DINASTIAS
Los Larrán
(o como sea que se llamen)
El
apellido original es Larrambebere, pero por alguna razón los numerosos miembros
de esta familia eligieron utilizar diversas variantes: Larrán de Vere, Larán,
Larrán.
El pater
familiae se llamaba Eustaquio
Alberto Larrambebere (Buenos Aires, 29.3.1897 / 22.1.1968) y tal vez no
debería encajar en este artículo, dedicado al cine, medio en el que nunca
incursionó. Sin embargo, resulta ser una figura muy atractiva para su estudio
periodístico: fue un escritor a tiempo completo, diversificado en poesía,
novela, ensayos y teatro, que por lo general firmaba su enorme producción
literaria como A. Larrán de Vere. Se inició como músico: en agosto 1925
integraba el “Dúo Larrambebere-Cánepa, canto y guitarra”, presentándose en la
radiofonía y en cines de barrio como número de variedades, y por LOV Radio
Brusa solía ofrecer disertaciones sobre temas tales como “El libro para el
ciego”, puesto que en 1924 había sido uno de los fundadores y el primer
secretario de la Biblioteca Argentina para Ciegos. La mayor parte de sus textos
fueron escritos bajo contrato con la Editorial Atlántida para su Biblioteca
Billiken, y conocieron varias reediciones en épocas en que el patriotismo
todavía tenía algún valor: es que entregaba biografías con el acento puesto en
los héroes de la patria. En tanto periodista, artículos suyos aparecieron en
otras revistas de esa editorial (El
Gráfico, Billiken, Para Ti, La Chacra), así como en Caras
y Caretas, El Hogar, Fray Mocho, Mundo Argentino y en el diario La
Razón. Los libros más antiguos los publicó hacia finales de los años 20
para una editorial denominada El Inca. Un repaso por la información disponible
arroja el siguiente, impactante resultado.
Publicaciones: Rosas de cerco (1926, poesía), Horeb (1927), Moneda vieja, Mujeres en el arte, Biblioteca Argentina para Ciegos –Su labor panamericanista–, El alma intacta (novela) y Vicenta Castro Cambón –Su vida y su obra– (1928), Franklin, Liniers –El héroe de la reconquista– y San Martín (1941), Sarmiento –El gran civilizador– (1942), El teatro en la escuela, Belgrano y San Francisco de Asís (1944), El rastreador (1945), Héroes del trabajo en la Argentina (1949), Mariano Moreno (1950), Güemes y Rivadavia (1951), Carnada viva –Relatos para pescadores– (1956), Titanes del trabajo –Forjadores de la Argentina– (1958), Urquiza (1961), La imprenta (1963) y, sin fecha confirmada, Mitre, La semana de mayo de 1810 y La casa de mis muñecas – Teatro: Un gran cuento nacional (1932, firmada con Oscar R. Beltrán), La moderna Cenicienta (1943), El alma de los muñecos (13.3.1949, Cervantes) y Polilla la mentirosa (1949, Casa del Teatro).
El más popular –por decirlo de algún modo– y mayormente entregado al cine fue Alberto Larrán (Alberto E. Larrambebere Lizza; Morón, Buenos Aires, 23.3.1923 / Buenos Aires, 1.5.1981), un profesional que pisó muy fuerte en la industria aunque nunca dirigió un largometraje, por lo que, en consecuencia, investigadores e historiadores tendimos, tendemos y tenderemos a ignorarlo.
