TEMAS
El sonido comenzó corto
1.
1928
En
su Historia del cine argentino
Domingo Di Núbila omite toda mención al doctor Lee De Forest y a su sistema de
sonido Phono Film (en la película, no sincronizado mediante discos); Jorge
Miguel Couselo también los ignora, tanto en su biografía de José A. Ferreyra
cuanto en la de Leopoldo Torres Ríos, y en Reportaje
al cine argentino, libro que pone el acento en la transición mudo-sonoro,
se lo menciona erróneamente (De Forrest) y se equivoca al incluir a José Bohr y
Carlos Gardel entre quienes posaron ante sus cámaras en la Argentina, puesto
que Bohr lo hizo en el extranjero y Gardel en la Argentina pero con el
Movietone. Ausencias que confirman que el breve, fallido período del Phono Film
no fue explorado con precisión.
Toda información acerca de los cortometrajes filmados en la Argentina mediante el sistema Phono Film no sólo es escasa sino incierta: es cuando menos curioso que los cronistas contemporáneos dedicaran abundante espacio a reseñar quiénes, cuándo y cómo se sumaban al invento en Hollywood pero fueran tan mezquinos con sus connacionales. A esa apatía informativa debe sumársele la nula difusión de su distribuidora-productora local, que no envió gacetillas a los medios ni publicó aviso publicitario alguno, limitándose a suministrar a las carteleras de los diarios menguantes informaciones que, por el contrario, no escatimaban frases grandilocuentes acerca del revolucionario invento. En líneas generales podría afirmarse que eran todos de corta duración excepto uno, considerado un mediometraje (más de 30’), producidos por la Corporación Argentino-Americana de Films y dirigidos por Francisco P. Donadio. Así, desde mayo 1928 fueron filmados los siguientes títulos, que se despliegan a continuación –no sin cierta cuota de dudas– en el orden en que fueron lanzados en los cines:
•
Irigoyen (18.10.1928, teatro Apolo),
que necesita de una previa aclaración: en los dos únicos avisos publicitarios
encontrados, en uno se menciona su título con “i” y en el otro no se lo
menciona de ninguna manera; es obvio que Hipólito Yrigoyen se llamaba Yrigoyen
y no Irigoyen, pero ese detalle era pasado por alto incluso por el periodismo,
notoriamente en La Razón y La Prensa, que siempre lo escribían con
“i”. Como sea, el film documenta en poco más de media hora –las carteleras
informaban que duraba “siete actos”, lo cual daría unos 65’, algo que no se
corresponde con los horarios de las secciones– detalles de la asunción del
segundo período presidencial por Yrigoyen, el 12.10.1928: definido por la
publicidad como “primera película parlante” suma a “Irigoyen saliendo de la
casa histórica de la calle Brasil; llegando al Congreso; la ovación popular; el
juramento de Irigoyen; el juramento de [el vicepresidente doctor Enrique]
Martínez; expectativa y aplausos en el recinto del Congreso; en dirección a la
Casa Rosada; la plaza de Mayo; escenas callejeras; júbilo popular; el desfile
militar; las tropas extranjeras; aclamaciones al presidente electo; marchas y
dianas militares”. Se mantuvo en cartel durante las “cinco únicas exhibiciones”
previstas, en un programa completado con “actualidades mudas y dos sonoras con
Sofía Bozán ejecutando dos tangos populares”, todo lo cual fue comentado por un
cronista de La Prensa el 21.10.1928
en los siguientes términos: “De acuerdo con el sistema parlante de De Forest,
ya conocido en Buenos Aires, se han registrado en una película de regular
extensión los momentos más interesantes de las diversas ceremonias oficiales
realizadas de la llegada al poder del señor Irigoyen. Hay pasajes en que las
escenas se adaptan a la voz o a los ruidos de manera perfecta, pero en otros,
los más, no aparece perfeccionada todavía esta innovación de la cinematografía.
