspiración de convertirse en el Amadori de los 60, dentro de la empresa pero también en la industria. Además, si Amadori tuvo a Zully Moreno, él tenía a Mercedes Carreras.

11. Bajo el signo de Aries

Ya se apuntó que EC nunca fue exclusivo de empresa alguna, ni siquiera de la propia. Si bien en los años 60 filmó mayormente para Argentina Sono Film, también lo hizo para diversos productores independientes, situación que se mantuvo durante los 70. Desde 1974 hizo varios films para la Cinematográfica Victoria de los hermanos Báilez y desde 1982 y hasta 1988 filmó –salvo cuatro excepciones– para Aries Cinematográfica Argentina, la productora y distribuidora de Fernando Ayala y Héctor Olivera en la que su hermano Nicolás se desempeñaba como productor desde diez años antes. Los detalles del operativo de su ingreso a Aries serán detallados al abordar su film número 80, Los fierecillos indomables.

Los fierecillos indomables: Jorge Porcel y Alberto Olmedo

   Luis Osvaldo Repetto, socio de Ayala y Olivera y, con Nicolás, productor de los films de Olmedo y Porcel elaborados por Aries, recordó las circunstancias por las que Enrique ingresó a la empresa. Hacia comienzos de los 80 los films picarescos animados por esos cómicos sufrían todo tipo de censura y el consiguiente retiro del subsidio estatal, por lo que Repetto y Nicolás decidieron dar un giro y encarar comedias aptas para todo público. Así, surgió espontáneamente el nombre de EC, no sólo por ser hermano de Nicolás sino porque era un reconocido especialista en manejar comedias “blancas”. Coincidentemente, al ser convocado, él puso como condición realizar films aptos para todo público, pues lo picaresco no lo hacía sentirse cómodo. Repetto confió que “Enrique estaba vinculado al éxito de cada película”, eufemismo que indica que tenía un porcentaje sobre las ganancias en boletería. Además, elegía personalmente las historias a ser realizadas. En esos términos, concretó doce títulos para Aries.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

VERGÜENZAS RETROSPECTIVAS Sobre algunos argentinos piolas El reciente alboroto alrededor de Yacimientos Petrolíferos Fiscales y un juici...