DINASTIAS
Los Andreu
Aunque ya actuaban individualmente en el cine, una comedia de Enrique
Carreras titulada La mano que aprieta
registra la primera actuación de los hermanos Andreu en un mismo film. Los
Andreu son otro ejemplo de miembros de una dinastía de actores de las tantas
que han engalanado el negocio del espectáculo desde siempre en el mundo entero.
La suya es probable que comenzara en España, tal vez descendientes de los
fabricantes de un popular medicamento que un aviso publicitario en La Prensa (25.6.1927) recomendaba con
esta frase: “Si tienen tos no olviden las antiguas y renombradas pastillas del
Dr. Andreu, de Barcelona”. Especulaciones al margen, en la provincia de
Valencia actuaron al menos dos hermanos Andréu (el apellido original llevaba
tilde): Juan fue un destacado director, iluminador y operador de cámara con
alrededor de una docena de films realizados entre 1925 y 1927, en tanto Pura se
dedicaba al teatro y parece haber actuado en un solo film, Voluntad
(Mario Roncoroni, 1927). De ellos o quizá de algún otro hermano nació Antonio
Andréu, quien casó con Isabel Anchart conformando una pareja de actores de
vodevil que actuaron en la Argentina, donde intervinieron en apenas un film, El
último centauro (Enrique Queirolo, 1923). Aquí parieron dos hijos:
Tono Andreu (Antonio Tomás Andreu Anchart; Gualeguay, Entre Ríos, 1915 / Buenos Aires, 28.2.1981) comenzó a incursionar en el teatro hacia finales de los años 20, en calidad de “animador” en la compañía de revistas de Carlos Romeu que actuaba en el América del barrio de Boedo. Independizados de sus padres, Tono y su hermano Gogó hicieron todo el circuito de locales nocturnos (cabarets, boîtes, colmaos, confiterías del centro porteño), en una sólida sociedad artística que los volvió populares, tanto que fueron convocados por la radiofonía, que en aquellos iniciales años 40 estaba en su apogeo. El debut de Tono en el cine se verifica, curiosamente, en una producción chilena filmada en la Argentina, P’al otro lao: allí interpretó a “Tito Segovia” –personaje que llega de un pueblo del interior llamado Laguna Seca, aunque habla como un porteño–, amigo de la infancia de “Mabel” (Mabel Urriola), quien le había prometido ser su novia.
En ese film-debut, el joven
actor ya mostraba los tics y
manierismos que repetirá el resto de su trayectoria, que en el cine suma otros
33 largometrajes, en 18 de los cuales fue dirigido por Carreras. Su
especialidad era la composición de mucamos y mayordomos circunspectos,
sabihondos y admonitorios que solían tener a raya a sus patrones. Siempre en
personajes secundarios, lo más cerca que estuvo del protagonismo fue en el 2º
puesto jerárquico en Campeón a la fuerza
(detrás de Carlos Castro “Castrito”) y en ¡Flor
de piolas!.. (después de Angel Magaña), pero su personaje más entrañable,
acaso porque se salía de sus poco ambiciosos moldes, lo hizo como “Panchito
Rosales”, el sobrino de Enrique Serrano en Don
Fulgencio.
Gogó Andreu (Ricardo César Andreu Anchart; Buenos Aires, 27.7.1919 / 1.5.2012) se inició a los 9 años de edad en un espectáculo teatral en el que intervenían sus padres. Hacia septiembre 1929 ya integraba la compañía de Armando Discépolo en el teatro Nuevo, figurando en los programas como “Gogó Anchart”; pero la primera mención periodística en torno suyo aparece en la cartelera de espectáculos de La Prensa en su edición del 27.5.1930: en el cine Palace Medrano –“sala predilecta de las familias de Almagro, por su moral y buenas películas”, desde años más tarde apenas Medrano–, donde compartía la sección variedades con la Típica Troilo y la Jazz Sinfónica Tanturi, “actúa con rotundo éxito el célebre parodista, monologuista, cantos nacionales y guitarras: Gogó Ricardito Andreu acompañado por los guitarristas Bermúdez y Andreu”, texto en días subsiguientes en parte modificado (“el célebre actorcito”, el guitarrista “Anchard”). Al menos durante los dos años siguientes repitió la experiencia en los cines Standard, Güemes, Capitolio, Moderno y Gaona, siempre por un puñado de días, alternativamente anunciado (en las carteleras, no en las páginas de espectáculos) como “Gogó, una maravilla en miniatura, acompañado por la cancionista Isabel Anchart”, esto es, su madre, con la que reincidió en otras salas periféricas; “debut del niño prodigio Gogo, una maravilla en sus admirables interpretaciones de bailes y cantos”, y el “precoz Gardelito”.
