CINEASTAS
¡Kitsch, camp, trash!
–El cine de Enrique Carreras–
Vida
1.
Sus ancestros
Se
remontan al siglo XIX y a una pareja de actores, Josep Díez y María Palma,
quienes parieron al menos dos hijas asimismo devenidas actrices: la más famosa
–al punto de que dos calles llevan su nombre, una en Madrid y la otra en
Barcelona– se llamaba Matilde Díez (1818-1883) y fue prestigiosa, rica e
influyente, maestra de actrices, le publicaron una biografía titulada La perla del teatro español y, tras su
casamiento con Julián Romea, sumó prestigio. La otra, María Díez, al parecer
tuvo que conformarse con las migajas que se le caían a su hermana.
La hija de una de ellas también se dedicó al
teatro: se llamaba María Díez y su casamiento con el actor y empresario
Fernando Santés fue el germen de los Carreras. Nada se sabe de los abuelos
paternos de EC, seguramente porque no tuvieron conexión alguna con el mundo del
espectáculo. “El martes próximo debutará en el Buenos Aires la compañía
cómico-dramática española de María Diez, ya ventajosamente apreciada entre
nosotros”, registraba La Nación el viernes 20.6.1913, agregando la
nómina de actores, entre los que figuraban Fernando Santés y su hermana Amalia,
los hermanos José y Nicolás Carreras y María L. S. Veyán, esto es, María Luisa
Santés: debutaron con una producción de Malvaloca, de los hermanos
Alvarez Quintero. “En Chacabuco ha debutado la compañía dramática dirigida por
la primera actriz María Diez. Dicha compañía ha realizado últimamente una buena
temporada en Junín”; “la compañía de María Díez presentó en Trenque Lauquen las
últimas producciones de Benavente [...] tiene muy poca concurrencia”, informaba
Tribuna en ediciones del segundo semestre de 1916. María Díez
–cuyo acento original en la “i” aparece y desaparece según las fuentes– integró
en 1926 la compañía de su connacional Concepción Olona, y en cine interpretó,
acreditada en el puesto número 14, un pequeño personaje (“abuela”) en Milagro de amor, film producido por
Estudios San Miguel en los años en que dos de sus nietos trabajaban allí. Un
hermano de María, Eliseo, intervino en al menos un film, La pródiga, asimismo producido por San Miguel, interpretando a un
“señor en la fiesta en casa de Pura”, acreditado en el puesto número 15. Otra
Díez, Irene, seguramente emparentada, llegó a Buenos Aires el 7.4.1916
integrando la compañía de Amalia de Isaura. Y Joaquín Díez integró la compañía
de Narciso Ibáñez Menta en 1933.
2. Sus
padres
El padre
de EC se llamaba Nicolás Carreras: se ignora cuándo nació, pero fue en Málaga y
en el siglo XIX. Era actor y empresario y falleció en Buenos Aires el 6.7.1934.
La madre era madrileña, se llamaba María Luisa Santés Veyán y nació en 1893,
aunque otras fuentes indican 1895. De acuerdo al artículo necrológico del
diario La Prensa, en su juventud supo
ser “vivaz, inquieta, de ojos claros y rubia cabellera”.
Nicolás Carreras y María Luisa Santés
tuvieron tres hijos, nacidos en distintos puntos de América según la cronología
de la gira de turno: a EC le tocó en suerte nacer en Lima. Que los actores
tuvieran a sus hijos en distintas ciudades y en medio de interminables,
agotadoras giras teatrales era moneda corriente por aquellos años: los
españoles Esteban Serrador y Josefina Mari parieron a Teresa en La Paz, a Nora
en Caracas, a Esteban en Santiago (Chile) y a Juan y Pepita en Buenos Aires;
los españoles José Cibrián –nacido en Buenos Aires– y Ana María Campoy –nacida
en Bogotá– parieron a Pepe en La Habana y a Roberto en Buenos Aires; los
también españoles Narciso Ibáñez y Consuelo Menta tuvieron a Narciso en Buenos
Aires; Narciso Ibáñez Menta y Pepita Serrador parieron a “Chicho” en
Montevideo.
María Luisa Santés en De Londres llegó un tutor
EC contó que, siendo muy niño y viviendo aún en el Perú, sus padres le hicieron sacar un papelito de entre tres colocados en un sombrero, en los que habían escrito “Argentina”, “España” y “México”, y él sacó el que decía “Argentina”. En todo caso, una curiosa manera de elegir el futuro, que la familia aceptó como una señal del destino. De hecho, los Carreras eran emigrantes por espíritu de aventura y en pos de una mejor vida, acaso para intentar alcanzar el estrellato que en tantos años de pisar escenarios no consiguieron. Esto los diferencia de los posteriores emigrantes por razones políticas que huían primero de la Guerra Civil y luego del régimen franquista. Quizás ellos también huían, pero en su caso de la Segunda República, instaurada el 14.4.1931: no hay que olvidar que vivieron gran parte de su vida joven bajo una monarquía.
