PERFILES
Alfredo Ruanova, entre dos
países
Con un film horroroso titulado La obertura se despidió del cine el escritor y productor Alfredo Ruanova (Alfredo Esteban Ruanova Vázquez; Buenos Aires, 10.11.1919 / México DF, México, 4.9.1977), cuya trayectoria profesional tiene varios puntos en común con la de su colega José María Fernández Unsain [véase en este blog, 25.4.2025]: los orígenes teatrales, ingresaron al cine en 1950 en la empresa Emelco, escribieron juntos algunos guiones para un puñado de films argentinos, simpatizaron con el gobierno peronista tras cuya caída se exiliaron en México al mismo tiempo, ostentaban casi la misma cantidad de films (aquel 133, éste 127), incursionaron esporádicamente en el teatro, crearon sus propias casas de producción, murieron en el Distrito Federal. Fueron grandes amigos, además.
Hijo del abogado homónimo
especializado en litigar asuntos vinculados al teatro en los años 20, Ruanova
fue periodista deportivo y representante de compañías teatrales antes de dedicarse
al cine, menesteres para los que firmaba como Alfredo Díaz Ruanova, tal vez
para no ser confundido con su progenitor. Su filmografía argentina incluye un
film destacable, Del otro lado del puente, sólido relato policial. Su
simpatía por el gobierno peronista fue epidérmica pero de cualquier forma lo
marcó y cuando ese gobierno fue derrocado decidió radicar en México, donde su
capacidad de inventar historias encontraría campo más propicio que el de la
paupérrima industria argentina de 1956-1957.
Sin embargo, antes de su partida, y alternando con los guiones para cine, tuvo una breve pero intensa actividad teatral: de hecho, incursionó poco y nada en ese medio. En marzo 1955 estrenó el dramita Una sombra apenas, que le representó una compañía dirigida por Alberto D’Aversa y encabezada por Santiago Gómez Cou, resultando un fracaso fulminante. A pesar de lo cual, fue por más y se erigió en empresario, autor y director de una compañía de revistas con Tito Lusiardo como main –y única– attraction, secundado por una especie de tercera línea de actores y bailarinas (Pepe Armil, Sarita Olmos y en descenso) que, con música del veterano Eugenio De Briganti –compositor habitual en films de Torres Ríos de los 30– hizo su debut el 2.9.1955 en el Coliseo Podestá de La Plata con el estreno de una “superproducción en graciaScope y churrocolor” que, en la siguiente parada en Tucumán ya había cambiado su título. Luego se interpuso lo que la Historia conoce como Revolución Libertadora y la presentación del elenco en la Capital Federal debió ser postergada hasta comienzos de noviembre, con el agregado de la cantante Elena de Torres y algunos de sus cuadros de letra actualizados a lo que el cronista de La Prensa (10.11.1955) consideró “con tono mesurado y agradable buen humor, se ridiculiza a varias figuras del gobierno anterior”, esto es, un peronista al menos friendly que de la noche a la mañana devino antiperonista. En 1975 fue uno de los autores de una revista representada en el teatro El Nacional porteño. Finalmente, él mismo contó en algún reportaje que en 1976 estrenó en el DF No me toques la obertura, producida por la empresa EXESA, que superó las 300 representaciones, pero de la que no existen registros fidedignos acerca de su real existencia.
En algún momento de 1957 partió con su familia y desde los primeros días encontró trabajo gracias a Julio Porter, instalado allá un año antes. En ambos países escribió historias de todo tipo y color: biografías (Eduardo Arolas, Alfonsina Storni), policiales, melodramas, parodias, rancheras, tequila-westerns, terror, horror y aledaños (incluyendo adaptaciones de Poe y Stevenson), luchadores y karatecas de ambos sexos, films-de-cantante, ie-ie-ié, picarescas, eróticas para Isabel Sarli y Libertad Leblanc, dramatizaciones de “corridos” y nuevas versiones de antiguos films argentinos (El fantasma de la opereta, ¡Fúlmine!, Flor de durazno, Los chicos crecen). Destacó, sin embargo, en un subgénero eminentemente mexicano, el del film de terror seriado y en episodios, una especialidad de los Estudios América: así, firmó historias para las series de Chucho el Roto (cuatro, con Carlos Baena), un bandido generoso del siglo XIX surgido de una leyenda popular; de Nostradamus (cuatro, con Germán Robles “Tin Tan”), capa-y-espada en la Francia del siglo XVI, adaptación libre de una novela de Michel Zevaco; de Neutrón El Enmascarado Negro (cinco, en dos etapas, con Wolf Rubinsky), respuesta de los Estudios América a Santo el Enmascarado de Plata de la Filmadora Panamericana; de las hermanas X (cuatro), luchadoras; de El Texano (cinco, en años diversos), westerns; de Rocambole (dos, con Julio Alemán), sugerido por el personaje creado por Ponson du Terrail; y de Blue Demon (dos), otro enmascarado. Sus colaboradores más asiduos fueron Carlos Enrique Taboada, Federico Curiel y Manuel García Camberos, y en un film (4 contra el crimen, con Leblanc) supo colaborar con nadie menos que Gabriel García Márquez, aunque éste todavía no era “el” García Márquez sino un periodista que vendía historias para el cine como modo de mantener a su familia.