Tuvo su debut cinematográfico
haciendo el “cadete de la radio” en El alma del bandoneón, en el que no
fue acreditado, luego del cual intervino en una gran cantidad de films de
largometraje –entre ellos uno de producción mexicana– y hasta en dos cortos y
un mediometraje, éste de producción española. Uno de sus personajes juveniles
mejor apreciados fue el de hijo menor de la familia Figgioli en El viejo hucha, versión del gran éxito
teatral de Darthés y Damel. Desde mediados de los años 80 su registro cómico
habitual (pícaro, extrovertido, lo opuesto a las características de Tono) fue
modificado, gracias a directores como Lautaro Murúa, Eduardo Calcagno y
Albertina Carri, a personajes de cuerda dramática. Su único protagónico lo
obtuvo en el que fue su último largo, el video Hambre nunca pasé,
documental testimonial a él dedicado, sólo emitido por sitios de la internet. El Festival Internacional de
Cine de Mar del Plata le entregó el premio Astor de Oro a la trayectoria en su
edición 2007.
Además de bailar y cantar con gran soltura, Gogó fue un inspirado letrista y compositor de canciones, algunas de las cuales se ubican en sus films. En El hombre del sábado Virginia Luque canta, acompañada por la orquesta de Astor Piazzolla, su bolero Llévame en tus brazos; en El mucamo de la niña, Gogó y Tito Climent cantan La historia de Pedrito; para Los tres mosquiteros compuso la música del tema Los 4 mosqueteros, que con letra de Julio Porter cantan y bailan Amelita Vargas, Alfredo Barbieri, Tono y Gogó; en La Cueva de Alí Babá ambos hermanos compusieron y cantaron Carnavalito carnavalón; y, treinta años más tarde, le puso música a una letra de Osvaldo Soriano, Tristeza de olvido, que Gogó interpreta en Cuarteles de invierno.
Antes de ser de alguna manera
“rescatado” por cineastas con una visión más amplia de las posibilidades de un
actor, Gogó apareció en muchas de esas comedias picarescas de los 60 y los 70,
de entre las cuales es posible destacar su prestación en La Nueva Cigarra haciendo el vejete “don Severino” que Enrique
Serrano había interpretado para el film original, La Cigarra no es un bicho. La renovación comenzó con el delicioso
“actor desocupado” que animó en Tiro al
aire, pero tuvo su registro más alto, más entrañable y conmovedor en Te amo, film en el que hizo a “Pepé”, el
patrón del cabaret El Dragón Rojo, un viejo homosexual al que dotó de una
singular sutileza.
Tono y Gogó integraron una
compañía de espectáculos revisteriles en una extensa gira continental (circa
1956-1963): en el citado video, Gogó cuenta que actuando en el DF mexicano
conoció a Antonio Espino “Clavillazo”, popularísimo actor cómico, gran estrella
del cine de esos años, quien lo invitó a acompañarlo en, según Gogó, dos films,
aunque una investigación exhaustiva lo registra en apenas uno, El sordo, que puede ser visto por
YouTube y donde figura acreditado en el puesto número 10 como Ricardo César
Andrew (Gogó). Si hizo otro film, no han restado evidencias.
La dinastía artística
Andreu-Anchart se extiende por vía sanguínea a Pura Anchart y Alberto Anchart
(hermanos de Isabel) y a Alberto Anchart junior y Marquesa Anchart
(hijos de Alberto), en tanto por vía política estuvieron emparentados con las
hermanas Cortesina (Ofelia, Angélica y Helena, también ellas valencianas),
Diana Cortesina (hija de Ofelia y Roberto Fugazot) y Paloma Cortesina (hija de
Angélica que actuaba con el nombre artístico Paloma Cortés). Roberto Fugazot, a
su vez, tuvo un segundo matrimonio con María Esther Gamas del que nació María
Rosa Fugazot. Por si todos ellos fueran pocos, en el film La Cueva de Alí
Babá figura acreditado Carlos Anchart, seguramente otro pariente.
FILMOGRAFIAS
Tono Andreu
P’al otro lao –Yo en Buenos Aires– (27 millones –P’al otro lao–,
José Bohr, CHI, 1942), El tercer huésped
(Eduardo Boneo, 1945), Una noche en el
Ta-Ba-Rin (Luis César Amadori, 1948-1949), Avivato –El rey de los vivos– (Enrique Cahen Salaberry, 1949), Campeón a la fuerza (Eduardo G. Ursini y
Juan Sires, 1949), Cinco grandes y una
chica (Augusto César Vatteone, 1949), Don
Fulgencio –El hombre que no tuvo infancia– (Enrique Cahen Salaberry, 1950),
La mano que aprieta (Enrique
Carreras, 1952), Los tres mosquiteros
(Enrique Carreras, 1953), Suegra último
modelo (Enrique Carreras, 1953), La
Cueva de Alí Babá (Mario C. Lugones, 1953), El fantasma de la opereta (Enrique Carreras, 1954), Mi marido hoy duerme en casa (Enrique
Carreras, 1955), De noche también se
duerme (Enrique Carreras, 1955), Canuto
Cañete y los cuarenta ladrones (Leo Fleider, 1964), Fiebre de primavera (Enrique Carreras, 1964-1965), Ritmo nuevo y vieja ola (Enrique
Carreras, 1965: TA actúa en el 3º episodio, Vieja
ola), De profesión sospechosos / De
profesión: sospechosos (Enrique Carreras, A/E, 1965), Mi primera novia (Enrique Carreras, 1965), Hotel Alojamiento (Fernando Ayala, 1965), Quiere casarse conmigo…?! (Enrique Carreras, A/E, 1966), Esto es alegría (Enrique Carreras,
1966-1967: TA actúa en el 1º episodio, Los
chicos mandan), ¡Flor de piolas!..