Antes de establecerse definitivamente en
Buenos Aires, Carreras y Santés, como se apuntó, ya habían actuado en el país y
en algunos otros del continente, tal cual se desprende de la siguiente y por
cierto no exhaustiva cronología:
• Desprendidos de
la compañía de María Díez, Nicolás y María Luisa volvieron a presentarse en
Buenos Aires con compañía propia, debutando el 5.8.1914 en el Marconi con una
comedia de Joaquín y Serafín Alvarez Quintero, Amores y amoríos, y al
frente de un elenco que incluía entre otros a Juan Lliri, Concepción Aranáz
–que los abandonó a los pocos días–, Josefina de Mendo y Teresa Pérez.
• Los diarios
porteños registran desde 1916 y hasta 1920 el paso de “la compañía dramática
dirigida por el actor Nicolás Carreras” por salas de los lugares más recónditos
del país hasta que el 3.12.1920 el matrimonio estrenó en el Teatro de la Opera
de Corrientes al 800 la pieza de Agustín Rossi El dulce lazo.
• Durante 1921 se
integraron a la compañía del matrimonio Manuel Salvat-Concepción Olona, de la
que Nicolás era el representante.
• En abril 1922
pasaron a la del matrimonio Serrador-Mari, denominada Compañía de Comedia
Moderna, para una gira por todo Chile iniciada en abril: en ese elenco estaba
completa la familia Serrador, el patriarca Esteban, su mujer Josefina Mari y
sus hijos Nora, Teresa, Pilar, Pepita, Esteban y Juan.
• La compañía
Serrador-Mari se desmembró en diciembre 1922 luego de “haber visitado en los
últimos años la mayoría de los países de la América española”, como recordó La
Razón el 13.12: los Carreras –y también Teresa Serrador– se integraron a la
de los españoles María Cañete y Luis Roig, quienes debutaron el 20.12 en el
teatro Unión Central, de Santiago, Chile.
• Poco después, en
febrero 1923, firmaron contrato con la compañía de Marta Fábregas para seguir
girando por todo Chile: La Razón puntualiza que esa actriz no debe ser
confundida, por cierto, con la mexicana Virginia Fábregas.
• Hacia comienzos
de 1927 se los ubica actuando en el Coliseo, de Comodoro Rivadavia (Chubut), en
compañía encabezada por Mercedes Escribano y Nicolás Carreras.
• Un suelto en La Razón de finales de 1928 informa que
actuarían en diciembre de ese año y en enero 1929 en Chile, comenzando en el
Victoria, de Valparaíso, integrando una compañía de actores peruanos encabezada
por Elvira Tizón que continúa la gira hasta Lima, donde se disuelve: es allí
donde ocurre el mencionado “asunto de los papelitos” que determina el viaje del
matrimonio y sus tres hijos a la Argentina, donde la primera información en su
torno indica que el 30.10.1929 debutó en el Variedades del barrio de
Constitución la Compañía Española de Dramas y Comedias Carreras-Díez-Santés,
esto es, los padres y la abuela de EC: se presentaron con la pieza del peruano
Felipe Sassone La señorita está loca
y teniendo en la sala como invitado de honor al cónsul español Bohigas Dalmau,
pero el éxito les fue esquivo puesto que terminaron la brevísima temporada el
siguiente 11.11, todo ello en medio del obstinado silencio de los cronistas
teatrales excepto una línea que el de La
Razón le dedicó (2.11) a Nicolás, “actor culto y de larga escuela”. El
elenco incluía a Pilar Santés, Maruja Roig y Romana Amalia Roig.
• A finales de 1929
fueron contratados para integrar la Compañía de Comedia Española dirigida y
encabezada por José Balaguer, debutando el 3.1.1930 en el Teatro de Mayo con El rosal de las tres rosas de Manuel
Linares Rivas, en temporada finalizada el 28.2, tras la cual pasó desde el 15.3
al Onrubia sin María Luisa pero sí con Nicolás y Pilar, incorporándose dos
actores españoles especialmente contratados, Arturo Marín y María Cuevas: todos
ellos debutaron con el estreno de Lola y
Loló, de José Fernández del Villar. Sin embargo, María Luisa retornó a la
compañía el 24.5, cubriendo un personaje en el estreno de Usted es Ortiz, de los españoles Pedro Muñoz Seca y Pedro Pérez
Fernández. La compañía dejó el Onrubia tras las funciones del 3.6 para de
inmediato salir de gira, primero en Bahía Blanca y luego en Montevideo, donde
se resolvió disolverla, regresando a Buenos Aires el 17.7.
