DINASTIAS
Dinastías: los Mentasti
“Procura siempre codearte con el dinero, porque al cabo de cierto tiempo el dinero se acostumbrará a codearse contigo”.
Damon Runyon, A
very honorable guy, en Guy and dolls
(1932).
Como
los de Benito Perojo y Cesáreo González en España y como el de Gregorio
Walerstein y la familia Calderón en México, en toda la ya larga historia del
cine argentino no hubo un apellido más estrechamente ligado a la industria y
más popular que Mentasti. Desde el pionero Angel hasta los más jóvenes siglo
XXI han sido muchos, descendientes directos o ligados por casamientos, y la
mayor parte de ellos se ha dedicado al cine o incursionado alguna vez en él.
Además, ese apellido y algunos de sus portadores (Atilio en particular) han
sido objeto de maldiciones eternas por parte de algunos destacados colegas así
como de todo tipo de leyendas y bromas. Una de éstas es en verdad divertida: en
La señora del intendente, la madre (Pepita
Muñoz) propone “reunir lo más granado del pueblo” y con su hija (Isabel Sarli) barajan
nombres de posibles invitadas: “Las de Sanfilipo, las chicas de Onega, las
chicas de Rattín, las de Carrizo” –todos apellidos de futbolistas de
Independiente, club del que Armando Bo era hincha– y “las de Mentasti”; la
madre se opone: “No, no, las de Mentasti no me gustan, son muy grasas...”.
Esa empresa-madre es (¿fue?) Argentina Sono
Film [en adelante ASF], a la que el
periodista e investigador Claudio España dedicó un libro titulado Medio siglo de cine (1984): este
artículo no pretende contar otra historia de la compañía sino trazar un perfil
de sus miembros, todos argentinos excepto el pionero y dedicados principalmente
al rubro Producción. Es curioso que sólo uno de ellos (Martín Rodríguez
Mentasti) se volcara a la Dirección, por la fuerza de las circunstancias antes
que por vocación, y, en el plano del corto, la publicidad y los videoclips, Pucho Mentasti y Alejandra
Rodríguez Mentasti.
La investigación sobre esa familia la inicié
tarde en mi vida profesional, y por supuesto que el libro de Claudio fue de
gran ayuda. Pero desde 1984 en adelante brotaron muchos otros Mentasti, lo que
por un lado resulta estimulante pero por el otro complicado, con tantos Angel,
Luis, Esteban, Carlos y sus respectivas combinaciones, sin obviar el hecho
cierto de que hay otros Mentasti que nada tienen que ver con los del cine.
Conocí a Atilio y Angel Luis muy por encima, en algún encuentro circunstancial
y por razones profesionales. Mucho más traté con Horacio y Carlos Luis, al
primero más que al segundo. Horacio siempre fue un tipo agradable, simpático y
divertido, y hasta en alguna ocasión nos tocó en suerte compartir habitación de
hotel (Corrientes, septiembre 1997): colaboró sin objeciones cuando le formulé
algunas preguntas para este trabajo. A Carlos Luis le hice su primer reportaje
periodístico (La Razón, 22.7.1985) y
desde entonces hemos sostenido una relación cordial aunque lejana: su única
respuesta a mis precisas inquietudes sobre parte de su familia fue la de
enviarme por correo electrónico un detallado curriculum suyo, para mí innecesario por cuanto se de él más de lo
que ofrecen esos datos, por otra parte muy chambonamente redactados. Intuyo que
en algún momento hubo una seria grieta entre los descendientes de Atilio y los
de Angel Luis, evidente en algunas respuestas (“no sé quién es”, “no tengo
contacto”), pero esas son cuestiones suyas: como decía el título de una
producción ASF, Cada hogar un mundo.
Por ello, algunos Mentasti aparecen en este informe con pocos datos, abiertos a
futuros investigadores.
1. El
pionero
Angel Mentasti – El pater familiae era italiano de la
Lombardía y se llamaba Angelo Battista Mentasti De Carli (Varese, provincia de
Varese, 24.5.1877 / Buenos Aires, 24.6.1937), nombre que argentinizó a Angel
Bautista aunque para el cine fue sólo Angel Mentasti. Llegó ya casado con
Virginia Forzinetti y en un principio se dedicó al comercio, en la Capital
Federal pero también en el interior, donde el matrimonio vivió en ocasiones. Su
primer contacto con el mundo del espectáculo parece haber sido a través del
teatro, como representante de compañías en gira, a las que negociaba en forma
paralela a su trabajo de vendedor itinerante de una marca de vinos. Interin, uno
de sus clientes, Pascual Massino, gerente de la distribuidora New York Film
Exchange –cuyo dueño era Julián de Ajuria– le propuso, ya que viajaba, vender
films. El asunto le gustó y pronto el cine acaparó todo su interés: se
estableció en Buenos Aires y trabajó en varias compañías distribuidoras como
Programa Americano (de Huberto Rojas), Comercial Biográfica, Germania Film,
Filmreich (de Desiderio Reich) y, la última, Cosmos Film (de D. Tucci),
establecida en julio 1932 y desde la cual decidió producir un film sonoro, esa
novedad: lo hizo en sociedad con Roberto Favre, Aníbal Julián Ramos y Moglia
Barth, que lo dirigió con el título ¡Tango!