Claro que conviene señalar con cuántas dificultades se debe tropezar para
imprimir una película de esta especie, especialmente en actos públicos, donde
los operadores y demás empleados que los secundan luchan con mayúsculos
obstáculos. Micrófonos, cámaras y lámparas son aparatos difíciles de ubicar con
exactitud en lugares de grandes aglomeraciones. De ahí que diversos pasajes de
la cinta que nos ocupa aparezcan desmerecidos en su real valor. Como una
tentativa cumplida en parte, esta película parlante ha interesado, aunque, como
ocurrió en ocasión de conocerse en Buenos Aires este sistema del Phono Film,
todavía no convence de veras. Es elogiable, sin duda, el trabajo de los
operadores argentinos, al familiarizarse con esta difícil forma de tomar obras
cinematográficas. Ellos cumplen una labor delicada, y en su elogio cabe decir
que los trabajos parlantes hechos por ellos en Buenos Aires superan en claridad
en los sonidos a los llegados al principio de los Estados Unidos. De ello son
buena prueba las dos canciones de Sofía Bozán registradas con igual número de
cintas parlantes exhibidas a continuación de la del 12 de octubre”. [“Noticias
Cinematográficas” en la sección Teatro y
Música. Contemporáneamente, el 3.11.1928 fue estrenada en el Marconi la
pieza teatral Yrigoyen, representada
por José Casamayor en el personaje titular ¡por apenas dos días!, ya que las
críticas adversas motivaron a sus autores, Luis García Lynch y Adelardo
Fernández Arias, a retirarla de cartelera].
• ¡Qué lindo es estar metido! (18.10.1928, teatro Apolo), tango de Domingo Parra (l) y Pascual Contursi y Enrique Delfino (m), por Sofía Bozán, filmado el 3.10.1928.
•
¡Haragán!... (18.10.1928, teatro
Apolo), tango de Manuel Romero (l) y Enrique Delfino (m), por Sofía Bozán,
filmado el 3.10.1928: tan popular devino este tango que fue incluido por “la
curiosa, sensacionalista y retorcida bailarina” Josephine Baker en el
repertorio de su debut en la Argentina, el 29.5.1929 en el Astral, en la que
resultó una versión “indescriptible”; los entrecomillados son del cronista de La Nación.
•
Caminito (16.11.1928, Fénix), tango
de Gabino Coria Peñaloza (l) y Juan de Dios Filiberto (m), por Libertad
Lamarque con el uruguayo Alfredo Gobbi –padre del popular músico homónimo–
secundados por los guitarristas Solá y Díaz.
•
Lindo tipo de varón (16.11.1928,
Fénix), tango de Charlo (l) y Enrique Cadícamo y Charlo (m), por Azucena
Maizani, quien lo había estrenado muy poco antes, el 16.10, durante su
actuación en el cine Astral. [Un film con ese mismo título aparece en las
carteleras desde principios de 1930, pero se trata de una producción
estadounidense con Will Rogers].
•
Chorra (16.11.1928, Fénix), tango de
Enrique Santos Discépolo en una denominada “parodia musical” por Marcos Caplán.
Había sido exhibido en privado el 8.9.1928 a las 14.30 en el Grand Palais.
•
Oiga, agente (17.11.1928, Fénix),
tango, de y por Mercedes Simone con los guitarristas Pablo Rodríguez y Baudino.
• La paisana (17.11.1928, Fénix), estilo campero de Mercedes Simone, por Mercedes Simone con Rodríguez y Baudino. Exhibido en privado el 8.9.1928 a las 14.30 en el Grand Palais.
•
Pinta brava (17.11.1928, Fénix),
tango de Mario Battistella (l) y Charlo (m), por Charlo. [“Tal vez con las
luces del Once, su representante, que venía silencioso en el fondo del coche,
se anima y dice: –Y te olvidás del fonofilm. Entonces Charlo recoge la
indicación. –Es verdad; he grabado dos discos a prueba. Todavía no he tenido
tiempo de verlos, pero me dicen que han salido muy bien. Y el representante agrega:
–Eso es un gran invento. Eso le va a dar mucho”. (Fragmento del artículo
“Charlo a través de un viaje en su automóvil”, en La Nación, domingo 4.11.1928, sección Radio: la frase “le va a dar mucho” se corresponde con la actitud
de Charlo durante toda esa entrevista, en la que deja bien en claro que su
principal preocupación es el dinero a cobrar)].