(Rubén W. Cavallotti, 1967), Matrimonio a
la argentina (Enrique Carreras, 1967), Aquellos
años locos (Enrique Carreras, 1969), La
familia hippie (Enrique Carreras, 1969), En una playa junto al mar (Enrique Cahen Salaberry, 1970), Vamos a soñar con el amor (Enrique
Carreras, 1970), Las píldoras
(Enrique Cahen Salaberry, 1972), Yo tengo
fe (Enrique Carreras, 1974), Los
chiflados del batallón (Enrique Dawi, 1974), No hay que aflojarle a la vida (Enrique Carreras, 1975), Juan que reía (Carlos Galettini, 1976) y
Alejandra, mon amour / Contacto en
Argentina (Julio Saraceni, E/A, 1979).
Gogó Andreu:
El alma del bandoneón (Mario
Soffici, 1934: no acreditado [NA]), El
casamiento de Chichilo (Isidoro Navarro, 1937), Yo quiero morir contigo (Mario Soffici, 1941: acreditado como
Ricardo Andreu), El viejo hucha
(Lucas Demare, 1942), Juvenilia
(Augusto César Vatteone, 1942), La guerra
la gano yo (Francisco Mugica, 1943), La
tía de Carlos (Leopoldo Torres Ríos, 1946), La mujer más honesta del mundo (Leopoldo Torres Ríos, 1946), Lucrecia Borgia (Bayón Herrera, 1947), El hombre del sábado (Leopoldo Torres
Ríos, 1947: + autor de una canción), La
locura de don Juan (Mario C. Lugones, 1948), Ritmo, sal y pimienta (Carlos Torre Ríos, 1950), El mucamo de la niña (Juan Sires y
Enrique Carreras, 1951: + autor de una canción), Qué rico el mambo (Mario C. Lugones, 1951), La mano que aprieta (Enrique Carreras, 1952), Los tres mosquiteros (Enrique Carreras, 1953: + compositor de una
canción), Suegra último modelo
(Enrique Carreras, 1953), La Cueva de Alí
Babá (Mario C. Lugones, 1953: + autor de una canción), El fantasma de la opereta (Enrique Carreras, 1954), Escuela de sirenas y tiburones (Enrique
Carreras, 1955) y Mi marido hoy duerme en
casa (Enrique Carreras, 1955) – En México: El sordo –No se oye nada– (René Cardona, 1958: acreditado como
Ricardo César Andrew “Gogó”) – En la Argentina: Hotel Alojamiento (Fernando Ayala, 1965), Disputas en la cama –Los divorciados– (Mario David, 1971: GA actúa
en el 1º episodio, sin título), La guerra
de los sostenes (Gerardo Sofovich, 1976), La Nueva Cigarra (Fernando Siro, A/VEN, 1977), Un toque diferente (Hugo Sofovich, 1977), La fiesta de todos (Sergio Renán, 1978), Hotel de señoritas (Enrique Dawi, 1979), Tiro al aire (Mario Sabato, 1980), Cuarteles de invierno (Lautaro Murúa, 1984: + compositor de una
canción) y El telo y la tele (Hugo
Sofovich, 1984) – En España: El mago del
Sur (Enrique Guevara, 1985, mediometraje) – En la Argentina: Te amo (Eduardo Calcagno, 1986), Pepe Carvalho en Buenos Aires (Luis
Barone, 1993), El cóndor de oro
(Enrique Muzio, 1994-1995), Angel, la
diva y yo (Pablo Nisenson, 1999), Un
día de suerte (Sandra Gugliotta, A/E/I, 2000), India Pravile (Mario Sabato, 2002), Crosswords (Bettina Broglia, 2003, corto), Géminis / Gémeaux (Albertina Carri, A/F, 2004), La revelación de nosotros mismos
(Gerardo Panero, 2008, corto), Papá por
un día (Raúl Rodríguez Peila, 2009) y Hambre
nunca pasé (Miguel Mato, 2010).
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