Pero su socio más habitual, tanto en los libretos cuanto en la producción, fue sin duda Emilio Gómez Muriel (1910-1985), prolífico director, guionista y productor que se inició como extra en films estadounidenses, luego fue compaginador y productor y el más estrecho colaborador del director Fred Zinnemann y del fotógrafo Paul Strand en el rodaje en localizaciones mexicanas del documental Redes (1934-1935), devenido clásico. Se inició como director en 1943 y en su extensa filmografía dirigió a varios argentinos (Sandrini, Niní Marshall, Amelia Bence, Leblanc, Zulma Faiad). El primer film que escribieron juntos fue Dos gallos y dos gallinas: ocurrió en 1962 y fue el punto de partida de una colaboración que no se limitó a la escritura de guiones para los más importantes productores aztecas sino en la asociación en diversas casas de producción, las mexicanas Producciones Cinetelmex SA y Cinetelmex Internacional SRL y las argentinas Armex SRL y Cinetelmex Argentina SRL. Ruanova, da solo, también creó la argentina Special Films SRL, que produjo apenas un film. La sociedad con Gómez Muriel se disolvió luego del rodaje de La bastarda y de diez años de pingües negocios.
Estimulados por las
facilidades crediticias otorgadas por el Instituto Nacional de Cinematografía (INC),
así como por su interesante sistema de recuperación industrial, ambos socios
decidieron extender sus negocios a la Argentina, que concretaron entre 1965 y
1972. Los films que hicieron en Buenos Aires fueron financiados por la
distribuidora Películas Mexicanas de Argentina SRL con dinero excedente de las
liquidaciones no reintegrables. Ya en 1963, al regreso de un viaje, su gran
amigo Chas de Cruz escribió que “el argumentista que más trabaja y que gana más
dinero en el cine mexicano es el argentino Alfredo Ruanova”. En 1973 vino
contratado por el Canal 9 de TV, para el que escribió y produjo la miniserie El
barón de Brankován, emitida desde el 5.3.1973, los lunes, en cinco
episodios, tal vez la reescritura de alguno de sus tantos guiones para horror movies.
Un largo texto que escribió para
el Heraldo del Cinematografista, publicado el 2.5.1962 (pág. 88),
ilustra en dos de sus párrafos no sólo su modalidad de trabajo sino también su
pensamiento respecto del cine. “En ocasión de una entrevista que se me hizo
durante mi último viaje a Buenos Aires, sinteticé mi opinión en Noticias
Gráficas con estas palabras: «Admiro y respeto a Torre Nilsson, pero no
olvido a Manuel Romero». Quise con ello declarar públicamente que si bien entiendo
que de ninguna manera debe dejarse de lado el tipo de película importante, no
necesariamente por su costo, pero sí de indudable inquietud artística, tampoco
debe subestimarse la imperiosa necesidad de fijar un cierto porcentaje de la
producción a la realización de ese tipo de films tan injustamente vapuleados
con la despectiva denominación de «comerciales». Me niego rotundamente a
considerar ese término como sinónimo de mala palabra. Por supuesto, no digo
nada nuevo al incluir en la calificación de «comercial», clásica en la
terminología cinematográfica, el género corriente de aventuras, las policiales,
cómicas, musicales o de terror como así también la remanida comedia amable
familiar o de atrevidos equívocos, en fin, la típica producción que los americanos
denominaron hace ya muchos años de «divertimento». […] El cine no es solamente
festivales más o menos espectaculares ni encomiables críticas de aburridos
eruditos. El cine, desde el momento que exige grandes inversiones, compromete
el inevitable reintegro de dividendos. Es una industria sin vuelta de hoja que,
por milagrosa excepción, posibilita en ciertos y contados casos la realización
de verdaderas obras de arte”.