y fue estrenado en abril 1933, pasando a la historia como el primer film
argentino de largometraje con sonido Movietone, aunque cronológicamente fuera
el segundo de acuerdo a las fechas de comienzo de rodaje, precedido por Los caballeros de cemento.
Ese fue el punto de partida de ASF, una sociedad de hecho que Mentasti manejó en persona hasta su fallecimiento. Sin embargo, su nombre no figura en ninguno de sus 15 largometrajes, el último de los cuales fue Viento Norte, que inició rodaje cuando él moría: ese rasgo de su personalidad, que un siglo después recibirá la denominación “perfil bajo”, fue una de las herencias que legó a sus hijos; de hecho, el primer film de la empresa en el que aparece el apellido Mentasti fue tan sólo el 11º, El pobre Pérez, y no en los títulos de crédito sino en el logotipo de presentación, donde debajo de la marca dice “Selección Mentasti Editor”.
Un dato poco conocido es su participación en
una empresa ajena, Artistas Argentinos
Asociados,
en sociedad con Juan La Rosa, Daniel Tinayre, Arturo Mom y Nedda Francy, que produjo apenas un film, Una porteña optimista, y que no
debe ser confundida con la homónima posterior y más célebre. Tras su muerte,
ocurrida al día siguiente del estreno de Palermo,
Angel Mentasti comenzó a ser mencionado cariñosa y respetuosamente como “el
Viejo”.
2. Sus
hijos
Ya
desde un par de años antes de su muerte el Viejo había aceptado –al parecer a
regañadientes– que dos de sus hijos comenzaran a colaborar con él en las tareas
cotidianas que le demandaban la producción y la distribución, mientras los
otros casi no tuvieron participación en la empresa. Por orden de aparición:
José A. Mentasti – José
Atilio Mentasti Forzinetti (Buenos Aires, 24.5.1900 / 28.5.1956) era médico
cirujano y se había establecido en Carhué, en la provincia de Buenos Aires, por
lo que sus actividades en la empresa familiar, que fueron escasas, las cumplió
más por obligación que por convicción o gusto: resultó elegido como el primer
presidente de la Cinematográfica Argentina SA cuando ésta fue establecida en
1938 en medio de la conversión de ASF de empresa familiar a una sociedad
anónima; director administrativo de los estudios de Martínez desde mayo 1939; y
finalmente director general de los estudios desde julio 1943 y durante unos
quince años. Estaba casado con María Elena Rodríguez, con quien tuvo dos hijos,
Ana Rosa y José María, ninguno de los cuales participó en la empresa.
Atilio Mentasti – Atilio
José Mentasti Forzinetti (Buenos Aires, 23.5.1902 / 5.5.1985) fue “el Zar” y
uno de los pocos cinematografistas vernáculos a los que les cabe la
denominación de tycoon. De jovencito
escribía poemas, al crecer correteaba la yerba Flor de Lys y a los 30 años
administraba los estudios de la calle Bulnes que su padre alquilaba. Impulsó
con su hermano Angel Luis la conversión a sociedad anónima, algo que ocurrió apenas
fallecido el fundador, además de encarar la construcción de estudios propios.
Sus funciones oficiales en la empresa fueron la de vicepresidente y director
general de Producción: como tal, delineaba
los productos obedeciendo a las necesidades del mercado, a las estrellas
disponibles y, sobre todo, a su casi siempre certera intuición de los gustos
populares. Al
igual que su padre, no se acreditó en los títulos de los films excepto en dos
ocasiones “internacionales” en las que figura como productor ejecutivo, De los Apeninos a los Andes y Los inocentes: algunos lo atribuyen a un exceso de modestia; otros,
que sabían su fama de tacaño, bromeaban en que así se ahorraba el costo de un
cartón. De cualquier modo, su época era menos personalista y las vedettes
eran los actores.
