CHUCHERIAS
Otras historias breves
Guiño
cultural
En
Deshojando margaritas, uno de sus
tantos films para Lumiton, Enrique Serrano interpreta a un millonario cuya
fortuna es tan enorme que despierta la avidez de un grupo de malvivientes de
guante blanco, que lo secuestra pidiendo un rescate de 300.000 pesos. Pero
cuando la banda cobra el rescate él se niega a volver a su complicada agenda, a
su dieta regular y, sobre todo, a su madura novia snob (Irma Córdoba,
magnífica), todo lo cual abandona para vivir su nueva vida con novia nueva y
muy joven (Zita Rosas). Los guionistas Pondal Ríos & Olivari dotaron al
personaje de la novia snob de lo que
hoy llamamos “guiño cultural”, hacia Victoria Ocampo en el caso: le paga el
viaje a un filósofo estadounidense y mantiene durante un mes a un filósofo
hinduista...
Un
ego, a la derecha
Miguel
Aceves Mejía (1915-2006) fue una superestrella de la canción ranchera y del
cine de su país. Su popularidad se extendió a la Argentina, donde ya había
actuado en teatro (julio 1954 en el Comedia, en la revista El Folies se hizo
porteño) y también por radio y TV, cuando en agosto 1956 comenzó el rodaje
de La despedida, el primero de tres
films que hizo en Buenos Aires. En el segundo, Amor se dice cantando, un espectador atento podrá descubrir, entre
los extras, a Dora Baret, a Palito Ortega y a Alberto Cormillot. Este último
devino un popular médico especializado en… impartir su sapiencia a través de la
radiofonía y la TV: un día de noviembre 2014, por la mañana y por LS6 Radio
Mitre, tuvo un repentino ataque de soberbia y, mientras se escuchaba cantar a
Miguel Aceves Mejía, dijo muy suelto de cuerpo –y es cierto: yo lo escuché–
“trabajó conmigo en Amor se dice cantando”. Bueh...
Era
con “i”, estúpido
A
pesar de que el personaje de la novela de Sheridan Le Fanu Uncle Silas se denomina “Silas”, por alguna extraña razón
(¿ignorancia?, ¿desinformación?, ¿descuido?) todas las referencias al
film argentino que la adapta, tanto las contemporáneas al proyecto, al rodaje y
al lanzamiento cuanto las posteriores, lo mencionan como “Sylas”, error en el
que han incurrido desde los diarios y revistas de 1946 y 1947, con honrosas y
esporádicas excepciones, así como el Heraldo del Cinematografista, la Historia del cine argentino
de Di Núbila, el folleto que acompañó el ciclo retrospectivo Primera
Revisión de Carlos Schlieper organizado por el Museo del Cine, el Diccionario
de realizadores compilado por Krieger y Portela, el investigador Jorge Abel
Martín, el sobre con materiales del film archivado en la Biblioteca del Museo
del Cine, el Diccionario de actrices del cine argentino de Blanco Pazos
y Clemente (pero no el Diccionario de actores del cine argentino de
Blanco Pazos y Clemente), por supuesto –claro está– Un diccionario de films
argentinos de Manrupe y Portela, el Diccionario de directores del cine
argentino de Adolfo Martínez, y –pecado mayor– hasta el mismísimo
biógrafo-especialista en Schlieper, Abel Posadas, primero en su ensayo incluido
en el libro Cine argentino –La otra historia– y poco después en el libro
Carlos Schlieper. Sin embargo, el título en el film mismo dice
claramente “Silas”, y no “Sylas”, al igual que los avisos publicitarios. ¿O
quizá cabe suponer que nadie vio el film, lo cual sería mucho más grave?
Las excepciones las configuran María Valdez en su artículo sobre la empresa EFA
para el libro Cine argentino. Industria y clasicismo. 1933-1956 y el
anónimo redactor del folleto que acompañó el ciclo Recordando a Carlos
Schlieper (sala Lugones, abril 2007), que lo escriben como se debe.
Cuando era lo que debía ser
Mi Buenos Aires querido fue una
indigna despedida de Francisco Mugica, uno de los grandes realizadores del cine
argentino clásico. Hay en el film un detalle destacable, y es extra artístico:
salvo error u omisión, parece haber sido el primero en mostrar el edificio de
la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), en la Avenida del
Libertador 8209, en el nuevo predio del barrio de Núñez –que entonces se
denominaba Rivadavia– dónde fue oficialmente inaugurada el 7.10.1928 con la
asistencia –cinco días antes de dejar el cargo– del Presidente Marcelo Torcuato
de Alvear: antes había estado ubicada en la dársena Norte del puerto de Buenos
Aires. A partir de 1976 esa institución de las Fuerzas Armadas devino un lugar
de concentración y exterminio, esto es, fines ajenos para los que fue creada.
En sus instalaciones serán más adelante filmadas algunas secuencias de Rebelde con causa, Dar la cara, La muchachada de
a bordo, el corto La Escuela del mar,
Los chiflados dan el golpe y, cuando
ya era la ex ESMA, el video Montoneros
–Una historia–.
Mufa
¿Qué
tienen en común el “Miguelito Andrade” de Luis Sandrini en Loco lindo y, medio siglo más tarde, el “Bob” de Matt Dillon en Drugstore cowboy?: ambos consideraban de
mala suerte apoyar un sombrero sobre la cama. Lo mismo le señala Henry Travers
a Joseph Cotten en Shadow of a doubt,
aunque Cotten no le hace caso.
Dime
cómo vives…
Ni
bien terminado el rodaje de El heroico
Bonifacio, Pepe Iglesias “El Zorro” y su esposa, María Antonia Baldal del
Olmo, tomaron vacaciones “en el Uruguay”. Al volver a fines de enero a Buenos
Aires con motivo del estreno del film, descubrieron que su piso 6º de Ayacucho
1375 había sido saqueado. Doña María caminó tres cuadras hasta la comisaría 17ª
(Las Heras casi Callao) e hizo la denuncia, detallando los objetos
desaparecidos: “Trajes de sport, 40 pañuelos de seda japonesa, 5 juegos de
porcelana inglesa, 2 lapiceras Parker de oro, 15 camisas de seda, 10 uniformes
de mucama y cocinera, 6 trajes de fiesta, 6 juegos de marfil, teteras y
azucareras de plata y porcelana, 30 discos musicales y con grabaciones del
celebrado actor, juegos de ropa de servicio, 20 delantales de tela blanca, 3
cuadros al óleo, sombreros, una docena de medias importadas, billeteras de
cuero, ropa interior, camisas y medias de nylon de su esposo y otras cosas de
menor valor, todo lo cual fue valuado en 90.000 pesos”. Las ladronas fueron dos
mucamas, la actual América Sainz (soltera, 37) y la ex María Díaz (soltera, 26,
ahora conchabada por una familia vecina), quienes fueron debidamente detenidas
con parte del botín. Fue una rara ocasión en que el popular cómico El Zorro
apareció en la página de policiales de los diarios, pero la noticia acaso sirve
para ilustrar el estilo de vida de una big
star de la época.
Ennis Del Mar
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