Larrán
se inició en tareas diversas en la empresa publicitaria Lowe y desde fines de
los 40 pasó a desempeñarse en Emelco, su subsidiaria productora de
largometrajes, con el cargo de jefe de Publicidad. Sin embargo, en algunas de
sus producciones accedió a otros niveles: en Madre Alegría adaptó con
Sebastián Rives y Ricardo Núñez la pieza teatral de Luis Fernández de Sevilla y
Rafael Sepúlveda; en El gaucho y el Diablo fue asistente de dirección y
en Caballito criollo director de la 2ª unidad. Cuando la empresa dejó de
producir fue designado jefe de la sección cinematográfica del Ministerio de
Relaciones Exteriores; urdió con Rives el argumento para un proyecto no
concretado, “Fierro a fondo”, que iba a dirigir Alejandro Wehner en 1952 y para
el que sólo se hicieron tomas documentales de la carrera de autos con la que el
9.3.1952 fue inaugurado el Autódromo 17 de Octubre (actual Autódromo Oscar y
Juan Gálvez, en Villa Riachuelo) y tomas sin actores en la calle Florida, en el
barrio de la Boca y en el Dock Sud; desde 1954 fue contratado por la productora
Sudamfilm, empresa de David Cabouli para la que manejó el lanzamiento de Su seguro servidor y para la cual
dirigió en 1955 varios cortos musicales (con Eduardo Falú, con Los
Chalchaleros, con la guitarrista María Luisa Anido, con el ballet infantil de
Beatriz Ferrari y otros) de una serie denominada Argentina musical; en
1958 realizó una producción documental-institucional de Lowe para la Escuela de
Mecánica de la Armada (ESMA), Entre la doble inmensidad, siendo muy
probable que concretara otros trabajos para esa empresa, por entonces muy
activa en el rubro; y para el Noticiario
Panamericano hizo en 1963 Un amigo que viene de lejos por encargo de
Gas del Estado.
A comienzos de los 60 dirigió programas para
el Canal 9 de TV, entre ellos Fiesta del
25, un extenso y súper estelar show
conmemorativo de la fecha patria emitido el 25.5.1961 hacia el mediodía sobre
libreto de Emilio Villalba Welsh que incluía una “pintura evocativa” de
Mariquita Sánchez de Thompson, interpretada por Fernanda Mistral, y los ciclos
de música folklórica Fogón en la huella
(desde noviembre 1960) y La pulpería de
Mandinga (desde el 25.6.1961), éste con libretos de José Ramón Luna y
conducción de Julio Márbiz. Años más tarde, Larrán fue titular –con Juan Carlos
Garate y Mario Soffici– de Producciones GSL SRL, empresa satélite de Argentina
Sono Film que produjo –sin intervención personal suya– siete largometrajes: Los
acusados (Antonio Cunill, 1959), Propiedad (Soffici, 1961), El
Club del Clan (Enrique Carreras, 1963-1964), Los hipócritas
(Carreras, 1964), Necesito una madre (Fernando Siro, 1965), La
Cigarra está que arde... (Lucas Demare, 1966) y Escándalo en la familia
(Julio Porter, 1966). Hacia 1961-1962 tomó algunos cursos en el Centro
Sperimentale di Cinematografia, en Roma, regresando al país en agosto 1962. Sin embargo, su despegue en tanto director y
productor se verifica a mediados de los años 60, cuando establece la empresa
Alberto Larrán Asociados, con oficinas en el 2º piso de Uruguay 864, mudadas al
piso 8º en 1972, año en que su jefe de Relaciones Públicas era el capitán de
Navío (RE) Raúl Imposti.
Su tarea principal ha sido la de establecer
lazos muy sólidos con diversas instituciones (militares, gubernamentales,
empresariales) a las que les entregaba cortos y mediometrajes que exaltaban su
accionar: no casualmente el apogeo de su actividad se verifica en épocas de
dictaduras militares. Toda esa enorme producción la hizo con la colaboración de
técnicos profesionales del largometraje industrial y con el acento puesto en la
geografía del extremo Sur de la Argentina. En ocasiones emprendía un largo
viaje al cabo del cual del material obtenido lograba dos y hasta tres cortos,
de algunos de los cuales, además, editaba versiones de duración diversa en
castellano y en inglés. Larrán fue, en otro sentido, muy hábil en lo que
respecta a la difusión de sus films, que en su enorme mayoría tuvo salida
comercial en salas de primerísima línea, distribuidos tanto por Lowe cuanto por
los Mentasti. En todos esos años sus únicos competidores en ese terreno
específico fueron Juan Carlos Strambini, Marcos Casado Sastre y Ernesto
Guadalupe, quienes tampoco hicieron largometrajes.