Atilio fue un personaje en sí mismo, influyente, consagrado al cine de los estudios y de las estrellas, en ocasiones arriesgado en tanto productor (Saslavsky, Torre Nilsson), adulado y odiado por igual, nombre infaltable en todo tipo de asociaciones vinculadas a la industria, directivo del Festival marplatense y de la Fédération International des Associations de Producteurs du Films (FIAPF, con sede en París), lo que significa que su prestigio fue mundial. Hombre de un humor cáustico, mordaz (“Alguna vez fui socialista”, bromeó), cercano a la negrura: en una comida, por ejemplo, algunas personas trataban de ubicarse cerca suyo sólo para disfrutar de sus anécdotas. Una de sus más festejadas boutades ocurrió cuando su producción Alias Flequillo, una cómica con José Marrone, fue lanzada el mismo día que el drama Los inconstantes en pleno auge de la Generación del 60, en sendos cines el uno frente al otro en la calle Lavalle: “Se escuchaban más las risas de enfrente que las que provocaba Marrone”, defenestró. Supo reconocer sus propios fallos cuando, por ejemplo, admitió no haber “visto” el negocio Olmedo & Porcel.
Muy alto, la espalda un tanto encorvada, de andar cansino, como arrastrando
los pies, un rostro decididamente feo siempre oculto por gruesas lentes oscuras
–como Torre Nilsson–, gustaba llamar a las cosas por su nombre y su
personalidad sirvió de modelo no declarado en dos films: personificado por
Guillermo Battaglia en El protegido,
donde Nilsson le hace decir “Lo reconozco, soy un cínico. Despótico con los
artistas, genuflexo con las autoridades. ¡Qué quiere, amigo, hay que salvar a
la industria!”, y por Daniel de Alvarado en Dar
la cara. En Ay Juancito aparece
como personaje, interpretado por Atilio Pozzobón y mencionado apenas como “el
zar del cine”. Uno de sus más acérrimos enemigos fue el actor Lautaro Murúa, a
pesar de que ganó prestigio, estatura protagónica y muy buen dinero en
producciones de ASF: lo hizo explícito en dos oportunidades, primero en Demasiado jóvenes en una escena en la
que su personaje le dice a su mucamo, imperativo, “¿Qué hacés parado ahí como
un imbécil, Atilio?”, remarcando la palabra “imbécil”, private joke tal vez gestada en complicidad con el director Torres
Ríos, quien también detestaba a Atilio; y luego en su propio film Un guapo del 900, en el cual su
personaje (Alejo Garay) tiene un chofer al que menciona como “Atilio” y al que
los créditos finales le agregan el apellido “Mentazti”. Un mucamo y un chofer,
ambos sirvientes…
Atilio estuvo casado con Emma Devoto,
matrimonio del que nacieron dos futuros cineastas, Horacio y Angel. Sin
embargo, no se privó de tener aventuras ocasionales con algunas actrices, de
entre las cuales la más duradera y vox
populi la mantuvo con una bella jovencita, actriz secundaria a la que
“protegió” desde mediados de los 50 hasta convertirla en protagonista en 1957,
algo que su talento bien merecía. Su hobby
eran los caballos de carrera. Su aporte a la historia del cine argentino fue
enorme: produjo exactamente 233 films entre Viento
Norte y Ritmo, amor y primavera y
allí hay una gran cantidad de entretenimiento industrial con las más populares
estrellas de cada época (en la que una ausencia de peso fue Isabel Sarli, a la
que en vano intentó contratar) así como melodramas memorables (La casa del recuerdo, Dios se lo pague, Historia de una mala mujer, La
calle del pecado), una veintena de títulos significativos y hasta alguna
obra maestra (Más allá del olvido).
Es decir, a una escala modesta, lo mismo que lograron otros tycoons de apellido Zuckor, Mayer,
Warner y Thalberg. No parece poca cosa.
Angel Luis Mentasti – Angel Luis
Mentasti Forzinetti (Córdoba, Córdoba, 18.7.1903 / Mar del Plata, Buenos Aires,
10.1.1977) fue el primero de los hijos del Viejo en secundarlo, desde sus 15
años de edad, en la Comercial Biográfica, y el único en quien su padre
depositaba toda su confianza. Antes había trabajado en una droguería. Cuando se
estableció la SA fue su primer y luego tradicional presidente, con su foco de
atención volcado al rubro Distribución. En este apartado, debe anotarse que
hasta 1992 ASF lanzó films preferentemente argentinos: los foráneos eran de
origen variopinto y en su gran mayoría mediocres, con tres excepciones (Bienvenido mister marshall, Doña Flor y sus dos maridos y Atlantic City, USA). Además, fue el
único de los hermanos que incursionó en el rubro Exhibición: hacia comienzos de
los 50 alquilaba, en sociedad con Juan Carlos Garate y Tito Benmuyal, los cines
porteños Aconcagua, Alvarez Thomas y General Pueyrredón, así como en algún otro
negocio por fuera de su compañía, como cuando integró el directorio inicial de
la contemporánea Emelco SAIC, la empresa presidida por Curt G. Lowe.