Su filmografía es monumental: la producida en la Argentina se enumera en riguroso orden cronológico de rodaje, no así la mexicana, puesto que no hay datos precisos y sostenidos al respecto y porque su industria cinematográfica ostenta una característica tal vez única, al menos para el continente, la de las filmaciones simultáneas de dos o más films así como de serials al estilo de las estadounidenses y francesas de comienzos del cine; en todos los casos, se sabe, el autor escribe a destajo y entrega sus guiones sin saber en qué momento serán producidos; no obstante, dentro de lo posible se ha tratado de mantener una cierta coherencia cronológica. Toda vez que ha sido posible, para la siguiente filmografía se han consultado los títulos de crédito. Un detalle significativo: en los buscadores de la internet, donde es posible encontrar 375.849 ilustraciones del cantante a la moda o del asesino serial más terrible, no hay fotos de Ruanova. Encontré apenas una, en cuyo epígrafe el medio que la publicó ni siquiera lo individualiza y reemplaza su nombre por signos de interrogación.
Isabel de Flores y Oliva
Producciones argentinas: Derecho viejo (Manuel Romero, 1950: ARGM y G, acreditado como Alfredo E. Ruanova), Del otro lado del puente (Carlos Rinaldi, 1953: ARGM), El cartero (Homero Cárpena, 1953: ARGM), El mal amor (Luis Mottura, 1953: G), El fantasma de la opereta (Enrique Carreras, 1954: ARGM y G), Vida nocturna (Leo Fleider, 1954-1955: ARGM), La sombra de Safo (Julio Porter, 1956: G), Dos basuras (Kurt Land, 1956: G) y Alfonsina (Land, 1956: ARGM y G) – Producciones mexicanas: Lágrimas de amor (Alfonso Corona Blake, 1958: ARGM), El fantasma de la opereta (Fernando Cortés, 1959: ARGM), Chucho el Roto, Aventuras de Chucho el Roto, La captura de Chucho el Roto y La entrega de Chucho el Roto (los cuatro Manuel Muñoz R., 1959, filmados al mismo tiempo: ARGM y G), El pandillero (Rafael Baledón, 1959: ARGM), La maldición de Nostradamus (Federico Curiel, 1959: ARGM y G, serial en episodios rodados simultáneamente y distribuidos en cuatro largometrajes: 1. El dedo del destino, 2. El libro de los siglos, 3. Las víctimas de la noche, 4. Nostradamus y el destructor de monstruos, 5. El estudiante y la horca, 6. El ataúd vacío, 7. Nostradamus el genio de las tinieblas, 8. Más allá de la vida, 9. El huyó de la noche, 10. La sangre de Nostradamus, 11. El aparecido del convento, 12. El ave negra, y 13. La última víctima), El espejo de la bruja (Chano Urueta, 1960: ARGM), Tirando a matar (Baledón, 1960: ARGM y G), Que me maten en tus brazos (Baledón, 1960: ARGM y G), Orlak –El Infierno de Frankenstein– (Baledón, 1960: ARGM y G), El malvado Carabel (Baledón, 1960: G, acreditado como A. Ruanova, sobre la pieza teatral de Wenceslao Fernández Flores), Neutrón –El Enmascarado Negro– (Curiel, 1960: ARGM y G, serial en episodios filmados al mismo tiempo y distribuidos en tres largometrajes: 1. El enmascarado negro, 2. Caronte triunfa, 3. El invento diabólico, 4. Neutrón contra el doctor Caronte, 5. El testamento del doctor Caronte, 6. Frente a frente, 7. Los autómatas de la muerte, 8. El enano verdugo, y 9. La bomba diabólica), Dinamita Kid y Sangre sobre el ring (ambos Curiel, 1960, filmados al mismo tiempo: ARGM y G), Ahí vienen los Argumedo (Muñoz R., 1961, en tres episodios: Dos parranderos con suerte, Rancho en condominio y Llegan los novios: ARGM y G) y su continuación Vuelven los Argumedo (Muñoz R., 1962: ARGM y G), Rostro infernal (Alfredo B. Crevenna, 1962, en tres episodios: Rostro infernal, El error fatal y La trampa) y su continuación La huella macabra (Crevenna, 1962, en tres episodios: La huella macabra, El beso de la muerte y El murciélago fantasma: ARGM y G), Dos gallos y dos gallinas (idem, Emilio Gómez Muriel, 1962: ARGM y G) y su continuación Los
