CINEASTAS
¡Kitsch, camp, trash!
–El cine de Enrique Carreras–
Vida
7. Otros parientes
Una
hermana de María Luisa Santés, Pilar, contrajo matrimonio con el actor Luis
Roig, después de lo cual será alternativamente mencionada por uno u otro
apellido: como Pilar Roig aparece, acreditada en el penúltimo puesto, en El primer beso. Roig y Santés fueron
padres de tres hijos asimismo dedicados al espectáculo:
• Maruja
Roig (María Amalia Roig Santés; San Salvador, El
Salvador, ¿? / Buenos Aires, 2.12.1983), actriz que generalmente interpretaba
personajes secundarios, nacida “al azar de una tournée” (como muy graciosamente
declaró en un reportaje publicado en 1940 en Cine Argentino) y debutó
accidentalmente en un escenario de Santiago, en Chile, cuando una obra en la
que actuaba su madre requería de una niña, al igual que le ocurriría a su primo
Enrique. Con el paso del tiempo devino profesional, dedicándose
preferencialmente al teatro: se inició en Montevideo como tonadillera y trabajó
en compañías encabezadas por Manuel Salvat, por Pierina Dealessi y Carlos
Morganti, por los Ratti, por Alejandro Flores, por Alfredo Camiña y por Mario
Soffici hasta encabezar compañía propia. En España filmó la producción muda El idiota y en la Argentina participó
en una docena de films, con destaque en Corrientes…
calle de ensueños, Fangio el Demonio
de las pistas y El alma de los niños.
Su último film fue Las procesadas
bajo la dirección de EC, quien no tuvo siquiera la delicadeza de mencionarla en
los títulos.
• Carlos Roig, apodado “el Flaco”, hizo toda su carrera en cine, sucesivamente como ayudante, asistente y jefe de producción y a la vera de sus primos; gustaba aparecer en cameos, uno de los cuales es realmente gracioso y lo comparte con el director Julio Porter en Coche cama alojamiento: Porter es un pasajero del tren con los brazos enyesados que sale del baño y agradece a otro (Roig) que sale con él secándose las manos. Un hijo suyo, Luis Roig, fue su asistente en El novicio rebelde y en Deliciosamente amoral para luego seguir por su cuenta en algún otro film.
• Marta
Roig era peinadora y trabajó abundantemente en films diversos, incluyendo
algunos de los Carreras.
Estos tres Roig coincidieron en Somos todos inquilinos.
EC mencionó, en un reportaje en el que
reseñaba su visita a México, a “mi primo Juan Bueno”: se trata de Juan Bueno
Carreras, productor y distribuidor especializado en vender films mexicanos en
el extranjero, pero se ignora a qué rama familiar pertenece. Fabián Carreras,
quien diseñó el logo del teatro familiar en Mar del Plata, es sobrino de
Mercedes, hijo de un hermano suyo.
Otros
Carreras acaso emparentados, o no, a los que EC no menciona en sus memorias,
son Emilio Carreras, quien llegó a Buenos Aires el 8.3.1910 en el vapor
Principessa Mafalda junto con su Gran Compañía Cómico-Lírica de Zarzuela
Española, del Apolo de Madrid, de la que era primer actor y director y en la
que revistaba la luego muy conocida actriz Amalia de Isaura junto con su esposo
Arturo Isaura, “maestro concertador y director de orquesta”, todos los cuales
debutaron el 11.3 en el Avenida. A su muerte, el 21.10.1916 “en el manicomio de
Leganás”, La Nación lo despidió como “el último gran cómico que tuvo el
género chico”. La tiple Consuelo Carreras debutó en enero 1923 en el teatro San
Martín: según La Nación del 5.1 ya era “ventajosamente conocida por su
larga actuación durante varias temporadas en diversos escenarios porteños”; en
octubre 1924 integró la compañía de Felipe Panigazzi que actuó en el Excelsior.
8. Su juventud
Poco se sabe de la juventud de EC –y es en este
punto donde el autor hubiera necesitado de su testimonio–: que vivía en el
barrio de San Nicolás; que cursó estudios primarios y abandonó los secundarios;
que a los 16 años ya trabajaba en los Estudios San Miguel y que, por lo tanto,
no pudo (o no quiso) seguir estudios universitarios; que le gustaba mucho el
fútbol, lo jugaba y era hincha de River Plate, a cuyos encuentros asistía con
frecuencia.
A San
Miguel ingresó en 1941 obviamente recomendado por su hermano Nicolás, quien
trabajaba allí desde 1939. Su trabajo oficial lo desempeñaba en el Departamento
de Publicidad, haciendo llamados, repartiendo gacetillas, visitando los
estudios para recabar información de los films en rodaje. Sin embargo, parece
haber hecho allí de todo un poco, algo lógico teniendo en cuenta su extrema
juventud: Aníbal Di Salvo, quien por entonces era operador de cámara exclusivo
de los estudios de Bella Vista, lo recordaba vívidamente repartiendo los vales
de comida desde un trailer ubicado
cerca del arroyo de General Pacheco donde se filmaron los exteriores de La dama duende. Corría 1944.
En 1947, a
sus 22 años, comenzó a sumar actividades paralelas. Así, fue uno de los pilares
en la organización de la Sociedad Independiente Filmadora Argentina (SIFA), la
empresa unipersonal de Armando Bo, un habitual de los Estudios San Miguel ya
que estaba casado con una de las chicas Machinandiarena. EC ocupó el cargo de
jefe de Publicidad de la flamante productora y distribuidora, pero también
ayudaba a Armando en lo relacionado con la distribución del futuro material de
la empresa, que realizó su primer film, Pelota
de trapo, a comienzos de 1948.
Ese mismo año inició una breve carrera como periodista cinematográfico: su frecuentación de actores y directores le posibilitó contar con invitados y con material informativo de primera mano, que volcaba primero en una audición que compartía con José Antonio Vega por Radio Libertad los lunes, miércoles y viernes a las 23 y los domingos a las 11 y luego, ya independizado, en la audición Ecos de cine, también por Libertad pero los martes, jueves y domingos de 17.30 a 18. De acuerdo a su libro de memorias, escribió algunas críticas para Clarín, pero sin firmarlas, y también fue secretario de José Ramón Luna “para realizar la publicidad de las películas mexicanas que se presentaban en la Argentina”. [Continuará]
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