Con Silvia Legrand y Alberto Dalbes
A diferencia de Atilio, permanecía en las
sombras en relación a reportajes y todo tipo de exposición pública. Sin
embargo, y aparte el cargo que detentaran, es difícil asegurar cuál de ellos conducía
la empresa familiar: más pertinente es pensar que la compartían y que ninguno
tomaba una decisión fundamental sin que el otro estuviera de acuerdo. En lo
personal, estuvo casado con María Elena Suardiaz, con quien concibió dos hijos,
Eduardo y Rodolfo, sólo el segundo ligeramente activo en la empresa, y al
enviudar volvió a casarse con Nélida Delvecchio, matrimonio del que nacieron
otros cuatro (Luis Angel, Carlos Luis, Rosana y Angel Luis). Su nombre jamás
apareció en los títulos de crédito de los films de su compañía.
María Angela Mentasti Forzinetti – Cuarta
y última de los hijos del Viejo. Solía visitar los estudios y las oficinas pero
nunca tuvo un cargo formal, que pareció delegar en su esposo, Emilio Rodríguez
Remy.
3. Los
nietos
Angel Mentasti – Angel
Esteban Mentasti Devoto (Buenos Aires, 1941 / 5.1.2006), hijo de Atilio,
apodado “Dito”. Sólo registra actividad ocasional como jefe de Publicidad en
las empresas iniciales de su hermano Horacio.
Horacio Mentasti – Horacio
Luis Mentasti Devoto (Buenos Aires, 14.7.1944) es el segundo hijo de Atilio,
cuya particularidad reside en que concretó su entera trayectoria en la
industria fuera de los dominios de ASF, curiosidad que explicó en un correo electrónico
fechado el 2.12.2020: “La pregunta sobre mi
actividad supongo que tiene muchas explicaciones. La primera es una anécdota la
cual quizás esconda las verdaderas razones. Un día Papá me dice que a partir de
mañana debería ir al Estudio para ejercer una especie de Gerencia o
Administración. Lo hice y mientras me sentaba en la oficina del Estudio alguien
comentó que yo era «el hijo del Patrón». Al otro día renuncié pues no me
gustaba mi situación y no creía merecerla. Tendría 17/18 años y empecé a
alquilar películas en copias de 16mm a parroquias y clubes y luego a venderle a
la TV. Nunca se me ocurrió trabajar en dependencia en Sono y por supuesto
aproveché la relación privilegiada que tenía con ellos vendiendo y revendiendo
el catálogo íntegro en México y luego adquiriendo y vendiendo el de Lumiton,
Artistas Argentinos Asociados, San Miguel y productores sueltos”.
A sus 25 años se incorporó con el cargo de
director a una distribuidora ya existente, Filmespaña SA, a cuyo vicepresidente,
Alvaro Martínez Toledo, seguirá ligado en la Compañía Cinematográfica Nacional
SA. Sin embargo, sus tres primeros films en tanto productor los hizo con un
socio diverso, su amigo y vecino de la infancia Carlitos Borcosque, hijo del
prestigioso realizador Carlos Borcosque, quien hizo la mayor parte de su
filmografía en los sets de ASF en Martínez: el sello que ambos
establecieron se llamó Primer Plano Producciones SRL. Luego integró diversas
empresas como titular, asociado o productor contratado: Collón-Curá SA,
Nordeste Travel SA y Todo Show SRL. En la segunda mitad de los 90, otra vez con
Martínez Toledo, conformó la distribuidora Prodifilms SA, especializada en
ventas a la TV de viejos films argentinos, iniciada en la producción como socia
minoritaria de Juan Muruzeta en Sapucay,
mi pueblo.
Ya en el nuevo siglo, Horacio establece
Cinemagroup SRL con su hijo Esteban y, poco después, con otro de ellos, Hori,
con quienes también está asociado en su más nuevo emprendimiento denominado
Buffalo Films SRL y extendido a algún ocasional montaje teatral así como al streaming. Casado con Margarita Rita
Moliné, el primer hijo de ambos, nacido a finales de 1969 y bautizado Atilio
José, no desarrolló actividad en el gremio.
Rodolfo Mentasti – Rodolfo
Angel Mentasti Suardiaz (Buenos Aires, 13.8.¿? / 16.9.1989), hijo mayor de
Angel Luis, era abogado y como tal representaba a ASF, aunque fuera de esa
actividad, si se quiere tangencial, ni él ni su esposa (Lucila Zaccheo) ni sus
hijos (Pablo, Marcelo y María) tuvieron actividad artística en la empresa ni en
el cine en general. Asesoraba a compañías inmobiliarias y fue síndico de
Distrifilms SA, la distribuidora de la familia Scalella, desde siempre muy
ligada a los Mentasti.