apuros de dos gallos (idem, Gómez Muriel, 1962: ARGM y G), El monstruo de los volcanes y El terrible gigante de las nieves (ambos Jaime Salvador, 1962, rodados al mismo tiempo: ARGM y G), Tin-Tan el hombre mono –Primera jornada– (Curiel, 1962: G) y su continuación El tesoro del rey Salomón (Curiel, 1962: ARGM), La casa de los espantos (Crevenna, 1962, en tres episodios: La casa de los espantos, La muerte tiene una cita y La trampa del vampiro: G) y su continuación Echenme al vampiro (Crevenna, 1962, en tres episodios: Echenme al vampiro, La mansión negra y Siete condenados: G), Twist –Locura de juventud– (idem, Miguel M. Delgado, 1962: ARGM y G, acreditado como A. Ruanova), Aventuras de las hermanas X (Curiel, 1962, en dos episodios: ARGM y G) y su continuación Las vengadoras enmascaradas (Curiel, 1962, en dos episodios, Jimmy y Astucia diabólica: ARGM y G), Los parranderos (Crevenna, 1962, en tres episodios, Los parranderos, Dos fuereños de cuidado y Yo quiero al otro: ARGM y G) y su continuación Qué bonito es querer (Crevenna, 1962, en tres episodios: ARGM y G), Mi vida es una canción (idem, Delgado, 1962: ARGM y G), Tres palomas alborotadas (Gómez Muriel, 1962: ARGM y G), La garra del leopardo (Salvador, 1962: ARGM), Dos alegres gavilanes (Crevenna, 1962: ARGM y G) y su continuación Dos inocentes mujeriegos (Crevenna, 1963: ARGM y G), El mariachi canta (idem, Delgado, 1963: G), La sonrisa de los pobres (Baledón, 1963: ARGM y G), De color moreno / De color moreno (idem, Gilberto Martínez Solares, MX/E, 1963: ARGM y G), Las hijas del Zorro (Curiel, 1963: ARGM y G) y su continuación Las invencibles (Curiel, 1963: ARGM y G) [Estos dos films continúan las peripecias de Aventuras de las hermanas X y Las vengadoras enmascaradas], Tres muchachas de Jalisco (Gómez Muriel, 1963: ARGM y G) y Las dos galleras (Curiel, 1963: ARGM y G) – Una producción ecuatoriana: En la mitad del mundo (Ramón Pereda, 1963: G) – Producciones mexicanas: Los hermanos Barragán (Crevenna, 1963: ARGM y G) y su continuación La sombra del Mano Negra (Crevenna, 1963: ARGM y G), La diosa impura / La diosa impura (Armando Bo, MX/A, 1963: ARGM y G), El tejano (Crevenna, 1963, en tres episodios, El tejano, El aviso y La trampa: ARGM y G) y sus dos continuaciones, El secreto de el texano (Crevenna, 1963, en tres episodios, El secreto de el texano, Los asesinos y El farsante: ARGM y G) y Vuelve el texano (Crevenna, 1963, en dos episodios, Carrera con la muerte y La coartada: ARGM y G); Canta mi corazón (idem, Gómez Muriel, 1964: ARGM y G), La maldición del oro (Salvador, 1964: ARGM) y su continuación El asalto (Salvador, 1964: ARGM), El criminal sádico (Crevenna, 1964: ARGM y G) y su continuación Los asesinos del karate (Crevenna, 1964, en tres episodios, Los asesinos del karate, El crimen organizado y La traición: ARGM y G), Para todas hay (Crevenna, 1964: ARGM y G) y su continuación Cada oveja con su pareja (Crevenna, 1964: ARGM y G), Alma llanera (Martínez Solares, 1964: ARGM y G), El fugitivo (idem, Gómez Muriel, 1964: ARGM y G), Los endemoniados del ring (Crevenna, 1964: ARGM y G) y su continuación La mano que aprieta (Crevenna, 1964: ARGM y G), El pueblo fantasma (Crevenna, 1964, en tres episodios, El pueblo fantasma, El vampiro y El cobarde: ARGM y G), Gallo corriente, gallo valiente (Salvador, 1964: ARGM y G), Los sheriffs de la frontera (René Cardona, 1964: ARGM y G), Me cansé de rogarle (Gómez Muriel, 1964: P, ARGM y G) – Una producción argentina: Nacidos para cantar (Gómez Muriel, 1965: P, ARGM, G y letra de una CN) – Producciones mexicanas: La maldición del oro (Salvador, 1965: ARGM), Gigantes planetarios y El planeta de las mujeres invasoras (ambos