Tras su fallecimiento, la posta fue tomada
por sus hijos Alberto y Susana, quienes continuaron utilizando el apellido
artístico a través de la empresa entonces denominada Alberto Larrán Cine SA,
con oficinas en 3 de Febrero 4020. Los restos de Larrán fueron –muy
apropiadamente– depositados en el Panteón Naval del Cementerio de la Chacarita.
Establecer una
filmografía suya es una tarea ardua, ya que la documentación orgánica acerca
del cortometraje aborigen es inexistente: la que sigue suma todos los títulos
encontrados en publicaciones diversas y en la vasta web, aunque ofrece
baches informativos y probablemente no sea exhaustiva:
Jefe de Publicidad
no acreditado: La barca sin pescador (Mario Soffici, 1949), Fascinación (Carlos Schlieper, 1949), Diez
segundos (Alejandro Wehner, 1949), Madre Alegría (Ricardo Núñez,
1949) – Guionista: Madre
Alegría (Núñez, 1949: acreditado como Alberto Larrambebere –h–) – Asistente de dirección: El
gaucho y el Diablo (Ernesto Remani, 1950, acreditado como Alberto
Larranbebere –h–) – Director de la 2ª
unidad: Caballito criollo (Ralph Pappier, 1951-1953, acreditado
como A. Larrambebere) – Jefe de
Publicidad no acreditado: Su seguro servidor (Edgardo Togni,
1954) – Director de cortometrajes:
varios
para la serie Argentina musical
(1955), Entre la doble inmensidad
(1958), Un amigo que viene de lejos
(1963), uno sobre ganadería (1964), La lección del hornero (1966), Las hojas doradas (1967), Operación Dorado (1968), Y de la Peña surgió una Flor..., Mendoza viste de blanco, Olavarría ya es futuro (+ G), Puentes para la Mesopotamia, El muro de agua y El camino del desarrollo (1969), Lago Argentino, Ruta 9, Bajo el cielo de Santa Cruz (+ G) y Reportaje a Tierra del Fuego (1970), Santa Cruz, tierra bendita y Colegio Militar (1971), Centenario de la Escuela Naval Militar
–Homenaje de la Armada Argentina– (1972: + P y G), Los ríos de hielo (1972), Tierra
del Fuego en invierno y Vacaciones en
Tierra del Fuego (1973), La patria
blanca (1973-1974: + P y G), El mar
nos une –Islas Malvinas– (1974: + P), Puerto
(1974: + P y G), Futaleufú –Un pedazo de
patria–, Las llaves del espacio
(1975: + P y G), La Escuela del mar
(1975, que algunas fuentes mencionan como La
Escuela de la libertad), Los
precursores (1976: + P y G), El
Pucará (1977: + P y G), A toda vela,
Con un ancla en las alas, El mar nuestro de cada día, Mensajera de la libertad, Tango a bordo y Entre la tierra y el mar (1977), Operación Marambio (+ P y G), Alas
para nuestro pueblo (+ P y G), Ushuaia
en invierno, Hasta el último confín,
El ACA en el Norte y Santa Cruz crece (1978), Pesca deportiva en Tierra del Fuego, Guardacostas en el Beagle y Destructor Hércules (1979: + P y G) e Investigación espacial (1980: + P y G).
Muy probablemente hijas del viejo Larrambebere y, por tanto, hermanas de Alberto, aparecen dos mujeres que utilizaban como apellido artístico uno diverso:
• Margot Larán fue 1º ayudante de dirección (script
girl) en Barrio gris (1954), El curandero (1955), Isla
brava (1958), Chafalonías (1960) y Propiedad (1961), todos
ellos dirigidos por Mario Soffici, así como en Los acusados (1959), dirigido por Antonio Cunill y producido por
Soffici, y en Una excursión a los indios ranqueles (1964-1965), film
iniciado en dos oportunidades y nunca terminado con dirección de Derlis M.
Beccaglia supervisado por Soffici, quien también actuaba en el primer intento
de 1964.