Luis A. Mentasti – Luis
Angel Mentasti Delvecchio (Buenos Aires), tercer hijo de Angel Luis y primero
de su segundo matrimonio. Su nombre aparece acreditado en tres producciones de
ASF, como uno de los jefes de producción en Brigada
explosiva contra los ninjas, como uno de los productores ejecutivos de Siempre es difícil volver a casa y como
uno de los guionistas de Locos sueltos en
el zoo, en este caso firmando apenas Luis Delvecchio. Reaparece en 2016
como socio de su hermano Carlos Luis en Royal Cinema Group. Fue asesor de
vestuario en la producción teatral El
imperio de Goldie, de Claudio Favieri.
Carlos L. Mentasti – Carlos
Luis Mentasti Delvecchio (Buenos Aires, 13.10.1952), cuarto hijo de Angel Luis.
Después de su padre y de su tío, fue el más dedicado a la empresa familiar, a
la que ingresó a sus 20 años tras haber desistido de seguir estudios
universitarios: ejerció como secretario de ambos, se ocupó de la venta del stock a la TV y fue jefe de Publicidad
en un aprendizaje intensivo del abc del negocio. En 1984 produjo su primer film,
en sociedad independiente con su gran amigo Luis Alberto Scalella: distribuido
por ASF, Atrapadas se convirtió en un
éxito de taquillas superior al millón de espectadores. Carlitos –así le decían
por entonces– revitalizó la empresa, muy alicaída desde la venta de los
estudios y de la muerte de Angel Luis y Atilio. Compró acciones que estaban en
otras manos, las sumó a las que ya detentaba por herencia y se convirtió en su
presidente, que desde 1985 y su film nº 250 (Los gatos) volvió a producir con renovada energía aunque, hay que
decirlo, con un perfil por completo berreta (industrial, sería el término
políticamente correcto) sólo interrumpido por ocasionales flashes de calidad (Las
puertitas del sr. López, Kindergarten,
el Tango de Saura). En esos años tuvo
asociados diversos, como Víctor Bo, Carlitos Borcosque y Salvador D’Antonio y luego
un pool de empresas que integraban
Aries Cinematográfica Argentina SA (Fernando Ayala y Héctor Olivera),
Distrifilms SA (Jorge Horacio y Luis Alberto Scalella) y Gativideo SA (Manuel
P. Venancio, cuñado de los Scalella), en una joint venture de corta vida denominada Líder SA. Además, expandió
el negocio al video (Pentha Group SA, Argentina Sono Film Video), a la TV y al
teatro de vacaciones escolares de invierno con comedias derivadas de sus éxitos
fílmicos. Carlitos ganó fortunas con productos que eran clones de series
televisivas y films estadounidenses, especie de descenso al infierno del
celuloide que involucraba brigadas, matamonstruos, pilotos, extraterrestres,
bañeros y extermineitors.
Ahijado de Niní Marshall, Carlos Luis
ostentaba en su juventud un perfil divertido, canchero, animador de la vida
nocturna y cultor de los deportes, como que es hincha del Racing Club y supo
ser arquero de Defensores de Belgrano. Hacia 1994 fue de a poco abandonando la
empresa familiar, o al menos su conducción directa, cuando de manera paralela
aceptó la invitación de Televisión Federal SA (esto es, Telefé, esto es, el
antiguo Canal 11) para dirigir su Departamento Cine. Más tarde y con Hugo Rocca
conformó nueva empresa, Royal Cinema Group SRL, y en 2011 ASF se transmutó en
Sono Film Nuevas Producciones SA, con sede en el barrio de Belgrano y teniendo
como asociados a Luisito Scalella, Fernando Hidalgo, Elías Jassán y Mariano
Ungah. Sin embargo, suele intervenir como productor asociado o coproductor en
films de otras compañías, y hasta produce teatro, como en 2018 con un montaje
del clásico de Ibsen En folkefiende (Un enemigo del pueblo, teatro Regio). En
sus films se acreditó alternativamente como Carlos Luis Mentasti o Carlos L.
Mentasti. Estuvo casado con Susana y tras separarse de ella se convirtió en un play boy tardío, protagonista de
promocionados “romances” con faranduleras diversas.
Rosana Mentasti – Rosana
Mentasti Delvecchio es la quinta hija de Angel Luis. Se inició muy jovencita en
La noche viene movida, producción de
su primo Horacio, pero parece haber abandonado la profesión después de los 90.
Ocupó puestos diversos en equipos de rodaje no sólo de ASF sino en films de
otras empresas: sucesivamente ayudante, meritoria, coordinadora, administradora
y asistente de producción así como asistente de vestuario y vestuarista. Quizá
debido a esa indefinición se deba su corta trayectoria. Al principio figuraba
acreditada como Roxana, pero más adelante como Rosana. Su último registro
laboral se verifica en El entretenedor,
versión para el videohome de una
pieza teatral de Atilio Polverini.