Crevenna, 1965, rodados al mismo tiempo: ARGM y G), Nosotros los jóvenes (idem, Roberto Rodríguez R., 1965: ARGM y G) y Los Sánchez deben morir (Delgado, 1965: ARGM y G) – Otra producción argentina: Muchachos impacientes (Julio Saraceni, 1965: P, ARGM, G y letra de cuatro CN) – Más producciones mexicanas: ¡Viva Benito Canales! (Delgado, 1965: ARGM y G), Sangre en Río Bravo (Rodríguez R., 1965: ARGM y G) y Rocambole vs. las mujeres arpías y Rocambole contra la Secta del Escorpión (ambos Gómez Muriel, 1965: ARGM y G) – Una producción argentina: La perra (Gómez Muriel, 1966: P, ARGM y G) – Otras producciones mexicanas: Una horca para el texano (Crevenna, 1966, en dos episodios, Una horca para el texano y El asesino misterioso: G) y su continuación Arriba las manos texano (Crevenna, 1966: G), Báñame mi amor (Gómez Muriel, 1966: ARGM y G) y Amanecí en tus brazos (Rafael Portillo, 1966: G) – Coproducción filmada en Perú: Pasión oculta / Pasión oculta (idem, Crevenna, MX/PE, 1966: ARGM y G) – Producciones mexicanas: El asesino… se embarca (Delgado, 1966: ARGM y G), Blue Demon destructor de espías (Gómez Muriel, 1967: ARGM y G) y su continuación Pasaporte a la muerte (Crevenna, 1967: ARGM y G), Esclava del deseo (idem, Gómez Muriel, 1967: P, ARGM y G), El corrido de «El Hijo Desobediente» (Gómez Muriel, 1967: P, ARGM y G), Muñecas peligrosas (Baledón, 1967: ARGM y G) y su continuación Con licencia para matar (Baledón, 1967: ARGM y G), 4 contra el crimen (Sergio Véjar, 1967: G), La endemoniada (idem, Gómez Muriel, 1967: PA, ARGM y G), Los amores de Juan Charrasqueado (Delgado, 1967: G), Cinco en la cárcel (Gómez Muriel, 1967: ARGM y G), El hijo pródigo (Servando González, 1968: ARGM y G) y Las impuras (Crevenna, 1968: ARGM y G) – Otra producción argentina: La cama (Gómez Muriel, 1968: P, ARGM, G y letra de una CN) – Más producciones mexicanas: Los siete proscritos (Baledón, 1968: ARGM y G), Mujeres de medianoche –Maten a la impúdica– (idem, Corona Blake, 1968: P, ARGM y G), Flor de durazno (Gómez Muriel, 1969: P y G, sobre la novela de Hugo Wast), Su precio… unos dólares (Raúl de Anda Jr., 1969: ARGM), La buscona (idem, Gómez Muriel, 1969, filmado en Uruguay: P, ARGM y G), Los corrompidos (idem, Gómez Muriel, 1970: P, ARGM y G), En estas camas nadie duerme (Gómez Muriel, 1970: P, ARGM y G) y El profe (idem, Delgado, 1970: G) – Dos producciones argentinas: Todos los pecados del mundo
(Gómez Muriel, 1971: P, ARGM y G) y La bastarda (Gómez Muriel, 1972: P, ARGM y G) – Ultimas producciones mexicanas: El hombre y la bestia (Julián Soler, 1972: P y G, sobre Dr. Jekyll and mr. Hyde de Stevenson) y Satanás de todos los horrores (Soler, 1972: P y G, sobre The fall of the house of Usher de Poe) – …Y sus últimas producciones argentinas (y últimas, a secas): Me enamoré sin darme cuenta (Fernando Siro, 1972: P, ARGM y G), Los chicos crecen (Carreras, 1974: G, sobre la pieza teatral de Darthés y Damel) y La obertura (Saraceni, 1976: PA y G, supuestamente sobre su pieza teatral No me toques la obertura).
Actividad teatral:
autor de Una sombra apenas (18.3.1955, Grand Splendid) / autor,
empresario de compañía y director de Gran
menú rico plato todas mujeres menos cuatro (2.9.1955, Coliseo Podestá –La
Plata, BA–), luego rebautizada Estas sí
que son revistas (13.9.1955, Alberdi –San Miguel, Tucumán–), luego
rebautizada La razón de mi huída!..
(8.11.1955, Argentino), y La mayor y la
menor (18.11.1955, Argentino) / autor de uno de los cuadros de la revista ¡Viva la Libertad! (26.4.1975, El
Nacional).
[Una persona llamada Jorge Ruanova, tal vez
su hijo, acaso un sobrino, interpretó una pequeña parte en Todos los pecados del mundo y luego fue pizarrero (no acreditado)
en Patolandia nuclear (Saraceni,
1978)].