domingo, 13 de abril de 2025

PERFILES

Adolfo Slazy

Días atrás, la señal de cable TV5 emitió una copia espléndidamente restaurada de un film titulado Gardez la sourire, que es la versión hablada en francés de la producción austríaca Sonnenstrahl (Paul Fejos, 1933), realizadas ambas en tiempos del incipiente cine sonoro en los que eran filmadas simultáneamente versiones en distintos idiomas de una misma historia, cambiando en ciertos casos sólo a sus actores centrales. Lo que llamó la atención del televidente argentino fue un nombre en los títulos de crédito: “prise de vue Adolf Schlasy”, decía.

Gardez la sourire: Annabella y Gustav Fröhlich

   Ocurre que ese nombre es bien conocido por quienes guardan cierta afinidad con la letra chica del cine nacional, y lo conocen como Adolfo Slazy, el nombre que adoptó tras su radicación en la Argentina. Pero el hombre tuvo nombres diversos: nació como Adolf Schlesinger en Alwernia, el 23.5.1986, en momentos en que esa ciudad pertenecía al imperio austro-húngaro, pero a sus 19 años se había radicado en Viena e ingresado a la poderosa productora Sascha-Filmindustrie AG, integrando los equipos de cámara y siendo acreditado como Adolf Schlasy. En tanto director de fotografía, lo fue en films europeos dirigidos por Max Neufeld, Fejos, Wilhelm Thiele, Carl Boesse, Christian-Jaque, Max Nosseck, Benito Perojo y, entre otros, Paul Cziner, para quien fotografió al menos media docena de títulos protagonizados por Elisabeth Bergner.

   Ante el advenimiento del nazismo, Slazy puso pies en polvorosa, primero en Francia y de inmediato en España: fue allí, a instancias de Momplet, ya apalabrado para filmar en la Argentina, que Slazy decidió hacer lo propio. Su trabajo inicial lo concretó para una empresa ocasional, la Federal Film de Antonio Ambrosio y Luis Landini, pero luego fue contratado por la Río de la Plata de Francisco Canaro y por la poderosa Estudios San Miguel, para la que tuvo el honor de fotografiar sus tres films iniciales, Petróleo, Novios para las muchachas y Sendas cruzadas. Sin embargo, su escasa filmografía local, con notorios espacios temporales de inactividad (al menos en largometrajes industriales) y en su mayor parte realizada para productores independientes, revela que su trabajo no reflejaba los logros obtenidos en Europa: quizás estaba ya cansado, tal vez no contó con realizadores que le exigieran un poco más, lo cierto es que solía ser contratado cuando sus colegas más en el candelero tenían su agenda colmada.

Bendita seas: Mecha Ortiz y Elisardo Santalla

   En un breve intervalo de su actividad en Buenos Aires, Slazy fue conchabado por productores chilenos, instancia que Ricardo Younis recordó en una publicación de la Asociación Argentina de Autores de Fotografía Cinematográfica (ADF): “Otro director chileno, Pablo Petrowitz, traía a Adolfo Slazy como DF (el mismo de los films de Elizabeth Bergner en la UFA de Berlín) y me ofrecieron hacer la cámara. Reconozco que él fue mi gran profesor, sin duda alguna me formó profesionalmente”. Slazy haría otra producción chilena, pero rodada en la Argentina.

   Su último rastro en la Argentina se registra en El bruto, film de Cavallotti en el cual hizo sólo los primeros días del rodaje para ser luego reemplazado por Julio César Lavera. No hay datos acerca de fecha y lugar de su fallecimiento, pero de seguro no fue en 1955, como (des)informan algunas fuentes.

En la vía: Ernesto Báez y Olga Zubarry

Filmografía en la Argentina: Cantando llegó el amor (James Bauer, 1938), Turbión (Antonio Momplet, 1938), Petróleo (Arturo Mom, 1940: acreditado Adolfo Schlazy), Novios para las muchachas (Antonio Momplet, 1940: acreditado Adolfo Schlazy), Sendas cruzadas (Belisario García Villar y Luis Morales, 1941) – En Chile: Verdejo gobierna en Villaflor (Pablo Petrowitsch, 1942), P’al otro lao –Yo en Buenos Aires– (27 millones –P’al otro lao–, José Bohr, 1942: FADIC, NA) – En la Argentina: Pacha-Mama (Roberto de Ribón, 1943), La gran tentación (Ernesto Arancibia, 1948: acreditado Adolfo Weit Slazy), Fascinación (Carlos Schlieper, 1949), Una ventana a la vida (Mario Soffici, 1952-1953: acreditado Adolfo Slazi), Bendita seas (Luis Mottura, 1955), En la vía (Alberto Du Bois, 1959), El bruto (Rubén W. Cavallotti, 1961: FADIC, NA).

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