Pucho Mentasti – Angel
Luis Mentasti Delvecchio (Buenos Aires, 1964), hijo menor de Angel Luis, fue
niño-actor acreditado como “Puchito” en tres films de comienzos de los 70, En una playa junto al mar, Había una vez un circo y Los padrinos. Al crecer cursó
Arquitectura, se recibió y comenzó a trabajar en diseños, pero los genes
cinematográficos le impusieron otro destino, tal vez ya marcado: asumió el nome d’art Pucho Mentasti, fue creativo
en J. Walter Thompson durante una década y al fin destacó en tanto productor y realizador de films
publicitarios y videoclips. También
dirigió el cortometraje Mal bicho
(1995). Vivió en Lisboa y en Los Angeles, y entre las empresas de las que fue
socio o titular figuran La Brea, 2001, Blue Films, La Sagrada Familia (con los
hermanos Sebastián y Nicolás Puenzo) y, en 2024, Fight Film. Al igual que
Horacio, no intervino en producciones familiares. El suyo es un nombre de peso
en el ámbito publicitario.
Martín Rodríguez Mentasti – (Buenos Aires, 6.9.1932 / 6.11.1979), hijo mayor de María Angela y
Emilio Rodríguez Remy, fue productor y
dirigió por única vez porque en aquel momento no encontró un realizador
disponible. Su primera actividad conocida fue como uno de los guionistas de
nada menos que La casa del ángel,
pero la fortuna le llegó de la mano del cómico Carlos Balá cuando conformó una
sociedad con Salvador Salías y Guido Aletti para producir Canuto Cañete conscripto del siete, tan exitoso que tuvo dos
secuelas. Produjo y dirigió El
hombre invisible ataca, comedia
con luchadores destinada al público infantil, del tipo de las que tenía que
escribir Barton Fink. Entre sus créditos figura un título estimable, El reñidero, y en sociedad con María
Leal y Ricardo Tomaszewski compró los derechos para la Argentina de varios
films brasileños, uno de los cuales les hizo ganar fortunas: Doña Flor y sus dos maridos. Estuvo
casado con las actrices Fina Basser y María Leal y con ésta concibió dos hijos,
Juan y Lucas, ajenos a los brillos de la farándula.
Emilio Rodríguez M. – Emilio
Rodríguez Mentasti (Buenos Aires, ¿? / 8.6.2017), segundo hijo de María Angela.
Se dedicó a la escenografía y por razones que se ignoran se acreditaba obviando
el apellido Mentasti, quizá porque consideró que ya los había en exceso. Entre Veraneo en Mar del Plata en 1954 y la
producción de su hermano Martín Vuelvo a
vivir… vuelvo a cantar en 1971 intervino en una gran cantidad de films, en
su mayor parte producciones de ASF o rodadas en sus estudios. Estuvo casado con
María Elina Mancini Sueiro (“Malina”, también “Mali”), con quien concibió a
Angeles (“Angie”), Alejandra, Mariana y Emilio (“Emilucho”). Fue el presidente
de la Asociación Amigos de la Ciudad de Buenos Aires.
4.
Los bisnietos
Esteban Mentasti – Esteban
Horacio Mentasti Moliné (Buenos Aires, 20.10.1970), segundo hijo de Horacio,
con quien se inició en Cinemagroup como productor ejecutivo de Nevar en Buenos Aires. En esa empresa
así como en la siguiente Buffalo se acredita como productor, coproductor o
productor ejecutivo, según el caso, en una variedad de films en los que
predominan aquellos de temática fantástica.
Milena Mentasti – Milena
Mentasti Moliné (Buenos Aires), hija de Horacio, la tercera, de profesión
abogada: fue productora asociada de El
hijo y Crímenes de familia y
asesora legal de El sereno,
producciones de su padre y hermanos.
Hori Mentasti – Horacio
Guido Mentasti Moliné (Buenos Aires, 11.1.1983), otro hijo de Horacio. Comenzó
en el cine con su padre, pero en la etapa siglo XXI, la de Cinemagroup y
Buffalo. Debutó como jefe de producción de Luisa,
cumplió cuatro funciones en Romper el
huevo (productor asociado, director de producción, coordinador de
producción y fotógrafo de filmación) y desde 2012 figura como productor
ejecutivo. En sus inicios se acreditaba como Horacio Mentasti (h) o como
Horacio G. Mentasti, pero terminó adoptando el apodo Hori.
Lucas Mentasti – Hijo de
Carlitos. Fue meritorio de producción en al menos dos largometrajes de su
padre, Un argentino en Nueva York e Incorregibles.
Alejandra Rodríguez Mentasti – Alejandra
Rodríguez Mentasti Mancini (Buenos Aires), hija de María Angela. Modelo
publicitaria, ocasional intérprete muy secundaria en algunos films (Mi mujer no es mi señora, Sentimental), realizadora de un
cortometraje (Anna, 1978), autora con
Charly García del guión para un proyecto de film inspirado en el LP Peperina (1981, Seru Giran) y
corresponsal periodística del ciclo televisivo Fax además de novia de Nito Mestre en los 80.