• El número fatal (17.11.1928, Fénix), monólogo cómico interpretado por Manuel Rico, actor que en aquella temporada actuaba en el Maipo: había sido exhibido en privado el 8.9.1928 a las 14.30 en el Grand Palais.
•
El poeta (17.11.1928, Fénix),
monólogo a cargo de Marcos Caplán: fue exhibido en privado el 8.9.1928 a las
14.30 en el Grand Palais.
•
El sepulturero, Cielito lindo y La mano del
muerto (18.11.1928, Fénix), canciones tradicionales mexicanas, anónimas,
interpretadas por Adria Delhort acompañada por sus compatriotas el cantante
Angel Las Heras y el guitarrista José Muñoz. Fueron exhibidos en privado el
8.9.1928 a las 14.30 en el Grand Palais. [Adria Delhort era una actriz y
cantante de ese origen que en aquellos días actuaba en teatros y cines
argentinos, primero en el Astral y luego en el Paramount; filmó varios
largometrajes sonoros en su país entre 1933 y 1938, en especial con el director
Fernando de Fuentes].
• Andate con la otra (18.11.1928, Fénix), tango de Enrique Dizeo (l) y Carlos Vicente Geroni Flores (m), por Felicia San Martín, actriz que en esos mismos días integraba el elenco del teatro Nacional. Exhibido en privado el 8.9.1928 a las 14.30 en el Grand Palais.
•
Desfile militar del 9 de Julio
(22.11.1928, Fénix), título que no necesita de aclaraciones.
•
El negro silencioso (1.12.1928,
Paramount), del que se ignoran otros datos.
Otros cortometrajes filmados y exhibidos
aunque no pudo ser registrada una fecha precisa de lanzamiento son los
siguientes:
•
El viejo tango, “sketch que se
desarrolla en el año 90, más o menos, entre una planchadora, un mayoral de
tranvía y un vigilante”, según La
Película del 14.6.1928, con Gloria Faluggi, Félix Mutarelli y Gonzalo
Palomero y música de Samuel Castriota interpretada por la Orquesta Típica
Larocca.
•
Entre mate y mate, “escenas camperas”
escritas por Ismael Orizaola Roldán e interpretadas por Juan Bono, Alberto
Palomero y Gonzalo Palomero. [Véanse dos fotografías en La Película del 21.6.1928].
•
Felicia, tango de Enrique Saborido,
por el Trío Pollero dirigido por el pianista Julio F. Pollero. Exhibido en
privado el 8.9.1928 a las 14.30 en el Grand Palais.
•
“Breves palabras” por el intendente de Buenos Aires, Horacio Casco. Exhibido en
privado el 8.9.1928 a las 14.30 en el Grand Palais.
•
La cumparsita, tango de Gerardo Matos
Rodríguez, por la orquesta de Julio De Caro.
•
Uno por el cantor Juan Carlos Marambio Catán.
Luego de todo lo cual las carteleras de los
diarios omiten mención alguna a títulos e intérpretes reemplazándolos con
expresiones genéricas tales como “Phono Film cantado”, “Películas parlantes,
gran novedad hecha en Argentina”, “Exhibiciones de Phono Film, números nuevos argentinos
y americanos”, “El maravilloso invento del siglo” y más escuetamente “películas
parlantes”. Tras la andanada inicial en el Apolo y el Fénix de Floresta se
registra su paso por los cines Callao (27 al 29.11), Paramount (1 al 18.12),
Select Lavalle (1 al 7.12), Gran Bijou (6 al 15.12), Rivas (19 al 28.12),
Coliseo Palermo y Petit Colón (20 al 25.12) y, ya en 1929, Bolívar (4 al 13.1),
Imperio (12 al 14.1), Lima (15 al 21.1), Bijou (23.2 al 1.3) y Capitolio (12 al
18.4).
La pregunta pertinente, entonces, sería por qué no prosperó el Phono Film, que en realidad fue utilizado sólo para las aludidas “variedades” pero nunca para una ficción de largometraje. Ephraim Katz lo explica de esta manera: “A pesar de la apatía inicial de los espectadores, el sistema fue adquirido por Fox y eventualmente integrado en 1927 a su propio sistema Movietone”. [Continuará]
No hay comentarios:
Publicar un comentario