• Edith Larán, en fin, fue actriz en al menos
un largometraje, Besos perdidos (1943-1944), acreditada en el puesto nº
21 –y último–, film dirigido por su esposo, Mario Soffici.
Como ya se apuntó, a la muerte de Larrán se hicieron cargo de su empresa sus hijos, aunque Susana Larrambebere no parece haber tenido participación activa en film alguno sino apenas como socia de su hermano. Este se llama Alberto Alejandro Larrambebere (Buenos Aires, 16.3.1952) pero figura acreditado –al menos en sus pocos films encontrados– de diversas maneras, como se verá. Se inició en el equipo de fotografía en producciones de su padre y más adelante se desempeñó como compaginador, como asistente de dirección y como director de cortos hasta alcanzar una meta que su padre nunca logró, o acaso nunca le interesó, esto es, dirigir un largometraje, en su caso un documental sobre el celebrado armonista santiagueño Hugo Díaz (1927-1977), oficialmente producido por Larrán Films. Ocasionalmente incursionó en la TV, como director y director de fotografía de una miniserie en tres capítulos, especie de services movie en favor del gobierno de turno, titulada 125 (2010). La siguiente filmografía suya tampoco no es exhaustiva:
Asistente de
cámara: La patria
blanca (Larrán, 1973-1974), El mar
nos une –Islas Malvinas– y Puerto
(ambos Larrán, 1974), Las llaves del
espacio (Larrán, 1975), Operación
Marambio (Larrán, 1978) y Alas para
nuestro pueblo (Larrán, 1978), en todos ellos acreditado como Beto Larrán),
Destructor Hércules (Larrán, 1979) e Investigación espacial (Larrán, 1980),
en ambos acreditado como Alberto Larrán –h–) – Director de cortos: Paso al límite (1972), Tierra del Fuego (1983), Vinos y viñas de la Argentina (1984), La vida del puma (1985), Mensaje sin tiempo (1987), Julián (1998) y Senderos
de hielo (¿?) – Director de
fotografía: De ogros, duendes y alquimia (Christian Gruaz,
1988-1991, corto cuya PA es Alberto Larrán Cine SA) – Asistente de dirección: Punto de equilibrio (Ernesto
Parysow, 1998, MM: acreditado como Alberto Larrambebere) – Compaginador: Más
allá del límite (Ezio R. Massa,
1994: acreditado como Alberto Larrán), El desvío (Horacio Maldonado,
1997: acreditado como Alejandro Larrán) y Las muchachas (Alejandra
Marino, 2011: acreditado como Alberto Larrán) – Director de largometrajes: A los cuatro vientos –Un
homenaje a Hugo Díaz– (2004-2005: + P, G y CMADIC acreditado como Alberto
Larrán, y, acreditado como Beto Larrán, intérprete del Preludio nº 3 de
Bach) – Colaborador de compaginación: Mono con gallinas
(Alfredo León León, ECU/A, 2015).
Los miembros más jóvenes de la dinastía dedicados al cine son, salvo error u omisión, apenas dos. Patricio Larrambebere (Merlo, Buenos Aires, 15.1.1968), cuya principal actividad es la de artista plástico, por cierto con bastante obra exhibida en el país y en el exterior, una de las cuales ofrece una singular paradoja: en 2014 expuso en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, que está (o estaba) dentro del predio de la ESMA, que su abuelo exaltó en algunos de sus cortos. Su breve filmografía:
De
ogros, duendes y alquimia (Christian
Gruaz, 1988-1991, corto: PA), A los cuatro vientos –Un homenaje a Hugo Díaz–
(Larrán hijo, 2004-2005: CMADIC e I –“chofer”–) y Planta madre (Gianfranco Quattrini,
A/PE/I, 2012: “diseño libreta”).
Victoria Larrambebere, actriz, aparece como “Leticia”, uno de los “chicxs galpón” [sic] en Viaje al sol (Gustavo Sidlin, 2010), film nunca lanzado en cines pero que se puede ver por YouTube.
George Kaplan
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