Mariana Rodríguez Mentasti – Mariana
Rodríguez Mentasti Mancini (Buenos Aires, ¿? / San Isidro, Buenos Aires,
13.8.2014), hija de María Angeles. Era cantante, pero no de manera profesional:
lo hacía en los colegios Tarbut (“primer colegio judío integral de la Argentina”)
y St. Brendan’s, donde sus alumnos la conocían como “miss Marian”. Integró el elenco de Fuego gris, film ajeno a la familia.
5.
En el limbo
Agostina Mentasti – Agente
de Prensa en las distribuidoras United International Pictures SRL y Warner
Bros. Pictures Argentina y asistente de Raquel Flotta. El 19.8.2024 le envié un
correo electrónico que no respondió.
Florencia Mentasti – Aparece
en los créditos de diversos films (asistente de vestuario, actriz) producidos
por Carlitos, de quien presumo es su hija. Desde 2014 fue productora ejecutiva
en films de la empresa MyS Producción SRL y productora del corto El horrible monstruo. El 15.8.2024 le
dejé una nota en el domicilio de MyS en la calle Guatemala, pero no obtuve
respuesta.
Ana Mentasti – Figura
en algunos films como integrante del staff
de Cinecolor SA, pero una telefonista de esos laboratorios me informó el
15.8.2024 que no la conoce, que no pertenece al personal fijo, empleada que
casi coincide con su probable pariente Esteban Mentasti: “Me la presentaron y
hablé alguna vez, pero no tengo contacto”.
6.
Otros parientes
Eduardo Devoto – Hermano
de Emma, cuñado de Atilio. Fue director de Producción de Chico Viola não morreu, producción 100% brasileña cuyos títulos
incluyen a otros tres argentinos, todos acreditados con las siglas ASF entre
paréntesis.
Nelly Delvecchio – Segunda
esposa de Angel Luis. Antes de conocerlo fue actriz en personajes secundarios
en apenas dos films, Peluquería de
señoras y La casta Susana, en
ambos acreditada como Nelly Robertson.
Jorge Suardiaz – Probablemente
un sobrino de María Elena. Animó al “niño Salustiano” en La doctora quiere tangos y, once años más tarde, reincidió en Propiedad, donde figura acreditado en
último lugar e interpretó a uno de los tres muchachos en la secuencia en la kermesse.
Emilio Rodríguez Remy – (¿? / Buenos
Aires, 10.3.1995), ingeniero, marido de María Angela. Integró el directorio
inicial de ASF y fue director de sus sets
de Martínez desde su fundación hasta muy poco después.
Andy Delvecchio – Niño-actor,
apareció en El andador como
“Juliancito Mangiacavallo”, el hijo de “Rosa Mangiacavallo” (Tita Merello) y
“Julián” (Jorge Salcedo).
7.
Como de la familia
Juan Racini – (Buenos
Aires, 25.3.1904 / ¿?) estuvo unido al Viejo incluso desde antes de la conformación
de ASF, concretamente 1918 en la Comercial Biográfica. Aunque ocasionalmente
fue jefe de Ventas de otras empresas (la Cinematográfica Terra de A. Z. Wilson,
por ejemplo), su fidelidad a los Mentasti fue debidamente retribuida y
festejada el 8.12.1958 con una celebración por los 40 años de liaison mediante una multitudinaria cena
en el restaurante Lo Prete. Incluso prestó su nombre como titular de
Producciones JR SRL, una de las compañías-satélite, bajo cuya insignia fue
producido apenas un título, De profesión
sospechosos.
Juan Carlos Garate – Juan
Carlos Garate Locatelli (Buenos Aires, 27.1.1914 / 24.9.2007) fue otro
histórico de ASF, formal y sucesivamente contador, administrador y director
pero en la práctica mano derecha de Atilio y Angel Luis. Graduado en Ciencias
Económicas, se unió a la empresa hacia 1938, en momentos de su conversión en
una SACI. Fue titular de algunas de las empresas-satélite que los Mentasti
crearon en los 50, cuando el Instituto Nacional de Cinematografía otorgaba
créditos limitados: Producciones GSL SRL (Garate, Mario Soffici y Alberto
Larrán) y Producciones JCG SRL (Garate). Su nombre figura apenas en dos films
de los años 60, Mujeres perdidas y Extraña ternura, en ambos como productor
ejecutivo, y reaparece tan sólo en el siglo XXI como productor delegado de Un día en el Paraíso. Su hermano Jorge