• El matrimonio
Carreras y algunos actores de la compañía Balaguer (entre ellos Prudencia
Grifell) se independizaron conformando una nueva compañía “bajo la dirección
del primer actor Nicolás Carreras”: debutaron el 20.8.1930 en el Odeón
(Rosario) y pasaron desde el 28.8 al Moderno (Santa Fe).
• El actor Arsenio
Perdiguero, convertido en empresario, alquiló el Teatro de Mayo para ofrecer
una temporada de la conformada ex profeso Compañía Española de Comedias Cómicas
dirigida por Emilio Valenti, encabezada por Olvido Leguía, Pedro Codina y
Nicolás Carreras e integrada, entre otros 18 actores, por María Luisa y
Prudencia Grifell: debutaron nada menos que el 31.12.1930 ofreciendo a las 22 Sixto Sexto de Antonio Paso y Antonio
Estremera y a la 1 de la madrugada (¡!) La
garra de Linares Rivas: Leguía (“actriz joven y agraciada”) y Valenti
habían venido a la Argentina con Ernesto Vilches y cuando éste se fue a
Hollywood giraron durante buena parte de 1930 por el litoral y Montevideo y
desde el 3.12 encabezaron una breve temporada en el Avenida; Perdiguero, por su
parte, será en el futuro un nombre habitual en los films de EC. Como sea, esta
compañía tuvo corta vida, ofreciendo su última representación el 11.1.1931 ya
que, según La Nación del día
siguiente, “no consiguió despertar mayor interés en nuestro público”.
• María Luisa da sola se conchabó en la Compañía
Españolas de Dramas Sacros formada por el actor Joaquín Pibernat, que ocupó el
Onrubia a partir del 31.3 en temporada cortísima, como que se despidió tras las
funciones del siguiente 5.4, sólo para representar La pasión y muerte de Jesús del español Enrique Zumel: las
gacetillas la mencionaban como “Luisa Carreras” y una de sus compañeras de
elenco era Maruja Roig.
• De inmediato, ese
mismo elenco pasó al Cervantes para representar, entre el 9 y el 12.4, Jesús redentor y la resurrección, drama
sacro del italiano Arigardo Moschino.
• Poco después el
matrimonio integró la compañía Santaularia-Carreras, encabezada y dirigida por
Pilar Santaularia y Nicolás, con Santés y Roig integrando el elenco en el que
también figuraba Manuel Alcón, quienes fueron defenestrados por La Prensa como “un núcleo de modestos
elementos” y de “improvisada organización”: debutaron el 20.6.1931 en el
Onrubia “a precios sumamente populares” con La
casa de la Troya, versión de Linares Rivas de la popular novela de Alejandro
Pérez Lugín, montaje en el que Santés no tuvo personaje a su cargo; el
compromiso inicial con la empresa era por apenas diez días, reducidos a cuatro
para dar paso al Circo Cómico Español que venía de Río de Janeiro y debía
proseguir su gira continental.
• De inmediato, el 3.7.1931 Carreras y Santés, ya
sin Santaularia, retornaron al Onrubia con Ganó
Zamora... en una hora!, de Juan de Aragón, quien, de acuerdo al cronista de
Tribuna Libre (4.7.1931), era “un
conocido revistero hispano” que prefería firmar con pseudónimo. El fracaso fue
en verdad estrepitoso, de apenas cuatro días en cartel “sin obtener el concurso
del público en la medida necesaria para estabilizar su actuación” (La Nación, 7.7.1931): los reemplazó,
nuevamente, el circo español.
• Disuelta su propia compañía y tras un largo
período de total inactividad, el matrimonio se conchabó individualmente.
Nicolás se integró a la Compañía Narcisín, como por entonces todavía firmaba el
joven Narciso Ibáñez Menta: el debut se verificó el 21.1.1932 en el Teatro de
la Comedia de Carlos Pellegrini 248 y en el elenco figuraban los padres del
joven astro, Narciso Ibáñez y Consuelo Menta, y también Delfina Jauffret.
Nicolás fue el “señor Dubin” en la pieza con la que se inauguró la temporada, ...Y el amor dispone, de Louis Verneuil;
“Darío” en Metamorfosis, de Felipe
Mario Incide y Mario Ferrate, y “Alvarado” en El amante imaginario, de Félix Gandéra y Claude Gével. La troupe mudó desde el 8 al 20.3 al
Ateneo, donde Nicolás actuó como “Heiss” en La
gran duquesa y el camarero, de Alfred Savoir.