fue un montajista que hizo la mayor parte de su carrera en ASF, y ambos fueron
dos de los siete hijos de Pedro Garate, destacado comerciante e industrial y
miembro de la Junta Central de la Liga Patriótica Argentina, fallecido en junio
1930. Juan Carlos estuvo casado con la actriz Olga Zubarry.
Films
mencionados:
Alias Flequillo (Julio Saraceni,
1963)
El andador (Enrique
Carreras, 1966)
Un argentino en Nueva York (Juan
José Jusid, 1998)
Atlantic City, USA (idem,
Louis Malle, CAN/F, 1979-1980)
Atrapadas (Aníbal Di Salvo,
1984)
Ay Juancito (Héctor Olivera,
2003)
Bienvenido mister marshall (ídem,
Luis G. Berlanga, E, 1952)
Brigada explosiva contra los ninjas (Miguel
Angel Fernández Alonso, 1986)
Los caballeros de cemento (Ricardo
Hicken, 1932)
Cada hogar un mundo (Carlos
Borcosque, 1942)
La calle del pecado (Ernesto
Arancibia, 1953)
Canuto Cañete conscripto del siete (Julio
Saraceni, 1963)
La casa del ángel (Leopoldo Torre
Nilsson, 1956)
La casa del recuerdo (Luis
Saslavsky, 1939-1940)
La casta Susana (Benito Perojo,
1944)
Chico Viola não morreu (Román
Viñoly Barreto, BR, 1955)
Crímenes de familia
(Sebastián Schindel, 2019)
Dagli Appennini alle Ande / De los
apeninos a los Andes (Folco Quilici, I/A, 1958)
Dar la cara (José A. Martínez
Suárez, 1961)
Demasiado jóvenes (Leopoldo Torres
Ríos, 1957)
De profesión sospechosos / De profesión:
sospechosos
(Enrique Carreras, A/E, 1965)
Un día en el Paraíso (Juan
Bautista Stagnaro, 2003)
Dios se lo pague (Luis César
Amadori, 1947)
La doctora quiere tangos (Alberto
de Zavalía, 1949)
Dona Flor e seus dois maridos (Doña Flor y sus dos maridos, Bruno
Barreto, BR, 1976)
El entretenedor (Atilio
Polverini, 1990)
En una playa junto al mar (Enrique
Cahen Salaberry, 1971)
Extraña ternura (Daniel Tinayre,
1963)
Fuego gris (Pablo César,
1992-1993)
Los gatos (Carlos F.
Borcosque, 1985)
Un guapo del 900 (Lautaro Murúa,
1971)
Había una vez un circo (Enrique
Carreras, 1972)
El hijo (Sebastián
Schindel, 2017)
Historia de una mala mujer (Luis
Saslavsky, 1947)
El hombre invisible ataca (Martín
Rodríguez Mentasti, 1967)
El horrible monstruo –Parecido al monstruo
del pantano pero con partes metálicas– (Gabriel Dos
Santos Gueiros, 2010, corto)
Los inconstantes (Rodolfo Kuhn,
1962)
Incorregibles (Rodolfo Ledo,
2007)
Los inocentes (J. A. Bardem,
A/E, 1962)
Kindergarten –Jardín de infantes– (Jorge
Polaco, 1989)
Locos sueltos en el zoo (Luis
Barros, 2015)
Luisa (Gonzalo Calzada,
A/E, 2007)
Más allá del olvido (Hugo del
Carril, 1955)
Mi mujer no es mi señora / Mi marido no
funciona
(Hugo Moser, A/E, 1978)
Mujeres perdidas (Rubén W.
Cavallotti, 1963)
Nevar en Buenos Aires (Miguel
Miño, 2004)
La noche viene movida (Gerardo
Sofovich, 1979)
Los padrinos (Enrique
Carreras, 1972)
Palermo (Arturo Mom,
1937)
Peluquería de señoras (Bayón
Herrera, 1941)
Una porteña optimista (Arturo
Mom, 1936)
Propiedad (Mario Soffici,
1961)
El protegido (Leopoldo Torre
Nilsson, 1956)
Las puertitas del sr. López (Alberto
Fischerman, 1988)
El reñidero (René Mugica,
1964)
Ritmo, amor y primavera (Enrique
Carreras, 1980)
Romper el huevo (Roberto Maiocco,
2011)
Sapucay, mi pueblo (Fernando
Siro, 1997)
Sentimental –Requiem para un amigo– (Sergio
Renán, 1980)
La señora del intendente (Armando Bo, 1966)
El sereno (Oscar Estévez y Jacko Mauad, 2017)
Siempre es difícil volver a casa (Jorge
Polaco, 1992)
¡Tango! (Moglia Barth, 1932-1933)
Tango (Carlos Saura, A/E/EEUU/PR/I, 1997)
Veraneo en Mar del Plata (Julio
Saraceni, 1954)
Viento Norte (Mario Soffici, 1935)
Vuelvo a vivir… vuelvo a cantar (Julio Saraceni, 1971)
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