• María Luisa, mientras tanto, integró el elenco
convocado por Antonio Viérgol para una temporada en el Argentino, debutando el
3.3.1932 con La familia Farabutti,
pieza firmada por “un conocido periodista” que prefirió escudarse tras el
pseudónimo El Payo Roqué: la comedia derivaba de una historieta publicada en La Novela Semanal, mereció críticas
espantosas y resultó un fracaso fulminante de apenas siete días en cartel, tras
los cuales no hubo una segunda pieza a estrenar y la compañía fue reemplazada
por una de zarzuelas. María Luisa, entonces, fue sumada al elenco de Narcisín,
acontecimiento que La Razón registró
el domingo 13.3.1932: “En el Ateneo se presentará mañana, con Mi padre es un chiquillo, la señorita
María Luisa Santés, joven actriz que reemplazará en el conjunto a la señorita
Irma Córdoba”. Más adelante, la compañía salió en gira por Rosario y La Plata
pero retornó a la Capital Federal actuando en el Marconi (9 al 14.4), el
Príncipe del barrio de Belgrano (16.4 al 3.5) y el Fénix del barrio de Floresta
(5.5 al 9.6), gira de la cual La Razón
destacó “el esfuerzo del conjunto por renovar el cartel, así como también la
ductilidad del primer actor afrontando papeles distintos” (26.5). Una
curiosidad: en este último tramo en el Fénix, la compañía ofreció un montaje de
El orgullo de Albacete, versión
española de la comedia francesa Loute,
de Pierre Veber, que EC filmará 23 años más tarde con el título Música, alegría y amor. Tras abandonar
el teatro de Floresta, la compañía emprendió una gira iniciada el 17.6 en La
Comedia (Rosario).
• Tras las fiestas de fin de año, Narcisín
reapareció el 28.1.1933 en el Apolo de Corrientes 1386, esta vez al frente de
la denominada Compañía Argentina de Comedias integrada prácticamente por los
mismos actores que lo secundaron el año anterior. En esta breve temporada de
menos de dos meses, Santés no tuvo participación alguna pero Nicolás fue el
“gobernador Lelio Fiummi” en La mafia,
de G. A. Cesareo, y el “general Danvers Carew” en El hombre y la bestia, versión de Sergio Eric Von Elz del clásico
de Stevenson.
• Ese mismo año de 1933 Nicolás se despidió de los
escenarios interpretando a “Pérez” en San
Trifón, mártir, de Ivo Pelay, estrenada en el Apolo el 19.8 por la Compañía
Española de Comedias Cómicas encabezada por una dupla legendaria, Joaquín
García León y Manuel Perales. Nicolás Carreras falleció el 6.7.1934.
• Su viuda tardó poco más de un año en volver al
trabajo, esta vez integrando la Compañía Española de Comedias Cómicas
encabezada por Juan Bonafé, que debutó en el Avenida el 14.8.1935; en un
principio mencionada en los programas como María Santés Carreras, animó a
“Teresa” en El bandido generoso, de
Pedro S. Neyra y Pablo Sánchez Mora, a otra “Teresa” en Papá Charlot, de Antonio Quintero y Pascual Guillén, y a “Paula” en
Los pellizcos, de Leandro Navarro y
Adolfo Torrado. En la primera de las tres piezas mencionadas, y en el personaje
“un chico”, el programa indica que lo interpretaba el “niño Carreras”, lo cual
significó el debut de EC en los terrenos del arte, pues sus hermanos ya estaban
bastante crecidos para ser considerados “niños” o “chicos”.
• María Luisa reaparece en los escenarios tan sólo
hacia finales de 1936. Desde el 6.3 y hasta mediados de octubre, primero en el
teatro Maravillas (ex Victoria, ex Onrubia) y luego en el Corrientes de
Corrientes 1530, actuó con señalado éxito la Gran Compañía de Revistas
Españolas dirigida por Manolo Casas e integrada, entre otros, por Ana Lassalle,
Marcelino Ornat, Luis Gago, Santiago Rebull, la chilena Sara Guasch y Chola
Duby.
• A su término, dos de esos actores formaron la
Compañía Española de Comedias Cómicas Guasch-Ornat, que dirigía Ornat y en la
que también revistaban Felipe Fernansuar, Carlos Bianquet, Luis Gago y Patricio
Azcárate: debutaron el 4.12 en el Teatro de Mayo (Avenida de Mayo 1099) con la
obra Seviyita, de Francisco Ramos de
Castro y Anselmo G. Carreño, en la que María Luisa interpretó dos personajes,
“Rosa” y “Baltasara”. De inmediato, la compañía pasó al Apolo, donde Santés fue
“Florencia” en ¿Qué tienes en la mirada?,
de Muñoz Seca y Pérez Fernández, y “Lorenza” en Se ondulan señoras, versión por Antonio Paso de un vodevil francés
titulado Au premier de ces messieurs,
de Ives Mirande y André Mouëzy-Eon. El actor Luis Gago aparecerá en los años 70
en algunos films de EC, en los que tendrá papeles ínfimos y en los que su
nombre no figura acreditado.
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